La hipertensión es uno de los males que cada vez afecta a más españoles. Tenerla supone que los vasos sanguíneos tienen una tensión más alta de lo normal, lo que puede conllevar problemas cardiacos graves, como ataques al corazón o bloqueo de las arterias. Es recomendable que aquellos con hipertensión arterial mantengan un peso saludable, por lo que, si no es el caso, tal vez se necesite una estrategia para la pérdida de peso. Si ya se padece no basta con solo bajar el consumo de sales, debe tomarse mucho líquido para cuidar los riñones y tener buena salud y consumir algunos alimentos que pueden ayudar a mantener una presión arterial estable.
Alimentos buenos para la hipertensión

No hay comidas prohibidas para la hipertensión, ni comidas que sean excelentes y que resuelven el problema con sólo una ingesta. Lo importante es tener una dieta baja en sodio y prestarle atención a la frecuencia con la que se ingieren alimentos enlatados o procesados, ya que estos suelen tener un alto contenido de sal. Pero repetimos: no significa que no se puedan comer. Significa que se debe hacer con moderación y conciencia, y sobre todo que la dieta sea equilibrada, combinando diversos tipos de alimentos.
Los lácteos son buenos contra la hipertensión

Para luchar contra la hipertensión nada mejor que tomar leche y yogures, que son ideales para bajar la presión alta. Dentro de este amplio ámbito, lo mejor es optar por aquellos bajos en grasas y en azúcares. El calcio y las enzimas son muy buenas para el corazón, pero también para la digestión.
Ajos y apio luchan contra la hipertensión

En la lucha contra la hipertensión aparecen dos productos sencillos de conseguir como son los ajos y el apio. Se cree que el consumo de los primeros ayuda a la expansión de los vasos sanguíneos, y como consecuencia reduce la tensión alta. Por su parte, el segundo es un ingrediente rápido para bajar la presión. En la medicina china lo utilizan como remedio para la alta presión preparado en jugo. También se puede consumir en una infusión de sus semillas. No importa cómo se tomé, el apio es un diurético por excelencia que ayudará a drenar la sal de tu cuerpo y a reducir el volumen de sangre, reduciendo así la presión sanguínea.
Hibiscos

Contra la hipertensión son también buenos los hibiscos, una variedad de flores con varias especies beneficiosas para reducir la presión arterial alta. Se debe tener cuidado de utilizar los aptos para consumo humano, pues las flores de una florería suelen tener tóxicos altamente nocivos para la salud. Son diuréticos, son ricos en minerales como hierro, cobre y manganeso (ideal para asistir como remedio en un caso de anemia), reducen la hipertensión y son ricos en antioxidantes. Se pueden tomar en un té o comer en una fresca ensalada.
Remolacha y arándanos

Otros dos alimentos buenos contra la hipertensión están la remolacha y los arándanos. El primero es un vegetal que tiene unas sustancias llamadas betalainas, que reducen el estrés oxidativo y la inflamación. También son populares protectores del corazón, aliviando padecimientos como la presión arterial alta. Por su parte, los segundos son populares por su alto contenido de antioxidantes. Influyen en la salud general, y en el caso de la hipertensión, específicamente en la salud de los vasos sanguíneos. Son la única fruta que la macrobiótica recomienda comer en abundancia.
Salmón y pescados grasos

La hipertensión se puede combatir también con el salmón, que además es una rica alternativa natural para recuperar el balance de los ácidos grasos. Este pescado contiene Omega 3, que ayuda a la producción de «colesterol bueno», a mejorar la elasticidad de las arterias (mejorando en consecuencia la presión arterial), y a la salud de nuestra memoria. Comer pescados grasos al menos tres veces a la semana puede reducir significativamente la hipertensión por su contenido de omega 3.
Salvia y Soya

Productos más desconocidos contra la hipertensión son la salvia y la soya. El nombre de la primera deriva de la palabra sabiduría, y es que su ingesta promueve la relajación y el estado meditativo. Es un extraordinario complemento de terapias de ayuno y desintoxicación, ya que calma la ansiedad que nos induce a comer y tiene incontables beneficios para el cuerpo. Por su parte, la soya ha ayudado a reducir levemente los niveles de presión sanguínea en personas con riesgo de padecer hipertensión. Entre sus otros beneficios está el que es una fuente de proteína importante para vegetarianos y un sustituto común de la leche en personas intolerantes a la lactosa.