De más está decir que la relación de los duques de Sussex con la realeza británica no está en un estado amigable, y solamente un ingenuo diría que esta fricción entre la pareja y la familia real no tiene nada que ver con Meghan Markle. Y es que la norteamericana y esposa del príncipe Harry llegó a la familia británica para “sacudir la mata” y dejar caer unas cuantas caretas reales.
Todo esto ocurrió desde que los duques decidieron desistir de sus responsabilidades reales y mudarse a Canadá, donde llevan una vida supuestamente normal, y desde donde intentarán (de acuerdo con tabloides británicos) grabar un reality show sobre las realidades de la realeza. ¡Es la vida real como nunca antes la habías visto! Sin embargo, pese a que esta separación se materializó hace aproximadamente cuatro meses (lo cual mortificó a la Reina Isabel II, quien se enteró, al igual que toda su familia, por medio de un mensaje de Whatsapp), tanto Harry como Meghan siguen teniendo que cumplir con ciertas responsabilidades. Y durante una de estas “responsabilidades” que Meghan tomó la oportunidad de lanzar dos mensajes bien subliminales pero claros a los reyes del Reino Unido que enloquecieron a los periodistas de la Gran Bretaña. Pero, ¿qué hizo Meghan esta vez para merecer tanta mala publicidad?
El discurso

Fue precisamente el martes de esta semana que la duquesa de Sussex, que ahora cuenta con muy pocos compromisos de realeza, se presentó en una cumbre del movimiento Girl Up (que traducido al castellano sería Mujeres Arriba) donde le tocó hablar con un numeroso grupo de chicas sobre la importancia de amarse a sí mismas y de hacer lo correcto.
Luciendo el cabello exageradamente largo, Meghan se quitó el tapabocas para comenzar un discurso que muchos pensaron se trató de un mensaje subliminal pero muy directo a la realeza del Reino Unido, especialmente porque habló sobre unidad y a la vez, sobre batallar por los sueños y superar los obstáculos que otras personas quieren imponerles a las chicas por ser diferentes.
Las palabras emotivas

Cuando llevaba a cabo funciones como realeza, la esposa del príncipe Harry rara vez habló con la verdad y dio emotivas charlas sobre cómo se siente estar oprimida por las reglas y por las normas dictadas por otros superiores. Por ende, se podría decir que este es el primer discurso emotivo y honesto que Markle da desde que se materializó la separación entre el matrimonio y la realeza. Entre sus palabras más destacadas resalta el hecho de que sugirió a las chicas “ignorar las voces negativas”.
“A veces esas voces pueden parecer demasiado fuertes y muy ruidosas. Podéis usar vuestras propias voces para ahogar el ruido. Porque eso es lo que es. Solo ruido. Pero vuestras voces son las de la verdad y deben ser mucho más fuertes”.
Mensaje de fortaleza

Meghan continuó señalando la importancia de la fortaleza y de decir la verdad e instó a las chicas a hacer mucho más de lo que la sociedad les impone, aunque a las demás personas no les parezca apropiado o incluso, decente.
“Seguid desafiando, seguid presionando. Haced que se sientan incómodos. Porque solo en esa incomodidad creamos las condiciones para reestructurar nuestros estándares, nuestras políticas y nuestro liderazgo”.
En el discurso que duró cerca de 35 minutos, Meghan también señaló que “creer en la igualdad no es suficiente. Hay que hacer, más allá de creer. Tenemos que trabajar por ello todos los días, incluso cuando es difícil, incluso cuando otros se sientan incómodos. Tenemos que hablar por nosotros mismos y por aquellos que luchan para ser escuchados”.
Este es uno de los temas más sonados en los medios de comunicación en la actualidad debido a las constantes protestas que se evidenciaron en los Estados Unidos y en el mundo tras la muerte del afroamericano George Floyd, quien perdió la vida injustamente en manos de policías. Meghan, siendo la primera persona de color en casarse con la realeza, no perdió la oportunidad para hablar sobre el tema de la desigualdad, aunque algunos de sus críticos apuntaron que en su discurso, no dejó mucho espacio para la reconciliación.
Palabras de aliento

Meghan también subrayó que para vencer la desigualdad:
“… continuad creyendo en vosotras mismos, en lo que os hace únicas. Y no tengáis miedo de hacer lo que sabéis que es correcto, incluso cuando no es popular, incluso cuando nunca antes se ha hecho, incluso si asusta a la gente, e incluso si te da miedo. A menudo es el miedo lo que nos paraliza y nos impide ser valientes y audaces. Pero no subestiméis que tenéis la respuesta. No subestiméis vuestra habilidad para superar el miedo. La tenéis arraigada en vuestras convicciones, la capacidad de crear un mundo que es justo y amable. Vuestro instinto os dirá lo que está bien y lo que está mal, lo que es justo e injusto. La parte más difícil, y así lo fue para mí, es perseguir vuestras convicciones con determinación”.
Sus últimas palabras

Meghan cerró el discurso con palabras muy personales que resaltaron la importancia de vencer los obstáculos, aun cuando estos parecieran ser “abrumadores” o gigantescos y señaló que “la adversidad siempre será más pequeña de lo que parece”.
“Es fácil sentirse abrumada, lo sé. Así que estéis en el punto en el que estéis, el cambio que estáis buscando podría no sentirse algo natural, pero cuando miréis atrás, os prometo que veréis que todo suma”.
Lo que no dijo

Es incierto saber por qué Meghan escogería hablar sobre temas tan personales a un grupo de chicas tan jóvenes, pero muchos especularon que sus palabras estaban dirigidas al racismo sistemático de la realeza que la motivó a ella y a su esposo, el príncipe Harry, a alejarse de la realeza.
Otros, sin embargo, fueron menos cínicos y aseguraron que se trata de los difíciles acontecimientos raciales que se han llevado a cabo en todo el mundo y que ella misma, habiendo sido víctima de muchos de estos obstáculos, se sintió motivada para dar un discurso honesto y sincero a un grupo de jovencitas que apenas está comenzando a vivir.