Diez años no son nada. Que se lo pregunten a ‘MasterChef‘, que, por mucho que haya perdido parte de su audiencia, como le viene ocurriendo en estos tiempos a cualquier formato veterano de nuestra televisión, sigue siendo uno de los buques insignias de TVE, mejorando bastante las cifras en las que se mueve hoy en día la televisión pública. Si quitas a Eva González, que prefirió mostrar sus dotes de presentadora en ‘La Voz’, parece que nada a cambiado en este talent culinario, en el que los tres jueces que comenzaron el mismo siguen fieles al formato. Uno de ellos, Jordi Cruz, se ha sincerado en una entrevista, confesando que él sí ha cambiado con el paso del tiempo.
El cambio por ‘MasterChef’

El que dicen que es el juez más duro de ‘MasterChef‘ no lo parece tanto cuando empieza a largar por su boquita en cualquiera de las entrevistas que le han hecho con motivo del décimo aniversario del programa. En una de ellas, la de Fórmula TV, el cocinero dice haber cambiado bastante con el paso de los años, «el equipo del programa me ha enseñado que existen los colores y el peine. He mejorado porque me he cuidado más». Según él ya no es tan duro como antaño ni se toma las cosas tan drásticamente como al principio, «con el paso de los años me he ido relajando un poco, me apetece que me vean como soy«.
Trato con los concursantes de ‘MasterChef’

Para esta décima edición de ‘MasterChef‘ no sólo se ha intentado, como en las nueve anteriores, contar con invitados de lujo, con los chef más prestigiosos de nuestro país e incluso de otros, sino también que entre esas personas que visitaran el programa estuvieran los ganadores de ediciones anteriores, tanto de anónimos, como de las entregas del celebrity, junior y de abuelos. Jordi Cruz ha señalado al respecto que «los aspirantes molan mucho y son gente normal, algunos con historias dramáticas», pero que le ha encantado ver a la mayoría porque «el reencuentro de todos los aspirantes de ‘MasterChef’ ha sido como una reunión del cole entrañable y divertida«.
Lo que nadie se cree

Entre las declaraciones del juez de ‘MasterChef‘ hay una que quizás ha sorprendido más que el resto, sobre todo porque a la mayoría del personal le resulta difícil creer. Y es que Jordi Cruz ha afirmado sin ninguna duda que «Me acuerdo de todos los 140 aspirantes de ‘MasterChef’. ¿Tú sabes lo que nos costó echarlos?». Seguramente a unos más que a otros, y a muchos de ellos los jueces les echarían con ganas, sobre todo después de ver los platos que habían presentado. Eso sí, el catalán ha querido dejar claro que «aunque soy muy sincero y digo las cosas muy crudas, he tenido buen rollo con el 98% de los aspirantes».
El futuro del programa

Por muchas ediciones de ‘MasterChef‘ que haya habido, Jordi Cruz tiene claro que tarde o temprano el programa desaparecerá de TVE, pero no le da miedo que eso se produzca porque parece tener las ideas muy claras de lo que él hará cuando suceda, como ha contado en otra entrevista a 20 Minutos: «Con Pepe cada año decimos lo mismo. Al principio decíamos que no iba a salir. Después que iba a durar un año… Lo pasamos bien, nos divertimos y nos ha ayudado a pasar épocas malas. Seguramente el restaurante habría ido peor sin esa exposición. Yo soy cocinero, no soy actor. Tengo cuatro restaurantes y mucho follón, cuando se acabe lo voy a agradecer porque podré dar vida a ese cocinero que el Jordi Cruz de la tele se come».
La próxima boda de Jordi Cruz

Los fans de ‘MasterChef‘ seguro que no querrán que ese momento, el del fin del programa, llegue nunca, igual que la novia de Jordi Cruz tampoco estaría muy contenta si una de las declaraciones de su chico en los últimos días se llegara a hacer realidad. Y es que el popular cocinero catalán ha vuelto a salir en defensa de la labor llevada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en su lucha por mantener la hostelería al margen del Covid, y hasta se ha permitido afirmar que «sigo pensándolo igual. Lo reafirmo y me casaría con Ayuso mañana«. Lo malo para él es que la popular política le coja la palabra y quiera también llevarlo al altar. Sobre todo para la novia de él.