A lo largo de la historia del cine y de las películas, hemos tenido la oportunidad de ver cambios radicales en nuestras celebrities favoritas, como exigencia del guion para la interpretación de un personaje.
En muchos casos, estas transformaciones van más allá de cambiar el color del cabello o utilizar prótesis. Algunos de estos cambios están relacionados con la pérdida o ganancia de peso, entrenamiento físico, aprender una actividad determinada, entre otros.
A continuación, te presentamos los cambios más radicales de nuestras celebrities favoritas, quienes han llevado sus cuerpos al límite por exigencias del personaje, con la finalidad de retratarlo de la mejor manera posible:
Christian Bale

Podríamos afirmar que Christian Bale es uno de los actores de Hollywood que, en cada interpretación, se somete a cambios físicos realmente impresionantes, cueste lo que cueste. Es por ello, que encabeza la lista.
Uno de los mayores cambios experimentados por el Bale ha sido en la película “El maquinista”, en donde interpreta el papel de Trevor Resnik, un maquinista con insomnio severo que lo conduce a la pérdida severa de peso.
Christian Bale tuvo que perder alrededor de 25 kilos, siguiendo una dieta hipocalórica en la que solo comía una manzana y una lata de atún al día y sólo podía tomar agua o café y varias cajetillas de cigarros al día.
Otro cambio importante fue en la película “Escándalo Americano”, en donde interpreta a un estafador en los años 70, para lo que tuvo que engordar 30 kilos
Recientemente, Bale interpretó al vicepresidente de los Estados Unidos, Dick Cheney en la película “Vice” y aumentó 30 kilos. Según declaró a Variety , para hacerlo “comió muchas tartas”.
Matthew McConaughey

Sin duda, Matthew McConaughey interpretó uno de los papeles más importantes de su carrera, que lo convirtió en un digno merecedor de elogios y ganador del premio Oscar como mejor actor en el año 2013.
McConaughey perdió alrededor de 10 kilos para darle vida a un paciente con VIH en la película “Dallas Buyers Club”.
El actor tuvo que perder más de 20 kilos, poniendo en riesgo su salud. En declaraciones al “The Huffington Post”, el actor confesaba: «No voy a mentir. La dieta fue extrema. Perdía cuatro kilos por semana. Tomaba una Coca Diet, dos claras de huevo a la mañana, una porción de pollo, otra Coca Diet. Fue durísimo, siempre estaba hambriento y muy irritable. Mi cuerpo era como un pichón de pájaro pidiéndome todo el tiempo que lo alimente y yo sabía que no iba a hacerlo. Es difícil”.
Nicole Kidman

Nicole Kidman es otra de las artistas que le gusta experimentar cambios y transformaciones a la hora de caracterizar a un personaje. En el año 2002, la vimos convertirse en una de las grandes escritoras de la literatura inglesa, Virginia Woolf, en la cinta “Las horas”, dejando a todos atónitos con el cambio en su rostro, en donde la actriz se sometió a sesiones diarias de tres horas para poder colocarle una nariz postiza, aprendió a escribir con mano derecha, puesto que la actriz australiana es zurda. Todo esto para parecerse a la escritora.
Ese mismo año, Kidman fue premiada con el Oscar, el Globo de Oro y un BAFTA como mejor actriz.
Más recientemente, se pudo ver a una Nicole Kidman totalmente irreconocible en la película del año 2018 “Destroyer”, donde tuvo que perder peso y enfrentarse a un durísimo maquillaje para encarnar a la detective Erin Bell, un personaje con un aspecto realmente deprimente.
Adrien Brody

En la película “El pianista”, dirigida por Roman Polansky, el actor estadounidense interpretó el papel de Wladyslaw Szpilman un pianista que pasó dos años escondido en el gueto de Varsovia durante el holocausto en la Segunda Guerra Mundial. Esta transformación trascendió el aspecto físico, pues también puede considerarse como una transformación psicológica y social.
Brody practicó el piano durante cuatro horas cada día e hizo muchos sacrificios por el papel. El actor sentía que para interpretar a un hombre que perdió todo, tenía que hacer lo mismo y a partir de allí, abandonó su departamento, su automóvil, desconectó todos los teléfonos para evitar el contacto con amigos y familiares y se fue a Europa.
Perdió 20 kilos para interpretar a una víctima del holocausto y encarnar al personaje que estudió e investigó mucho sobre el holocausto que lo dejó deprimido y perturbado durante más de un año.
Su dieta, como él mismo afirma, fue básicamente no comer. Se alimentaba a base de dos huevos duros y un té verde en el desayuno, pollo para el almuerzo y un poco de pescado con verduras hervidas para la cena.
Su actuación lo hizo merecedor del premio Oscar a mejor actor en el año 2002.
Joaquin Phoenix

La aplaudida interpretación de Joquin Phoenix en “Joker”, el archienemigo del Batman, sorprendió literalmente a todo el mundo, no sólo con su transformación física, sino con la interpretación de un personaje perturbador, en donde pudimos conocer sus orígenes y cómo fue su lento descenso hacia la locura. Phoenix se une a la lista de actores camaleónicos que en cada interpretación se convierte en una persona totalmente diferente.
Para convertirse en el Joker, el actor de 44 años de edad perdió 22 kilos en ocho meses, por lo que su aspecto físico cambio completamente. El actor ha comentado que trabajó con un médico de confianza que lo orientaba y se encargaba de controlar el proceso.
“Engordé casi 5 kilos antes de comenzar a perder peso porque sabía que tenía que ponerme a dieta para el personaje. Me pasé un mes comiendo de todo lo que no debía para después comenzar con la dieta, aunque sé que es una estupidez”, afirmaba el actor quien asegura que no es la persona más sociable cuando está a dieta”.
“Es horrible. Uno nunca es lo suficientemente consciente de cómo gira todo en torno a los alimentos socialmente. Para mí es un período bastante solitario porque es miserable para otras personas y para uno mismo”.
A pesar de haber perdido peso de manera supervisada, el actor explica que todo no fue tan sencillo: “Las cosas no fueron más fáciles cuando llegué al peso que me había marcado. Me obsesionaba engordar apenas unos gramos. Es cierto que al final desarrollas una especie de trastorno”, comentó.
Su actuación le valió todos los reconocimientos en la temporada de premiaciones en el año 2020, como mejor actor: el premio Oscar, un Globo de Oro, un BAFTA y un SAG. Es uno de los mejores actores que tiene la industria del cine, ofreciendo actuaciones históricas y realmente magistrales.
Renee Zellweger

Uno de sus personajes más recordados sin duda alguna, hace referencia a la entrañable Bridget Jones, si bien es cierto que la actriz de 51 años, ha cambiado en muchas ocasiones, para este personaje, Renee Zellweger tuvo que engordar más de 13 kilos, nada más y nada menos que en dos oportunidades para la primera y segunda parte del filme. Afortunadamente, para la tercera entrega de Bridgett Jones, la actriz no tuvo que subir de peso.
Seguidamente, la actriz tuvo que transformarse para el papel de Roxie Hart en la cinta “Chicago” del año 2002, donde adelgazó considerablemente en tan corto tiempo.
Para el año 2019, la actriz le dio vida a la también actriz y cantante, Judy Garland en la película “Judy”. Nuevamente, Zellweger se sometió a un importante cambio físico en donde luce irreconocible.
La interpretación de Renee Zellweger se ubica en los últimos años de la cantante, por lo que la actriz tuvo que usar peluca, lentes de contacto y prótesis dentales para parecerse lo mejor posible a la protagonista del “Mago de Oz”, además de tomar clases de entrenamiento vocal.
Zellweger se alzó con el premio Oscar y el BAFTA a la mejor actriz en el año 2020.
Jared Leto

El actor y cantante de rock es otro ejemplo de un actor que es capaz de cambiar su apariencia para adaptarse a un papel. Jared Leto ha demostrado a lo largo de su carrera que no tiene miedo de llevar su cuerpo al límite para hacer grandes cambios.
En la cinta “Réquiem por un sueño” (2000), el actor perdió un poco más de 10 kilos a causa de su aislamiento consentido por las calles de Nueva York”, con la finalidad de retratar a un personaje inmerso en el mundo de la drogadicción. Leto asegura que “es la cosa más dura que ha hecho en su vida”.
En “El asesinato de John Lennon” (2007), película donde interpretó a Mark David Chapman, el asesino de Jhon Lennon, el actor engordó casi 32 kilos. Posteriormente, Jared Leto confesaba que subir de peso le causó problemas de inestabilidad emocional durante casi un año.
En la película del año 2013, “Dallas Buyers Club”, película que valió un premio Oscar y otros importantes galardones. Leto perdió alrededor de 30 a 20 kilos, se afeitó las cejas y se depiló todo el cuerpo. Un dato interesante es que, para la preparación del personaje, el actor se dedicó a registrar los testimonios de personajes transexuales.
Finalmente, para “El escuadrón suicida”, la película en la que el actor interpretó al legendario Joker, Leto se vio obligado a aumentar de peso al comer más de lo normal y hacer ejercicio a diario. El actor ha revelado que, en el proceso de preparación para estos roles, ha luchado tanto mental como físicamente.
Natalie Portman

Para interpretar a una bailarina profesional en la película del director Darren Aronosky, “El cisne negro” (2010). Natalie Portman tuvo que adelgazar un poco más de 10 kilos, entre otras cosas que requirieron mucho esfuerzo físico y mental.
El director de la película quería que Portman luciera como una bailarina profesional, por lo que era necesario que la actriz tuviera músculos alargados y una postura perfecta.
“Fue el papel más físicamente demandante que he tenido. Empecé a entrenar un año antes y tuve que continuar entrenando a lo largo de la filmación, después de trabajar 15 o 16 horas diarias, lo que fue bastante extremo”, comentaba la actriz de 39 años, quien además realizó el 90% de las tomas de baile de la película.
Adicional a los entrenamientos que consistían en tres horas diarias de ballet, también nadaba kilómetro y medio y finalmente tonificaba por dos horas. Natalie Portman practicó “Power Plié”, rutina que fue desarrollada por los expertos del English Nacional Ballet, con la cual entrenan para obras como “El Cascanueces” y “Romeo y Julieta”.
No cabe duda que todo esfuerzo tiene su recompensa. La actriz nacida en Israel, ganó el Oscar a la mejor actriz ese año y contrajo matrimonio con el coreógrafo de la cinta, el francés Benjamin Millepied.