La historia del divorcio de esta mediática pareja ha ocupado páginas y más páginas en los principales medios del papel couché. Su desamor está a la orden del día y parece que lo único que une ahora a Paloma Cuevas con Enrique Ponce son las niñas que tienen en común. Sin embargo, se niegan a borrar de sus memorias algunos buenos recuerdos de cuando todavía eran felices, recuerdos que Cotilleo.es te muestra a continuación.
La separación del verano
> Siempre suele hablarse de los amores que se forman en el estío, pero en esta ocasión ha sido un divorcio el que ha tomado el papel protagonista estos meses más calurosos del año. Enrique Ponce y Paloma Cuevas parecían una de las parejas más consolidadas del panorama social y su separación sorprendió a todo el mundo. Desde que se hizo público que ya no eran pareja, en los medios de la crónica social no se ha hablado de otra cosa. Tan solo la incipiente relación del torero con la joven Ana Soria ha restado algo de protagonismo a esta historia de desamor.
Los trámites siguen adelante y el divorcio ya se antoja a la vuelta de la esquina. Los más cercanos a la ya expareja aseguran que no hay posibilidad de reconciliación, pero, en contra de lo que se publicó en un principio, eso no significa que Enrique y Paloma se hayan olvidado de aquellos buenos momentos que vivieron cuando todavía eran un matrimonio feliz. De hecho, parece que se niegan a borrarlos de sus corazones. A continuación, Cotilleo.es te muestra los restos de un amor que ambos se niegan a olvidar.
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Los restos del amor de Enrique Ponce y Paloma Cuevas
> Los primeros días tras hacerse pública su separación, algunos medios publicaron que el torero había ‘borrado’ a su entonces pareja de su vida porque eliminó de su cuenta de Instagram todas las fotos en las que aparecía junto a ella, pero nada más lejos de la realidad. No hay más que escarbar un poco en sus publicaciones más antiguas de la red social para caer en la cuenta de que Ponce no se ha desprendido tan fácilmente de estos recuerdos que tiene con Paloma Cuevas. De hecho, la imagen que pueden observar sobre estas líneas, en las que el entonces matrimonio presumía de su amistad con Antonio Banderas, se puede encontrar en el perfil del diestro y se remonta a 2018.
A partir de esta fotografía, se suceden otras cuantas de Enrique y Paloma mostrando su amor a los cuatro vientos. Así, parece que el torero solo se ha deshecho de las imágenes que se tomaron en la última etapa del matrimonio, durante la cual parece que no fueron del todo felices. Por lo demás, Ponce y Cuevas prefieren conservar todas aquellas instantáneas que reflejan lo dichosos que fueron durante buena parte de su relación. Además, fuentes cercanas a la ya expareja aseguran que tienen contacto frecuente. Al fin y al cabo, han sido casi 25 años casados y un vínculo así no puede esfumarse de la noche a la mañana.
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“Mucho amor” en la familia de Enrique Ponce y Paloma Cuevas
> De hecho, en los últimos días se han deslizado algunas informaciones que no cuadran con todo lo que se ha venido diciendo desde que su separación se hizo pública. Por lo visto, entre el torero y su expareja sigue habiendo muy buena relación, tal y como refleja el acuerdo de divorcio al que han llegado sin necesidad de pasar por los tribunales. Además, sus hijas “no han notado ninguna discrepancia porque en esa familia hay mucho amor. Han pasado el confinamiento juntos”, tal y como aseguró Toñi Moreno en Viva la vida. Al parecer, la presentadora tiene un vínculo muy estrecho con Ponce.
Por supuesto, la buena relación que el torero mantiene con la madre de sus hijas no resulta un impedimento para que pueda rehacer su vida. Algunos se han empeñado en rivalizar a Paloma Cuevas con Ana Soria, como si en el corazón de Enrique Ponce no hubiera sitio para dos mujeres igual de importantes para él, a las que quiere de formas diferentes. Todo un esperpento machista que a estas alturas de siglo ni siquiera debería ser motivo de debate.
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Enrique Ponce da la cara por Paloma Cuevas
> Por desgracia, suele ser tan poco frecuente que una pareja termine su relación por las buenas que, cuando así ocurre, se convierte en noticia. Enrique no solo no ha proferido ni una sola palabra, al menos públicamente, contra la madre de sus hijas, sino que ha sacado las garras para defenderla de los que la acusan de haberse aprovechado de él a lo largo de sus años de matrimonio.
“Enrique está muy preocupado porque se da la impresión de que Paloma ha sido una persona que ha vivido de él, cuando eso no es cierto. Ella tiene sus empresas y ha ayudado a Enrique con sus finanzas”, explicó Toñi Moreno en Viva la vida. Así las cosas, parece que todos aquellos que quieran saciar su necesidad de morbo con una separación tediosa, irrespetuosa y complicada, deberán buscar en otro sitio. Enrique Ponce y Paloma Cuevas no van por ese camino.
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