El galardonado con tres estrellas Michelin Jordi Cruz ha sido de lo más generoso en su cuenta de Instagram compartiendo una receta para todos los gustos: el exquisito pollo asado. Hoy te trasladamos el resumen de los trucos y pasos y compartió el chef para que puedas hacerlo en casa.
Decantarse por un pollo

El tamaño que es ideal para hacer en casa está entre 1,2 kg y 1,4 kg. Es importante que no sea más grande porque tu modesto horno no podrá con tanta carne y es posible que le cueste bastante conseguir cocinarlo.
Hay limpiarle las plumas y al cocinero Jordi Cruz lo hace con el soplete industrial de toda la vida, el del obrero que le está reformando la terraza. Por supuesto esto es algo que se puede hacer en casa a mano y sin soplete, pero con mucho cuidado y dedicación.
Atemperar y adobar la materia prima

Lo primero, se saca el pollo de la nevera tres o cuatro horas antes de cocinarlo para que pierda el frío. Hay que salarlo, de hecho Jordi le añade este inmgrediente en grandes cantidades. Esto no es una exageración ya que el pollo es una carne que no tiene sabor fuerte.
Se echa también por dentro y se masajea todo apretando, para que la sal se quede incrustada en la piel. Después se vierte un chorro generoso de aceite, esto ayudará a lograr el tostado y a que se peguen bien las hierbas que se echan a continuación: pimienta negra molida, romero seco, tomillo seco, hierbas provenzales y albahaca (una cucharadita de cada). Después se exprime con la mano por encima el zumo de medio limón y se vuelve a masajear. En el interior del pollo se coloca el limón ya exprimido, junto con un par de hojas de laurel y un ramillete de tomillo y romero frescos. Jordi incluyó también una citronela para una receta de estrella Michelín.
Macerar

Se debe procurar que el pollo quede lo más compacto posible . Se cubre con un film transparente y se deja macerando (con la pechuga hacia abajo) al menos tres o cuatro horas.
Pero cuanto más tiempo, mejor. Si se va a dejar por ejemplo toda la noche, lo ideal es meterlo en la nevera, pero al día siguiente hay que atemperarlo antes de meterlo en el horno.
El pollo al horno

Se precalienta el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. Luego se coloca la bandeja con el pollo (siempre con la pechuga hacia abajo) apoyándola de tal manera que quede un poco inclinada.
Este truco es muy importante porque la salsa se va a acumular en un extremo, de manera que podrás glasearlo luego con facilidad y, además, se evita que la piel esté en contacto con esos jugos, para que quede mucho más crujiente. Se deja una hora sin tocarlo, únicamente se abre una vez a mitad de tiempo para regarlo con la salsita.
Toque final

Si todo ha salido tal y como lo ha narrado Jordi Cruz y te hemos trasladado, 60 minutos después el pollo debería estar casi a punto para degustar. SE saca entonces y se da la vuelta, esta vez con la pechuga hacia arriba.
Se da otro golpe de horno entre 15 minutos y media hora y, en cuanto tenga un aspecto apetecible, se saca y se disfruta del el mejor pollo asado al nivel de tres estrellas Michelín.