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Anita Matamoros sin tapujos sobre su salud mental: «Me afecta más…»

Famosa desde la cuna por sus padres, Kiko Matamoros y Makoke, Anita Matamoros no deja de ser una gran desconocida. A pesar de contar con casi 700.000 seguidores en Instagram, con los que comparte aspectos muy íntimos de su día a día, la influencer se muestra de lo más tímida ante las cámaras y confiesa, para nuestra sorpresa, que es «más introvertida» de lo que pensaba.

Una revelación que ha hecho en el concierto de Malú, al que acudió horas después de romper su silencio sobre su padre y admitir que está viendo la nueva edición de Supervivientes y al colaborador, con el que hace casi dos años que no mantiene ningún tipo de relación.

Anita Matamoros se sincera sobre sus problemas de salud mental y habla de la importancia de acudir a terapia

Anita Matamoros

Incómoda, y aunque asegura que entiende el trabajo de la prensa, Anita ha intentado no volver a hablar de su progenitor y, asegurando que no está siguiendo demasiado el reality porque «no para» ha visto a todos los concursantes «muy bien», ha dejado en el aire si a su regreso de Honduras se plantea un acercamiento a su padre: «No voy a comentar. Mi mantra por así decirlo, esto es a lo que me dedico, a mí, a mis redes y no a esto«.

Centrada en su profesión y adelantando que pronto presentará su nuevo proyecto. Anita habló de su lado más vulnerable, revelando que a pesar de la imagen de seguridad que da en público, cada vez le afectan más las críticas: «Me sigo viendo en las fotos de photocall y digo es que estoy muy tensa. Venía súper preocupada porque vengo con el pelo sin hacer… es superficial pero luego te enfrentas a las críticas y tal, un largo bucle». «Sigo diciendo que mi mundo no es este» mantiene.

Normalizando los problemas de salud mental, como han hecho otros rostros conocidos, la hija de Kiko Matamoros nos ha contado que va a terapia y que, como ha hablado con su psicóloga, «la Anita de 17 años era mucho más fuerte que la de 21 años. A mí antes me daba totalmente igual y me doy cuenta que a medida que voy creciendo, lo que antes era insignificante, me afecta más y no sé por qué. Empecé a debilitarme y a ser más vulnerable, pero no sé donde está el detonante».

De ahí que Anita insista en la importancia de acudir a un profesional ya que, en su caso, «la terapia me sienta de maravilla. No pienso dejar de ir nunca porque estoy súper bien, tengo una estabilidad emocional sobresaliente«.