Los 80 y 90 fueron una época de gran esplendor en el mundo de los dibujos animados. Muchas familias españolas disfrutaron de su primera televisión en color en el año 1982. El mundial de naranjito disparo todas las ventas de televisores, todo el mundo quería ver el futbol como nunca antes se había visto. Lo que para los padres era una necesidad, convirtió a los dibujos animados en auténticas obras de arte.
Hay unos clásicos que son recurrentes, llegan a tu mente cada vez que miras los dibujos de los niños de hoy en día. Te preguntas dónde están estos dibujos animados que tenían todo el sentido del mundo. Esas historias increíbles que te hacían soñar y con las que aprendías qué era la vida. Esos dibujos marcaron la vida de muchos niños de aquella época. Es inevitable empezar a descargar episodios para ponerle a tu hijo en 2017. ¿Quieres recordar cuáles eran las mejores series de dibujos de los 80 y 90?
Erase una vez la vida
Una de las mejores series educativas de todos los tiempos. Eran unos personajes que se repetían una y otra vez, pero nos hacían reír y llorar. Los malos eran los malos y los buenos muy buenos.
Además de entretenernos nos hacían aprender el funcionamiento del cuerpo humano. Muchos exámenes de biología sorpresa, eran salvados gracias a ciertos elementos de esta serie. No es que fuera muy complicada, pero nos explicaba tan bien cada detalle una y otra vez que era difícil olvidar lo. Una serie imprescindible para los pequeños médicos o biólogos del futuro.
Los fruitis
Era una historia un poco surrealista, pero los fruitis eran unos dibujos que tenían lo suyo. Una serie de frutas que hablaban con una niña, la única que había y que siempre iba vestida con un bikini. Te aprendías el nombre de todas las frutas y veías como se relacionaban entre ellas.
Las frutas eran los buenos, Mochilo (un plátano con una mochila), y Gazpacho (una piña) eran los protagonistas. No sabías por qué pero al final de cada capítulo corrías hacía la nevera en busca de una pieza de fruta. Debían tener algún mensaje subliminal. Una forma de que el niño se aprenda los nombres de todas las frutas y verduras, además de que las coma con más ganas que nunca.
David el gnomo
David el gnomo era tan sumamente buena persona que te hacía querer al mundo en su totalidad. Estos dibujos estaban inspirados en un gnomo que vivía en el bosque dentro de una seta gigante. En compañía de un zorro se disponía a ejercer como médico y salvar a todo el que necesitará su ayuda.
Una manera de entender el mundo de un modo distinto. Fomentaba la ecología y criticaba en todo momento a las personas maltrataban el bosque. Es perfecta para educar valores a los niños y hacerles entender la importancia de mantener el entorno limpio y cuidado. Aprenderán a querer a los animales y tratarlos como se merecen.
La vuelta al mundo de Willy Fog
La intro de esta serie de dibujos aún está muy presente entre los niños de los 80. Todos soñábamos con acompañar a Willy Fog por el mundo, junto con Rigodon y Tico, sus inseparables amigos. Las culturas y los elementos que se nos presentaba eran tratadas con todo el respeto posible.
Cada capítulo era solo una pequeña parte del viaje de este personaje. Además siempre se movía con pocos recursos ayudado por la gente del lugar. Una forma de inculcar respeto e interés por la geografía. Con Willy Fog descubrimos algunos países increíbles que de mayores hemos visitado con la esperanza de encontrar alguna huella suya.
Bola de dragón
Songoku es un clásico entre los clásicos, es imposible no poner en la lista a este dibujo animado. Todavía recordamos el primer capítulo de aquel entonces niño con cola de mono que se transformaba cada luna llena en un monstruo. No venía de este planeta pero aún así se esforzó hasta las últimas consecuencias para protegerlo.
Crecimos con este personaje, lo vimos esforzarse por aprender cada día y dar lo mejor de sí mismo. Toda una generación tiene ese espíritu en su interior, el súper guerrero que se despierta cuando recibe una amenaza. La transformación se produce y provoca que seamos capaces de hacer lo que sea. Una manera de que nuestros hijos sepan los valores del trabajo en equipo y la superación personal.
Doraemon
Doraemon el gato cósmico es uno de los primeros dibujos japoneses que vimos. Se instauro de repente y nos enseño que ser el más débil de la pandilla tiene sus cosas buenas. Nobita necesitaba un amigo fiel y diferente, un día apareció este gato cósmico que le proporcionó grandes inventos.
Los abusones no tenían nada que hacer contra las nuevas herramientas de Nobita que además intentaba impresionar constantemente a su amada. Una forma de ver qué toda situación puede cambiar, con ingenio y dedicación podemos conseguir que una persona especial nos cambie por completo. Además en la serie se inculcaba mucho la realización de los deberes y la necesidad de estudiar.
Los caballeros del zodíaco
Los dibujos de los caballeros del zodíaco pasaron desapercibidos, pero tenían su parte importante. Cada uno de estos caballeros luchaba para acabar con el mal. En cada nueva batalla estaban más cerca de una armadura especial, la del zodíaco que les proporcionaría poderes increíbles.
En la vida nos encontramos con distintas fases que nos llevan de un sitio a otro. Como estos caballeros, no debemos perder de vista nuestro objetivo último y luchar hasta conseguirlo. Seguro que más de un niño se emocionará con combates interminables y apoyará el bien en la batalla.
Los trotamusicos
Los trotamusicos eran unos animales que tenían una orquesta. Cada uno tocaba un instrumento y nos hacía repetir sus canciones una y otra vez. Un canto al respeto a los animales y a la música como elemento esencial. Una forma de conseguir que los niños se tomen en serio las clases de música.
La inspiración que se consigue con este tipo de series de dibujos puede conseguir que cambien de opinión. En los 90 fue toda una serie de culto que nos proporcionaba más de un buen momento frente al televisor. Estos animales tenían un espíritu muy humano detrás.
Isidoro
Más de 5 millones de gatos de color naranja se llaman Isidoro. Gran parte de este éxito es por la serie de los 90. Este gato era muy especial, una especie de Garfield un poco más activo. Se movía por el barrio como pez en el agua, escapando de los perros y conquistando gatitas. En el mundo de los gatos Isidoro era el rey.
Todos le admirábamos, era un animal que tenía todas las buenas cualidades de una persona de éxito. Sabía resolver a la perfección cualquier contratiempo y hacer frente a las dificultades en que se encontraba un gato callejero. Una lección que merece la pena inculcar a los más pequeños, todo tiene solución si se busca la forma de acabar con el problema.