Por mucho que a las almejas les siente muy bien el vino blanco, hoy vamos a intentar descubrir cómo se pueden preparar también, y quedar por ello igual de estupendas, con otra de las bebidas más típicas de España: la cerveza. La elaboración de esta receta es muy sencilla, solo hay que ser un poco previsor y no olvidarse de dejar las almejas en remojo para que suelten toda la arena y ésta no nos termine molestando a la hora de degustarlas. Además, el toque picante de la cayena dará un sabor especial al guiso.
Propiedades de las almejas

Las almejas son un molusco muy similar al berberecho, aunque se caracteriza por una concha más plana. No obstante, comparte con este las propiedades nutritivas, como su alto valor en hierro y yodo, sustancias necesaria para evitar anemias y generar glóbulos rojos. Por otro lado, es importante comer solo aquellas almejas que se hayan abierto durante la cocción y desechar las que permanecen cerradas. Aunque se trata de un producto rico en nutrientes y de un sabor exquisito, su consumo se debe realizar dentro de una dieta sana y equilibrada, puesto que hablamos de un alimento que aporta colesterol.
Cómo abrir las almejas

Las almejas se pueden consumir también en crudo, por lo que si apuestas por esta forma de ingerirlas lo ideal es colocarlas antes en un colador grande. En una olla o cazuela se añad agua y cuando hierva se sumerge el colador en la olla apenas 20 segundos, no hace falta más. Luego con el borde de una cuchara (mejor que con un cuchillo), se pueden ir abriendo sin riesgo. No hay que tener mucho tiempo las almejas en agua hirviendo ya que su carne es delicada y perderán textura enseguida.
Ingredientes de la receta

Esta receta de almejas con cerveza es muy sencilla de elaborar y además apenas nos va a quitar 15 minutos de nuestro tiempo, incluyendo la cocción y la preparación. Para hacerla para cuatro personas necesitaremos como ingredientes 500 gramos de almejas frescas, 150 ml. de cerveza negra Guiness, un diente de ajo, una cayena, tres ramas de perejil, aceite de oliva virgen extra y un poco de sal.
Primeros pasos

Para comenzar la receta de almejas con cerveza lo primero, al menos 45 minutos antes de empezar a cocinar, será sumergirlas en agua con sal para que éstas suelten toda la arena. Después, unos minutos antes de escurrir y enjuagar las almejas definitivamente, habrá que poner a sofreír en una sartén con un chorrito de aceite de oliva el diente de ajo laminado y la cayena partida a la mitad. Cuando el ajo esté dorado (no quemado), se añade el producto principal del plato, se remueve todo durante unos segundos, y acto seguido se añade la cerveza.
Cómo finalizar el plato

Quedaría poco para acabar las almejas con cerveza. Después de haberlo mezclado todo con el sofrito de ajos, se tapa la sartén y se deja que las almejas cuezan hasta que éstas se abran. Mientras esto sucede se puede aprovechar el tiempo para ir picando el perejil. Cuando lo tengamos se añade a la sartén, cuando se vea que están todas abiertas. Si por casualidad no se abre después de un tiempo razonable, la descartamos para nuestra seguridad personal. Y es que si después de comer almejas o mejillones, si están en mal estado, se pueden experimentar náuseas, vómitos y diarrea, síntomas que son seguidos poco después por sensaciones extrañas que pueden incluir entumecimiento u hormigueo en la boca, dolor de cabeza, mareo, así como trastrocamiento de las temperaturas caliente y fría. Después ya sólo quedaría servirlas, por supuesto con pan para dar buena cuenta de la salsa tan rica que habrá quedado.
Consejos útiles

Aunque los pasos de esas almejas con cerveza son bastante sencillos de seguir, hay que tener mucha cautela con las preparaciones. Así, durante esas dos horas a remojo que hay que dejarlas en un recipiente con agua y dos cucharadas de sal, para que los moluscos comiencen a soltar la arena que tengan, hay que cambia el agua al menos tres veces. Luego, para saber si aún tienen arena hay un truquito sencillo que consiste en introducir varias almejas en un bote de plástico y agitar el mismo. Si rebotan es que ya no tiene arena, en cambio si no lo hacen es porque pesan y siguen teniendo arena. En ese caso hay que volverlas a sumergir en agua con sal media hora y cambiar el agua cada 15 minutos.