Los Thyssen han sido una de las familias más distanciadas del mundo del papel couché de la historia de España. A raíz del fallecimiento del Barón Thyssen, y con la llegada de Alba a la familia, Tita Cervera y Borja se distanciaron, parecía, para siempre. Pero, de nuevo, parecen ser una familia unida de nuevo, y todo gracias al bien que les une: el arte.
La familia al completo
Ningún miembro de la familia Thyssen se ha querido perder una de las citas más importantes del mundo del arte en España. Este miércoles era la inaguruación de la feria ARCO en Madrid, que reúne a muchísimos galeristas del mundo en torno al mundo del arte contemporáneo. Por eso, los Thyssen no se han querido perder la ocasión de contemplar, con sus propios ojos, qué es lo que se está cociendo en el mundo del arte.
Y es que, aunque no ha sido posible encontrar una instantánea de todos juntos de nuevo (de Borja, Carmen y Blanca), los tres han asistido al acto juntos, y han estado repasando las nuevas tendencias, cogiendo ideas para nuevas adquisiciones con las que ir completando la colección familiar.
Tita Thyssen, cogiendo ideas
A Carmen la hemos podido ver muy concentrada en su labor como vicepresidenta del Patronato que se ocupa de su museo. Sin duda, estaba buscando una obra que les pudiera cuadrar dentro del museo, o que encajara perfectamente en alguno de los salones de su casa.
Y es que, el arte contemporáneo es una de las facciones que el museo trabaja. De hecho, tiene una colección que bien podría crecer en este sentido, y por eso se han dejado ver por la feria, interesados, seguro, en alguna de las obras que se exponen estos días en IFEMA.
La familia Thyssen, juntos
De nuevo, Carmen y Borja parecen haber dejado atrás las diferencias que tenían hace años y están más unidos que nunca. Gracias a esta feria se les ha podido ver charlando. Puede que haciendo balance de las obras vistas y decidiendo cual adquirir, o simplemente poniéndose al día de sus vidas. Otro de los temas de los que puede que hayan tenido que hablar es de los problemas legales que tiene que afrontar Borja, tras habérsele pedido dos años de cárcel por un presunto delito de evasión fiscal.
También, por el gesto de Tita, podemos interpretar que lo que está es charlando con alguna persona que le haya saludado. Lo que se habrán estado diciendo, seguramente, es un secreto que solo conocerán ellos dos. Sin embargo, este encuentro entre toda la familia, que para nada ha sido casual, hace ver la buena sintonía que hay entre ellos.
Blanca, al margen de todo
La que no se ha querido meter en las conversaciones de la familia ha sido Blanca Cuesta, la mujer de Borja. Y es que, después de los múltiples desencuentros con su suegra, lo más seguro es que no le hiciera mucha gracia tener que hablar con ella. La hemos podido ver junto a su marido, pero no en compañía de Carmen, que ha estado dando paseos por la exposición, buscando la obra perfecta.
Blanca, por su parte, ha preferido recorrer la feria a su aire, o acompañada de su marido. Parece ser que no le apetecía ir acompañada también de su suegra, o puede que también le haya estado ayudando a buscar esa obra que tanto ansía. A pesar de eso, si la ha encontrado, habrá preferido decírselo a través del móvil, y no acercarse a hablar con ella.
Haciéndose fotos
Como toda una celebridad, entre escultura y cuadro, Carmen estaba dispuesta a hacerse una foto con todos aquellos que quisieran. Muy cercana y simpática, parece que el encuentro con su hijo le ha venido bastante bien. Por eso, encantada, posaba con cada persona que se lo pedía, y charlaba amigablemente con ella.
Puede que ella no esté pesando en estos momentos en la maltrecha cuenta de la familia, o en los problemas judiciales que puede hacer que su hijo acabe condenado. Pero, lo cierto es, que Carmen disfruta pasando tiempo con lo que más quiere: los cuadros.