Las alitas de pollo tienen tantos defensores, que las consideran de largo la mejor parte de esta ave de corral, como detractores, algunos de éstos simplemente porque el comerlas siempre implica mancharse las manos. En esta ocasión las vamos a hacer en una freidora sin aceite y se va a poder apreciar cómo, pese a que parezca imposible en un producto que tiene precisamente en ese líquido elemento su complemento ideal, salen tiernas por dentro y con la piel muy crujiente y dorada sin haber tenido que usar ni una gota de aceite. Es más, cuando las saques verás que han perdido parte de su grasa, que está debajo del cestillo, por lo que, además de no absorber aceite de la fritura, pierden parte de la suya y quedan más ligeras.
Secreto para hacer las alitas

El secreto para clavar las alitas reside en hacerlas en dos tiempos, cocinándolas durante 15 minutos a 180º C para rematarlas después durante 5 minutos a 200º (o, incluso, 220º, si tu aparato alcanza esa temperatura) para lograr que la piel quede más crujiente. Por lo demás, basta escoger buenos condimentos, como la mezcla que os proponemos a continuación, que resulta infalible. Esta receta se puede hacer con tantas alitas como quepan en la superficie de la bandeja de tu freidora sin aceite. Ahora bien, solo pueden ocupar una capa. En ningún caso pueden estar superpuestas o no lograremos que queden crujientes. Esto limita mucho la cantidad que podemos hacer, que en muchos casos no pasarán de tres o cuatro.
Ingredientes de las alitas

En esta receta de alitas de pollo en una freidora de aire apenas vamos a tardar 25 minutos en tenerla lista, incluyendo los 20 minutos que nos llevará la cocción. Para hacerla tampoco vamos a emplear mucho tiempo en la búsqueda de los ingredientes, ya que tan solo precisaremos para llevarla a cabo las alitas de pollo, cuyo número dependerá del tamaño de nuestra freidora, pimentón dulce o picante, sal, pimienta negra molida y ajo granulado. Todos ellos, como se puede ver, salvo el producto principal, que suelen estar a diario en nuestras cocinas y que por tanto no tenemos que salir a adquirirlos.
Cómo hacerlas

Si las alitas no están partidas, lo primero que hay que hacer es partirlas en dos mitades, y luego colocarlas en un bol y condimentarlas con pimentón dulce o picante, unas vueltas de pimienta negra recién molida, una pizca de sal y ajo granulado al gusto. Hay que asegurarse de que las alitas estén bien embadurnadas por las especias en todos lados. Hay que disponerlas en la bandeja de la freidora sin aceite sin que se superpongan, y programar aquella a 180º C durante 15 minutos. Pasado este tiempo, se cocinan a 200º durante 5 minutos y luego se extraen con ayuda de unas pinzas (con cuidado de que no entren en contacto con la grasa que quedará al fondo) y se sirven de inmediato.
Con qué acompañarlas

Una de las dudas que asaltan a todos al tener ya las alitas dispuestas es con qué condimentarlas, ya que se presentan ante nosotros muchas combinaciones, añadiendo todo tipo de especias. Si te gustan las recetas con esta ave hay otras opciones como alitas de pollo maceradas con cerveza, al curry de Arguiñano, al ajillo con setas, con especias, a la miel o con salsa barbacoa. Aunque están riquísimas solas, dependiendo del aliño que lleven, podemos acompañarlas además de diversas salsas. Aquí van unos consejos, aunque siempre hay que dejarse llevar por los gustos de cada uno, como pueden ser las salsas picantes, como la salsa brava, el adobo de chile verde o una buena sriracha casera, pero también van genial con mostaza, mayonesa o salsa tártara.
Freidoras sin aceite

Las freidoras sin aceite con las que hemos hecho estas alitas reciben este nombre porque tratan de imitar los resultados de una freidora, pero, en realidad, se parecen mucho más a un horno, solo que con un potente ventilador, que precisamente para las alitas es mano de santo. Al cocinar con aire se reduce el tiempo de forma exponencial con respecto al horno, funciona igual que si horneas con el “modo ventilador”. Al ser más pequeño y compacto es muy buena opción si no sois muchos en casa y no quieres encender el horno, algo que sin duda agradecerás además en estos tiempos de precios disparados de la luz por el consiguiente ahorro energético, ya que éste gasta mucho más.