Will Smith es una de las celebridades más populares del mundo gracias a sus trabajos como actor, rapero y productor musical y cinematográfico. Su talento como interprete y como cantante le ha reportado varios reconocimientos importantes, pues ha sido ganador de cuatro Premios Grammy y cuenta con dos nominaciones a los Óscar y ha estado nominado en los Globo de Oro hasta en cuatro ocasiones. Comenzó como rapero a finales de los 80, pero fue a partir de 1990 cuando dio el salto a la fama con la mítica serie The Fresh Prince of Bel-Air. A partir de entonces el ascenso fue meteórico e imparable, y 30 años después, el actor de Filadelfia sigue en lo más alto.
LA ESTRELLA MÁS RENTABLE DEL MUNDO

La revista Forbes lo ha catalogado como una de las estrellas más rentables de todo el mundo, a pesar de algunos fracasos de taquilla como fue el caso de After Earth en 2013. De las 20 películas que ha protagonizado, 16 de ellas han proporcionado más de 100 millones de dólares cada una de ganancias, cinco de ellas superando los 500 millones de dólares de recaudación en todo el mundo. A partir de 2014 sus largometrajes han conseguido recaudar alrededor de 600 millones de dólares en taquilla. Pero no todo ha sido coser y cantar en la vida de Will Smith, y de hecho su pasado está lleno de pasajes oscuros.
EL PADRE DE WILL SMITH ERA ALCOHÓLICO

A punto de lanzar un libro autobiográfico, el actor ha decidido confesar uno de los momentos personales más sórdidos de su vida. Y es que ha reconocido que en cierta ocasión se le pasó por la cabeza matar a su padre para vengar a su madre de los malos tratos que había sufrido. Will Smith creció en una familia desestructurada, en la que su padre era alcohólico y violento, lo que le llevó en más de una ocasión durante su infancia a ser testigo de escenas de maltrato. Sin embargo fue un episodio en concreto el que llegó a marcar profundamente su personalidad y a determinar incluso su carrera.
LA CRUEL ESCENA QUE LE MARCÓ PARA SIEMPRE

Cuando tenía nueve años, Will Smith presenció como su padre golpeaba a su madre en la cabeza con tanta fuerza que se cayó al suelo escupiendo sangre. Una escena que resultaría aterradora para cualquier niño y que para el futuro actor, marcó su forma de ser. Aunque la relación con su padre fue muy dual, entre el amor y el odio, durante muchos años fantaseó con poder vengarse de su padre por aquellos episodios de maltrato. Esta fabulación cobró más realismo en un momento concreto, siendo ya Will un hombre adulto.
FANTASEÓ CON MATAR A SU PADRE

El actor y cantante ha tenido el valor de compartir con su público un momento tan íntimo y oscuro de su mente, y ha explicado que se planteó su venganza en 2016 una noche en la que estaba cuidando de su padre, enfermo de cáncer. Le estaba ayudando a caminar desde su habitación hasta el cuarto de baño y de repente la idea pasó por su cabeza. Por el camino tenían que pasar por la parte superior de las escaleras y durante unos instantes se detuvo pensando que con solo un empujón podría quitárselo de encima para siempre.
Afortunadamente, descartó la idea, reconociendo que era producto del rencor y la ira acumulados durante años. Su progenitor William Carroll Smith, fallecía ese mismo año a causa de la enfermedad.
SU HIJO QUISO EMANCIPARSE A LOS 15 AÑOS

Otro pasaje complicado de la vida de Will Smith tuvo lugar cuando su hijo Jaden quiso pedir la emancipación a los 15 años. Ocurrió a raíz de la película de ciencia ficción After Earth, en la que padre e hijo asumieron roles protagonistas, también como padre e hijo en la ficción. El filme fue un auténtico fracaso de taquilla y aunque Will ya había pasado otros fiascos (por ejemplo Wild Wild West), al estar su propio hijo involucrado la situación le resultó más dolorosa.
Además, las críticas hacia el trabajo de Jaden fueron implacables, y aunque su padre pensó que le había preparado para este aspecto negativo de la fama, el adolescente no fue capaz de gestionarlo y se sitió traicionado por su propio padre. Al final no solicitó la emancipación, pero fue un momento familiar complicado.
LA MUJER DE WILL SMITH TAMBIÉN PASÓ POR ADICCIONES

La historia de Jada Pinkett, esposa de Will Smith y madre de sus dos hijos, tampoco ha sido fácil. Desde la adolescencia comenzó a desarrollar una serie de adicciones que se prolongaron durante muchos años. Sus progenitores también fueron adictos, ya que su madre Adrienne Banfield-Joes, ya recuperada, consumía heroína de forma habitual y su padre falleció por sobredosis en 2010. Jada comenzó a beber más y más en el instituto y al salir comenzó a mezclar sustancias, como éxtasis y marihuana. Además también pasó por un periodo de adicción a la pornografía y la masturbación.
Finalmente consiguió reaccionar en 1996 cuando estaba rondando El profesor chiflado, el remake de Eddie Murphy, un día que después de tomar la tercera botella de alcohol del día y su dosis de éxtasis, fue al trabajo y sufrió un desmayo. Como excusa explicó que la medicación que había tomado debía estar caducada. A partir de ese momento decidió´darle un giro a su vida.
LA INFIDELIDAD DE JADA A WILL SMITH

La familia Smith, además de ser una de las famosas y ricas de Hollywood, también es una de las más sinceras, lo cual forma parte del cariño que le tienen los fans. Jada, que presenta un espacio de entrevistas y charlas junto a su madre y su hija Willow, explicó el pasado 2020 ante el propio Will Smith que en un momento en el que el matrimonio pasaba por una crisis, le había sido infiel con el cantante August. El músico por su parte detalló que no había sido más que una aventura, que el matrimonio Smith tenían una relación abierta y que él y Jada estuvieron viéndose durante años, incluso viajando juntos por vacaciones. Pinkett niega este último aspecto y Will Smith no se ha pronunciado.