El joven permanece ingresado en el Centro San Juan de Ciempozuelos desde 2017 para tratarse de sus problemas de adicciones y de los trastornos mentales que el consumo continuado de estupefacientes le provocó. José Fernando continúa luchando para salir a flote, pero la batalla se le está haciendo más larga y dura de lo que esperaba. Tanto él como su familia están llegando a su límite y cada vez les cuesta más trabajo no venirse abajo ante este horrible calvario de cuatro años. ¿Quieres saber qué ha pasado y conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
José Fernando roza el infierno
> El colombiano tenía solo trece años cuando su madre se marchó para siempre aquel fatídico 1 de junio de 2006, y canalizó su profundo dolor de la peor de las maneras. Cuando todavía era un preadolescente, empezó a frecuentar las malas compañías y a coquetear con los estupefacientes, una conducta que le sumergió de lleno en una espiral de autodestrucción que casi acaba con su futuro. Los problemas con la Justicia se le sucedían y fue detenido en varias ocasiones, hasta que una de sus infracciones le costó la cárcel. Por desgracia, José Fernando no aprendió la lección y su último incidente casi acaba con todo atisbo de esperanza que sus seres queridos tenían puesta en que al fin encarrilara su vida.
Tras un encontronazo con las autoridades, en el que incluso agredió a un policía, el futuro pintaba muy negro para José Fernando. Con los antecedentes penales que tenía, todo apuntaba a que un juez ordenaría de nuevo su ingreso en prisión, pero su padre, desesperado intentó jugar la última carta para salvar el futuro de su hijo. Ortega Cano alegó que su primogénito no estaba en sus plenas facultades mentales y que necesitaba un examen psiquiátrico para determinar los daños que el consumo continuado de estupefacientes podrían haber causado en su personalidad. El magistrado atendió estas peticiones y finalmente se llegó a la conclusión de que, efectivamente, el hermano de Gloria Camila estaba sufriendo algunos desbarajustes mentales.
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La última esperanza de José Fernando
> «Mi hijo no puede entrar de nuevo en la cárcel. Tiene que estar en un lugar donde puedan tratarle y es la única manera de que salga a flote. Hay momentos en los que no puedo más«, lamentó Ortega Cano a Vanitatis en su día. Dicho y hecho, José Fernando ingresó en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos el 31 de mayo de 2017, solo un día antes de que se cumpliera el 11 aniversario de la muerte de su madre. Allí permanece desde entonces, en el ala especializada en la salud mental, donde recibe tratamiento para curar sus adicciones y recuperarse de las secuelas mentales que estas le provocaron. El joven lucha incansablemente para recuperarse por completo y recuperar su ansiada libertad, pero el camino se está haciendo más largo y duro de lo que pensaba.
Especialmente en la última temporada, puesto que la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus ha llevado al Centro San Juan de Dios a restringir las visitas a la clínica y a limitar mucho las actividades de los pacientes. Desde marzo del año pasado, la estancia de José Fernando en el psiquiátrico se ha vuelto muy monótona y ahora ni siquiera puede relacionarse con los internos de otras alas, con los que había entablado buena relación y hasta amistad. Además, el hecho de no poder ver a su familia se hace especialmente duro para él, y hace falta remontarse al pasado 25 de diciembre para recordar la última vez que Ortega Cano pudo reunirse con su hijo, por los permisos especiales que concedió la clínica por las fechas navideñas.
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Gloria Camila llora por José Fernando
> Las normas del centro San Juan de Dios son muy claras: hasta que pase la situación de pandemia de coronavirus, los pacientes solo pueden recibir la visita de un único familiar durante hora, y siempre ha de ser el mismo. En el caso de José Fernando, es Ortega Cano el que se desplaza hasta la clínica siempre que puede, lo que deja a Gloria Camila en una situación muy complicada. La joven lleva mucho tiempo sin ver a su hermano y la nostalgia ya ha hecho mella en ella. De hecho, hace pocas semanas se vio a la colombiana llorando a lágrima viva, y aunque al principio todos pensabas que su tristeza se debía a una bronca con su pareja, Antonio David Flores explicó en Sálvame que lo que le pasaba en realidad era que echaba de menos a su hermano.
«La llamada viene relacionada con José Fernando.El problema del asunto del coronavirus. Ella tenía previsto ir a visitarlo y por este motivo no puede ir a visitarlo y entonces habla con él, su hermano le cuenta, ella rompe a llorar, termina de hablar con el hermano, llama a su padre», reveló el colaborador de Sálvame, haciendo así patente el dolor y hastío de una familia que solo quiere abrazar de nuevo a uno de los suyos. ¿Cuánto más tendrán que esperar?