Son ya casi 16 años los que han pasado desde que Rosa López llegase a nuestras vidas de la forma más curiosa. 20 años tenía aquella chica que se presentaba al casting de un programa de televisión que nadie sabía muy bien de qué trataba.
Un fenómeno que catapultaría al éxito a un grupo de personas cuya fama, en ciertos momentos, les desbordaría incluso psicológicamente. ‘Operación Triunfo’: un proyecto que cambiaría radicalmente la vida de 16 personas para siempre.
Septiembre de 2001, casting de Rosa López
Los 16 participantes elegidos cobraban 700 euros por cada gala, para compensar económicamente a todos aquellos que dejaban a un lado sus estudios y sus puestos de trabajo. David Bustamante, por ejemplo, siempre dijo que no entró por dinero sino por su sueño. Él trabajaba de albañil en una obra y cobraba 150.000 pesetas al mes, es decir, 900 euros.
La primera aparición de Rosa fue impactante. Una chica tímida, prudente, con sobrepeso y con miedo a hablar por si decía algo que no se entendiese o que no supiese expresar del todo bien. Una inocente muchacha de una la localidad granadina de Peñuelas.
Primeras galas
Rosa López llegó al casting de ‘Operación Triunfo’ arropada por un halo de timidez y vergüenza que definitivamente dejaba a un lado cuando se subía al escenario. El vozarrón que derrochaba en sus actuaciones dejaba atónitos a jurado y audiencia que cada semana le daban el pase de oro como favorita del público a través de votaciones telefónicas.
Tan solo hubo un día en el que Rosa no pudo cruzar la pasarela, y es que fueron dos semanas seguidas equivocándose en la letra de sus canciones lo que hizo que el jurado la castigase con una nominación. Algo que duraría poco ya que sus profesores, con Nina como directora de la Academia, la salvarían ipso facto.
Ganadora de ‘Operación Triunfo’
Cuenta la propia Rosa que tan solo en el tiempo de los castings, del estrés, los nervios y la tensión acumulada, ya perdió cinco kilos. Entre el primer casting y la primera gala Rosa ya había adelgazado algo que antes no le había sido posible.
Además, el baile, su asignatura pendiente y las clases con Néstor, a quienes llamaban ‘TermiNéstor’, hicieron que la figura y el rostro de Rosa se viesen absolutamente diferente y mucho más fino y esbelto. Se escondía un precioso diamante en bruto al que tan solo había que pulir, como se refirió a ella la propia Carmen Lomana. Su victoria en ‘Operación Triunfo’ la llevó hasta Eurovisión, otro gran momento en su carrera y cuyo cambio físico ya empezaba a ser más que evidente.
Rosa en Eurovisión
2002 fue un año importantísimo para Rosa. Probablemente, el año que marcase su vida para siempre. Tuvo la suerte de ser acompañada por cinco de sus compañeros a la gala de Eurovisión que se celebraba en Tallín (Estonia). El fenómeno ‘Operación Triunfo’ se había extendido por Europa y todo el mundo sabía quién era la ganadora del programa de televisión más exitoso del siglo XXI.
Tras su participación en el festival musical más importante de Europa, Rosa López empezó a sufrir su verdadera transformación física. Los kilos se fueron yendo y con ellos, desafortunadamente, su voz.
Rosa en versión rubia
En 2009, años después de aquel apabullante y tremendo boom de ‘Operación Triunfo’, Rosa López hacía un cambio radical en su vida y en su melena. Un tremendo corte de pelo que dejaba a la granadina con una melena lisa y rubia. A pesar de haber llevado ortodoncia, su dentadura no estaba del todo arreglada, algo que después terminaría corrigiendo con unas carillas que le han dejado en estos días la sonrisa que ahora luce.
Antes de llegar a eso, Rosa López tuvo una etapa afro, pelo rizado, oscuro al más puro estilo Diana Rosa. ¿Quieres ver su foto? ¡Sigue leyendo!
Rosa a lo afro
Desafortunadamente, la carrera de Rosa se empezaba a estancar. Tuvo graves problemas de salud en su garganta (que posteriormente explicaremos) y que no ha sido capaz de expresar en público hasta hace escasamente dos meses. Rosa López ya no era Rosa de España, atravesó una etapa de la que todavía no ha terminado de recuperarse del todo.
Admite que todavía le llegan las balas y que no soporta cuando sus fans, o la gente por la calle, se le acerca a decirle que prefieren a la Rosa del «ozú, chiquillo. Tanto es así que ella misma ha confesado no poder ver imágenes suyas durante su paso por ‘Operación Triunfo’. Aún está herida.
Rosa López y su garganta
La ilustre ganadora de ‘Operación Triunfo 1‘ se sinceraba en el programa de Bertín Osborne y hablaba sobre su pasado familiar y profesional; y contó entre lágrimas cómo había sido su complicado camino hasta llegar al éxito, máxime cuando una inyección de alguien que se suponía era médico la dejó sin voz.
Un pasado que ha dejado atrás entre amargas lágrimas mezcladas con otras de alegría y que ahora le compensan con su nueva vida. Una vida llena de éxitos que, ademas ahora, compartirá en su propio docu-reality para el canal Ten #SoyRosa
Una nueva vida plena y feliz en la que, gracias a su esfuerzo y talento, posee ahora un patrimonio económico de lo más boyante.
Rosa y el éxito
La de Granada reconocía que la llegada del éxito le provocó grandes quebraderos de cabeza. Excesivos nervios y dudas que no sabía aceptar: “No estaba preparada para nada. Resultaba que todas las cosas que me habían enseñado mis padres, no me valían para nada. Continuamente tenía un estado de culpabilidad, de que todo iba a salir mal. Debería alegrarme pero no puedo ver vídeos de aquella época porque me choca mucho. Me da rabia verme así, me enfada”.
Sincera y directa, Rosa abordó la presión mediática pero también la de los propios seguidores que le perseguían por todos los lugares, incluso los más recónditos: “No podíamos caminar por la calle ni por el aeropuerto. Mi familia y yo nos hemos criado en una barriada, en lo peor, y a veces me da vergüenza, pero me siento muy orgullosa. El programa nos cambió la vida en todos los aspectos”.
Rosa y su pasado
Su confesión, que agitó las Redes Sociales, fue mayor cuando explicó que todavía ahora se siente confusa cuando vuelve a sus raíces: “Cuando vuelvo a Granada me da pánico porque retrocedo mucho, empiezo a hablar mal, a comer mucho y me digo que no puede ser», describió en el primer documental del reencuentro ‘Operación Triunfo’
«Ahora lo llevo mejor, pero hasta hace poco me sentía extraña estando en mi casa. Me siento en medio de dos realidades: como si no valiera para estar en un estilo de vida ni el otro. Tengo que evolucionar mucho, todavía. Pero quiero llegar, quiero llegar a sentirme bien”, confesó.