La mala circulación sanguínea puede tener efectos muy negativos en el organismo de una persona, por eso, te voy a indicar las siete alertas que tu cuerpo te envía cuando tienes este problema. Los síntomas muchas veces se asocian a la mala alimentación, una vida sedentaria o unas defensas bajas, pero lo cierto es que pueden ser también indicios de tener una mala circulación.
A continuación, te explico cuáles son las siete alertas más comunes que el cuerpo te indica cuando tienes una mala circulación sanguínea.
¿Qué es la mala circulación sanguínea?

La mala circulación constituye una serie de molestias que afectan al bienestar de muchas personas. Con el paso de los años estos síntomas se notan más, por eso, la mayoría de la gente que tiene con este problema pertenece a la tercera edad.
Aunque la mala circulación no es exclusiva del paso de los años o de la tercera edad, sí que existen grupos de riesgo de diversas edades. Por eso, la mala circulación no solo afecta a los ancianos si no también a personas con ciertas patologías o malos hábitos de vida.
¿Cómo evitar la mala circulación?

La mala circulación sanguínea se puede prevenir y combatir con un estilo de vida saludable, donde las principales bases tienen que ser una buena alimentación y una rutina de ejercicios. Estos hábitos saludables te ayudarán a prevenir la mala circulación además de problemas más graves como infartos, coágulos, varices, ictus o trombos.
Ahora te voy a contar cuáles son las siete alertas que te da el cuerpo que pueden ser síntomas de mala circulación.
Alerta 1: Cambios en la piel

La primera alerta de mala circulación la detecta la piel porque es un órgano que manifiesta las variaciones que se producen en el organismo. Por eso, cuando aparecen manchan de pigmentación en la piel, solo en algunas zonas del cuerpo, estas pueden ser un indicio de mala circulación. Estas manchas se producen cuando la sangre se filtra fuera de los vasos sanguíneos, por lo que pueden ser de color rojo o más bien tirando a violeta. Aparecen sobre todo en las piernas y en los pies.
Aunque también puede que, en lugar de manchas, la piel tenga un aspecto excesivamente pálido o un tono azulado. Si este es el caso, las zonas más afectadas serían la nariz, los labios, las orejas, los pezones, las manos y los pies. Pero si la piel tiene otros síntomas, como resequedad, no significa que haya mala circulación.
Alerta 2: Hinchazón en los pies

Cuando hay mala circulación en el cuerpo, las extremidades son las últimas en recibir el oxígeno y los nutrientes que ofrece la sangre. Por eso, cuando la sangre no llega en la misma cantidad a las articulaciones, el organismo trata de compensar el fallo a través de la acumulación de líquidos.
El edema, o acumulación de líquidos, produce cianosis, es decir, que los pies se inflamarán con regularidad y los dedos tendrán un aspecto magullado, como si hubiesen sufrido una contusión, además de adquirir un tono azulado.
Alerta 3: Pelo y uñas débiles

La pérdida de cabello y uñas débiles pueden indicar mala circulación, además de poder ser síntomas de otras muchas cosas como el estrés o la falta de nutrientes. Pero si el pelo y las uñas no reciben la cantidad de oxígeno y nutrientes que necesitan, se debilitarán y caerán con más facilidad.
Por eso, si tienes el cabello seco y débil, y al mismo tiempo las uñas quebradizas pueden ser indicio de una mala circulación.
Altera 4: Digestiones más lentas

El proceso digestivo requiere de un buen flujo sanguíneo para poder funcionar correctamente. Por lo que, si el proceso digestivo se produce de forma pesada, acompañado de dolor abdominal, diarrea, calambres o deposiciones con sangre, puede ser un claro indicio de mala circulación.
Alerta 5: Defensas bajas

Aunque las defensas bajas no se suelen asociar con la mala circulación, sí hay que tenerlo en cuenta. Porque cuando el flujo sanguíneo es más lento, el sistema inmunitario deja de detectar y de combatir patógenos con la eficiencia debida. En consecuencia, el sistema se vuelve más vulnerable a tener infecciones varias.
Alerta 6: Manos y pies fríos

Uno de los síntomas más conocidos de la mala circulación es tener los pies y las manos frías. Por eso, la sensación de frío en las manos y los pies es señal de que la circulación sanguínea es más lenta en estas zonas del cuerpo. La sangre tarda más tiempo en llegar a manos y pies por lo que la circulación no funciona como debería.
Alerta 7: Fatiga

La fatiga extrema es otro de los síntomas de la mala circulación y se debe a que el corazón debe bombear con más fuerza para poder facilitar el retorno venoso y mantener el funcionamiento del organismo. El sobreesfuerzo del corazón al bombear es un síntoma de mala circulación pues no debería ser un proceso tan forzoso.
La fatiga o el malestar aparecen cuando existe una cantidad de oxígeno y nutrientes pobre, por lo que al poco tiempo de hacer algo de ejercicio suave, subir escaleras o empezar a trabajar se dan estos síntomas. La fatiga se produce, sobre todo, por la falta de oxígeno que reciben los músculos.
Estas son las siete alertas más comunes de la mala circulación, pero si tienes algunos de estos síntomas, lo mejor es que acudas a tu médico para que te haga una evaluación y te indique exactamente cuál es el origen de tus molestias.