Con la llegada del verano hay que tener en cuenta algunos aspectos para preparar la piel adecuadamente antes de exponernos al sol. Es importante que tu piel esté preparada para los primeros rayos solares y que cuides tu piel tanto por fuera como por dentro. La alimentación, el ejercicio y el descanso son determinantes a la hora de asegurarnos un bronceado sin efectos dañinos en la piel. A continuación, trucos y consejos de experto que debes conocer para aprovechar el momento bronceado al máximo.
Peligros de exponerte al sol
Uno de los efectos más frecuentes de estar bajo el sol sin protección son las quemaduras solares. Cuando son leves provocan enrojecimiento de la piel (eritema), sensibilidad y que durante varios días estemos quitándonos la piel a jirones. Además, la exposición a la radiación UV causa el envejecimiento prematuro de la piel y daños que pueden resultar en cáncer de piel. Las personas de piel más blanca son las más susceptibles de quemarse bajo el sol. El pigmento que hace que la piel se vuelva más oscura, la melanina, es el que además nos sirve para protegernos de las radiaciones ultravioleta.
Recomendaciones frente al sol
La exposición excesiva al sol es el factor de riesgo más importante en la aparición de melanoma o cáncer de piel. Puede causarnos daños en la piel como quemaduras, envejecimiento prematuro, sequedad, manchas o deshidratación. Por esto es fundamental que dediquemos algo de tiempo a prepararla para este momento de forma progresiva y sin correr riesgos. Un ejemplo, los expertos recomiendan evitar la exposición solar durante las horas centrales del día, sobre todo, de 12 a 16 horas. Es aconsejable utilizar medidas de foto-protección física, tales como gorros, ropa y gafas de sol, además de aplicar fotoprotector.
Exfoliar la piel antes de tomar sol
El primero sería la exfoliación dos veces por semana. Esto se consigue con un exfoliante que elimine las células muertas y acelere la regeneración de la piel. Esto nos permitirá tener una piel nueva que se broncee de manera uniforme sin manchas. Para realizarlo debemos empezar aplicando un exfoliante con acción biológica sin gránulos y extendiéndolo en el rostro y el cuerpo mediante un sencillo gesto. Estos productos suelen tener una textura muy agradable y no abrasiva que limpia tus poros en profundidad y purifica tu piel.
Hidratar la piel en profundidad
Una vez que la piel está libre de todas las impurezas gracias a la crema exfoliante, podemos empezar a hidratarla. Se aconseja usar una loción hidratante tanto para el rostro como para el cuerpo. Además de hidratar tu piel en profundidad, hay algunos productos que contienen un agente exfoliante que elimina suavemente las células muertas superficiales que puedan quedar en tu piel y que le conferirán aún más luminosidad. Con los poros ya limpios, la piel será más receptiva a los agentes beneficiosos de una mascarilla hidratante.
Los alimentos más apropiados para enfrentar el sol
Con una alimentación rica en vitaminas y antioxidantes, tu piel estará más preparada para enfrentarse al sol. Apuesta por alimentos ricos en betacaroteno como las zanahorias, los tomates, albaricoques, melones y verduras. Todos estos alimentos estimulan la síntesis de melanina y preparan tu piel para el bronceado. Así, conseguirás el bronceado que tanto deseas. Incorpora a tu dieta también la vitamina A que se encuentra en la grasa de pescado (salmón, caballa, etc.) y los aceites vegetales y los cereales son productos ricos en vitamina E.
Aplicar sérum con vitamina C antes de la exposición al sol
Un sérum con vitamina C es uno de los mejores antioxidantes para mantener nuestra piel saludable actuando contra los radicales libres. Este producto será muy útil que lo uses unos días antes de la exposición al sol y también después, ya que te permite regenerar la piel de forma efectiva. También se debe tener en cuenta que la vitamina C reduce la cantidad de la melanina en la piel. Por lo tanto, actúa preventivamente, pero también como un corrector cuando las manchas solares ya han aparecido en la piel.
Siempre utilizar protector solar
En esta rutina previa a tomar sol, el protector solar juega un papel fundamental. No te la juegues y elige un buen producto con un factor de protección del 50. Esto no retardará el bronceado, ni mucho menos, sino que cuidará tu piel de las quemaduras. Ten en cuenta que las cremas solares protegen tu piel de los efectos nocivos de los rayos solares, pero también la nutren, hidratan y hacen que tu bronceado sea más bonito y duradero. También es recomendable una exposición gradual a los rayos UV. Empezar con 15-30 minutos e ir aumentando el tiempo de exposición.
Pasos a seguir después de la exposición solar
Una vez finalizada la exposición a los rayos del sol, con todas las recomendaciones que dimos anteriormente, lo que debemos hacer es continuar hidratando nuestra piel cuando llegamos a casa. Primero refresca la piel con una ducha de agua fría para regular la temperatura corporal y calmar la piel. Después de tomar el sol, será necesario aplicar una crema altamente hidratante o gel de tipo after sun, para calmar la piel y evitar que esta se reseque. El after sun servirá también para mantener el bronceado de forma saludable.