La infanta Elena es uno de los miembros más queridos de la Familia Real. Durante años tuvo una constante presencia en actos oficiales. Sin embargo, tras el estallido del caso Noos se la apartó de forma preventiva de sus funciones institucionales por miedo a que el escándalo pudiera salpicarle. Te contamos cómo es la hija mayor de los Reyes Eméritos.
Una mujer liberada
La infanta Elena es otra desde que se separó de Jaime de Marichalar. Ha recuperado viejos amigos con los que comporte viajes y ratos de ocio. Le gusta pasar desapercibida y saca el genio a pasear cuando divisa a algún fotógrafo en su camino. Esto hace que ponga especial cuidado en preparar las salidas para no ser captada. Y más cuando se trata de algún amigo especial.
Se ha rumoreado fuertemente que Luis Astolfi es presente en su vida. Tuvieron un romance cuando ambos eran muy jóvenes. Su pasión por la hípica les unió pero él se casó con su novia de entonces. A Elena le costaría más encontrar el amor. Tuvo que esperar varios años hasta topar con Jaime de Marichalar.
Yo me quedo en Sevilla
Jaime de Marichalar no cautivó a la hija mayor de los Reyes Eméritos a primera vista. Tuvo que picar mucha piedra hasta conseguir que ella le mirara con otros ojos. Al final, la pareja anunció su compromiso matrimonial y, posteriormente, llegó la boda en Sevilla. La infanta siempre ha tenido mucho tirón por el Sur y sus costumbres, y de ahí su decisión.
Cuando parecía que la pareja estaba enamoradísima, uno de los fotógrafos que siguió su luna de miel explicó que no observó gestos cariños entre los duques. Ambos mantenían una actitud alejada en público. Sin duda, fue una constante durante su vida marital. A Jaime siempre se le recordará cuando compareció ante la prensa para brindar por el nacimiento de su hijo mayor, Froilán. Sobre el bebé, manifestó: “Pobrecillo, se parece a su madre”. Fue una equivocación que levantó risitas maliciosas.
La mano de Marichalar se notó en Elena. Pronto empezó a lucir creaciones de alta costura. Esto, unido a otros detalles, hizo que les apodaran los duques de lujo. Durante una larga temporada, más que una infanta, la hija mayor de los Reyes Eméritos parecía una dama de Beverly Hills. Se anunció que Elena estaba embarazada de su tercer hijo pero se malogró. Posteriormente, la pareja se diría adiós. Aseguran que fue ella quien terminó con la relación porque ambos tenían diferentes maneras de ver la vida. Diferencias irreconciliables.
La timidez de doña Elena
Elena de Borbón no fue a la universidad. Su dominio del inglés hizo que aceptara ser profesora de este idioma en el centro donde había cursado sus estudios, Santa María de los Rosales. Sobre sus capacidades intelectuales han corrido muchos rumores. El primo de la Reina Letizia, David Rocasolano, habló sobre esta cuestión en su libro Adiós, princesa (FOCA)
“Es una señora que no habla prácticamente nada. Incluso, al saludar, muestra una parquedad mecánica, como si al estrechar su mano se activara un mecanismo que pusiera a rodar un disco en su interior. Un disco donde sólo han grabado tres palabras: ‘Hola, ¿cómo estás’… Nadie puede llevarse mal con Elena. Sería como llevarse mal con un árbol, o con el viento”.
Así relata la infanta en qué consiste su trabajo, según David Rocasolano: “Pues, mira… –su tono se transformó en el de una chica de ocho años contándole un cuento a su hermano de cuatro –. Yo cojo –se levantó –. Voy a la pizarra y escribo: blue. Y entonces les digo: ‘El cielo es… ¡bluuuuuuu!’ –y alzaba las manos hacia lo alto mientras alargaba la vocal como un perro aullando a la luna… Patricia y yo nos quedamos sin capacidad de reacción mientras Elena volvía a sentarse y recuperaba su compostura natural, o adulta, no sé cómo expresarlo. El caso es que acabábamos de ver a una mujer de cuarenta años transformada en una especie de muñeco articulado y con una grabación dentro”.
Las amistades de Elena de Borbón
Rita Allende-Salazar pasa por ser la mejor amiga de doña Elena. Sin embargo, las otras íntimas de Elena de Borbón desconfían de ella: “La amiga que más filias y fobias despierta es Rita Allende-Salazar. Para parte de sus compañeras del colegio, ‘la adula y la mantiene desconectada de la realidad’. Cuando la llamo, se niega a hablar y cuelga el teléfono. La condesa de Ventosa está casada con un teniente coronel de la Guardia Real, José María Álvarez de Toledo, y no tiene hijos. Aunque es seis años mayor, se hicieron íntimas desde niñas”.
Así continúa con su relato alguien que bien conoce a la hija de los Reyes Eméritos en Vanity Fair: “En su finca de Muñopedro, Segovia, la duquesa de Lugo pasó largos fines de semana montando a caballo y yendo a misa en el pueblo de Marugán, cuando el 13 de noviembre de 2007 la Zarzuela anunció el ‘cese temporal de la convivencia’ con Marichalar. Un eufemismo para maquillar lo que acabaría convirtiéndose en un divorcio el 21 de enero de 2010. Ella le devolvió el favor cuando enfermó de cáncer y la acompañó muchas noches en el hospital. Rita fue también la persona que le ayudó a mudarse a un chalé de la Colonia Fuente del Berro cuando abandonó el domicilio conyugal de Ortega y Gasset (comprado con una herencia recibida por Marichalar), mientras acondicionaba su nueva casa”.
Vuelve a tener presencia
Ha sido la infanta Elena quien más ha acusado la separación familiar. Desde que don Felipe se casara con doña Letizia, las cosas ya no son como antes. Lejanos quedan los días en que ambos hermanos mantenían una estrechísima relación. A pesar de su regio porte, la hija mayor de los Reyes Eméritos es la más vulnerable de la casa. Aguanta y sufre en silencio. No es amiga de airear intimidades.
A todo esto, hay que añadir que cuando estalló el caso Noos, fue apartada de las funciones institucionales. Alguien con muy poco sentido y sensibilidad organizó la puesta en escena de este adiós a Elena. Ocurrió el día de la Hispanidad y todo el mundo pudo ver como ella y sus hijos ocupaban un lugar fuera del reservado a las autoridades. A pesar de todo, la infanta no manifestó descontento. Sabía que ese momento iba a llegar y se preparó. No obstante, siempre ha dejado claro que si la necesitan para algún acto, ahí estará.
No cabe duda de que los Reyes condenaron al ostracismo a doña Elena. Sin embargo, algo se está moviendo en Zarzuela porque vuelve a tener presencia en la agenda oficial. Está previsto que haga entrega del Premio Caballo de Oro a la Guardia Real en Cádiz el próximo día 11 del corriente.