Diarios hay muchos, memorias cientas, pero como las de la gran Mila Ximénez ningunas. Es en su revista de cabecera Lecturas, donde encontramos algunos de los capítulos de su vida más desconocidos. Recordamos cómo fue el día en que se casó con Manolo Santana. El temblor le inundó el cuerpo, temió quedarse plantada en el altar, un día para no recordar que hoy rescatamos para honrar a quien algún día fue una de las periodistas más veneradas del panorama patrio del corazón.
Así recuerda Mila Ximénez el día de su boda con Manolo Santana

> Si no fuera porque su familia y amigos estaban allí, Mila habría, probablemente calificado este día, como uno de los peores de su vida. La boda comenzó con una tensión en el ambiente a la que no pudo renunciar. «El ramo de novia se estaba convirtiendo en un salvavidas que evitaba que se dieran cuenta del temblor de mis manos», comenzó a relatar temiéndose lo peor, que le dejara compuesta y sin banquete: «Creo que sucede pocas veces que la novia tenga que esperar al novio. Pues yo sí lo hice».
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«Me enamoré absolutamente de Adolfo Suárez, pero jamás tuvimos nada que ver fuera de nuestra relación de amistad»

> La pareja solo se rodeaba de las más altas esferas, tanto es así, que incluso fue Adolfo Suárez el padrino de su boda por el juzgado. Tras la ceremonia, tomaron una copa en su casa. La seguridad que rodeaba al antiguo presidente del gobierno de España era tal que no era nada sencillo acceder a estar con él sin vigilancia. Para la colaboradora fue un gran hombre del que siempre guardó un buen recuerdo.
«Adoré a Adolfo, creo que hubo una buena química entre los dos. Siempre me interesó lo que contaba. Era, además, divertido. Me enamoré absolutamente de él pero que no se disparen las imaginaciones. Jamás tuvimos nada que ver, fuera de nuestra relación de amistad. No olvidemos que además era el intimísimo amigo de mi marido. Y ambos tienen un sentido muy alto de la lealtad», dicta.
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«El auténtico beneficiario» de su boda con Manolo según Mila Ximénez

> José Lata Liste fue para Mila Ximénez, y según relata en sus memorias publicadas en la revista Lecturas, «el auténtico beneficiario de toda la parafernalia que rodeó mi boda con Manolo». Dicho hombre, era el dueño de una famosa discoteca de moda, la de sobra conocida, Mau Mau.
Todo el mundo se sentía agradecido por acudir allí en un evento como el descrito y no contentos con ello, Santana decidió que lo mejor es que dicho hombre, fuera el padrino de su única hija en común, Alba, el día de su bautizo. Mila calificó su boda como un puro «patrocinio» bajo el nombre de la discoteca del señor Liste.
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Rocío Jurado, Isabel Preysler y otras caras conocidas estuvieron presentes

> La boda de Mila Ximénez fue todo un evento colmado de estrellas. Cabe destacar y es ella misma quien lo hace en su manuscrito, que las parejas que acudieron ya ninguna existe a excepción de la formada por Cari Lapique y Carlos Goyanes. Rocío Jurado y Pedro Carrasco también estuvieron allí, Isabel Preysler, la reina de corazones bajaría como ella solo sabe por una escalera infinita junto a Carlos Falcó, en un acontecimiento que más que una boda íntima fue todo un acontecimiento social para enmarcar.