A quién no apetecen siempre unas almejas. Yo diría que nadie que las haya probado respondería que no las quiere. Habitualmente se suelen hacer «a la marinera«, que es la forma más tradicional que se ha utilizado desde nuestros ancestros para cocinarlas, pero aquí vamos a optar por una receta distinta, mezclándolas con otro producto tan típico español, y sobre todo asturiano, como es la sidra. Si los chorizos saben mejor con ésta, seguro que a partir de ahora son también muchos los que creen que este marisco casa igual de bien. Una de las ventajas además de este plato es que apenas nos va a llevar tiempo en la cocina.
Consejos previos para hacer las almejas

Como hemos dicho, nuestras almejas a la sidra pueden estar listas en apenas 15 minutos y lo que es mejor están buenísimas. Para hacerlas veremos que hay elementos opcionales como el azafrán, que es solo para poner un poquito de color a la salsa, y de ahí que tendrá que ser decisión de cada uno elegirlo. Lo ideal es tener todo preparado para cuando estén listas degustarlas, y antes de eso aconsejaría que una vez que veo que están abiertas se retiren del fuego y se las deje reposar tapadas unos minutos antes de servir inmediatamente, para que la carne de las almejas no se haga demasiado y esté en su punto.
Propiedades de las almejas

Las almejas son un molusco muy similar al berberecho, aunque se caracterizan por una concha más plana. No obstante, comparte con este las propiedades nutritivas, como el yodo. Por otro lado, es importante comer solo aquellas almejas que se hayan abierto durante la cocción y desechar las que permanecen cerradas. Se trata de un producto rico en nutrientes y de un sabor exquisito pero su consumo se debe realizar dentro de una dieta sana y equilibrada, puesto que hablamos de un alimento que aporta colesterol. Estos moluscos contienen hierro, sustancia necesaria para evitar anemias y generar glóbulos rojos. Asimismo, presentan una cantidad de potasio nada desdeñable que permite el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Ingredientes de la receta

Esta receta de almejas a la sidra, como ya hemos dicho, se puede realizar en apenas 15 minutos, por lo que ni tardaremos mucho tiempo en la cocina ni tampoco en localizar los ingredientes. Los que tendríamos que preparar serían 1 kilogramo de almejas, dos dientes de ajo, dos ramitas de perejil (solo las hojas), una cucharada de harina, un vaso de sidra, aceite de oliva, unas hebras de azafrán (opcional), sal y pimienta.
Limpiar las almejas

Lo primero que hay que hacer para preparar estas almejas a la sidra es dejarlas en un cuenco con abundante agua salada durante dos horas, para que suelten la arena que puedan tener. Durante ese tiempo a remojo hay que cambiar al agua a menos tres veces. Luego para saber si aún tienen arena hay un truquito sencillo. Se introducen varias almejas en un bote de plástico y se agita, y si rebotan ya no tiene arena, en cambio si no lo hacen, es porque pesan y siguen teniendo arena. En ese caso hay que volverlas a sumergir en agua con sal media hora y cambiar el agua cada 15 minutos.
Primeros pasos

Una vez tengamos limpias las almejas, se pelan los dientes de ajo y la cebolla, se pican finos, y luego se lava el perejil, se seca y se pica. Hecho esto se calienta en una sartén grande 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, se agregan los ajos, se doran un minuto y se añade la cebolla. Proseguimos la cocción unos 8 minutos a fuego medio bajo y dando vueltas de vez en cuando. Hay que tener cuidado de que el sofrito no coja color, y se añaden las hebras de azafrán, se salpimienta y se agrega la harina. La tostamos durante unos 2 minutos, sin dejar de mezclar con cuchara de madera.
Cómo finalizar la receta

Para finalizar nuestra receta de almejas a la sidra hay que enjuagar y escurrirlas antes de añadirlas a la sartén y regarlas con la sidra. Una vez hecho esto se tienen que remover y entonces se tapan y se dejan cocer unos minutos, hasta que las almejas se abran y el alcohol se evapore. Hay que recordar que si alguna permanece cerrada la retiramos, porque de ingerirla así podemos tener problemas de salud. Ya sólo quedaría servirlas espolvoreadas con perejil picado.