Un estamento tan tradicional como la monarquía es algo que debe evolucionar con el paso del tiempo. Letizia Ortiz es el más claro ejemplo de esa evolución monárquica del siglo XXI. Antes de su llegada a palacio, las quinielas estaban echadas. Parecía que nuestro príncipe solo podía casarse con aquella que tuviera sangre real o noble.
El más claro ejemplo era el de sus padres, Sofía y Juan Carlos, estaban destinados a estar juntos bajo una sola corona. Felipe y Letizia, además de otros reyes tuvieron que esperar a una segunda oportunidad para poder casarse. Repasamos las divorciadas más célebres con príncipe incluido.
Letizia, una reina inesperada
La Reina Letizia Ortiz representa la evolución de la Casa Real Española. Era la gran esperanza de una institución que necesitaba actualizarse: renovarse o definitivamente morir. Una persona de clase media, que se hizo su propio nombre en el sector que la vio crecer profesionalmente. Era la primera periodista que se convertiría en reina. También la primera divorciada.
Ese origen humilde era lo que la hacía atrayente para el público. Han pasado muchos años desde ese 1 de noviembre de 2003, momento en el que aquella dulce Letizia se presentaba ante el mundo como la futura reina de España. Poco queda de aquella sencillez inicial. Lo más destacable sus dos preciosas hijas, en especial, Sofia parece que han heredado esa espontaneidad de la madre.
Mette-Marit separada y con hijo
El caso de Mette-Marit es uno de los más escandalosos de la monarquía europea. Esta futura reina tiene un pasado que deja mucho que desear. Más allá de su formación o forma de ser. La que será reina de Noruega, tiene una fama que la precede no demasiado agradable. Demasiados modernos son estos escandinavos.
A Matte-Marit le hicieron un lavado de cara y la pusieron a estudiar. A día de hoy tiene una ingeniería, antropología social, periodismo, ética, historia de África y Oriente y dirección empresarial. Un amplio curriculum que esconde sus excesos con las drogas y ese hijo de un matrimonio anterior cuyo padrastro será Rey.
Mary Donalson de Dinamarca
Mary Donalson es otra de las de la quinta de Letizia que han acabado con un príncipe de forma inesperada. Esta mujer proviene de la otra punta del mundo, es australiana de nacimiento. Donalson muy activa en su etapa estudiantil, se licenció en derecho con la idea de ejercer esta profesión.
En los Juegos Olímpicos de Sidney conoció a un príncipe y desde entonces se convirtió en princesa. Es la plebeya que vio convertido su sueño en realidad de la noche a la mañana. Ella fue la que cambió la idea de que las reinas deben ser del país o del continente. La primera en cruzar medio mundo e integrarse a una nueva cultura.
Camila Parker Bowles
El amor tiene muchas caras y unas de las más célebres es la de Camila. Una mujer que pese a todas las dificultades ha acabado con un príncipe. Aunque parece que Carlos su marido nunca reinará. Dada la longevidad de su señora madre que ya roza los 100 años y está en plena forma, sin intención de abdicar.
Lo suyo fue de manual. Una mujer separada que acaba con un príncipe viudo. Camila y Carlos estaban hechos el uno para el otro, pero el mundo no lo veía así. Necesitaban luchar contra todos sus críticos y hacerse un hueco como una de las parejas reales europeas. Ahora son dos personas que se quieren de forma atípica, como duques, pero no como reyes.
Charlene, la reina con contrato
Los rumores sobre el Príncipe Alberto son algo que afecta a la monarquía monegasca desde hace décadas. Por un lado, es una persona que despierta todo tipo de suspicacias sobre su orientación sexual. Por el otro, tiene varios hijos reconocidos por el mundo, de distintas mujeres que reclamaron su paternidad.
En un campeonato de natación Alberto conoció a Charlene, era la perfecta madre de sus hijos. Una mujer atlética de origen sur africano que podía cumplir con las expectativas de una corona difícil de llevar. La misión de Charlene era tener descendencia y asegurar la corona, más allá del amor existen los contratos.
Máxima de Holanda, plebeya como Letizia
La argentina Máxima de Holanda es una de las caras conocidas de los nuevos reinos. No proviene de ninguna casta europea, cruzó en atlántico cuando se enamoro de un Guillermo que la llevaría hasta lo más alto. Es una de las reinas mejor preparadas que hay en activo, con un curriculum envidiable.
Máxima se licenció en economía y desarrolló una carrera profesional meteórica en Nueva York. En esa ciudad conoció a su príncipe, no dudo en dejarlo todo y empezar a estudiar neerlandés. Ha traído sangre nueva a una monarquía que parecía acabada, es un nuevo icono muy querido para una Holanda cada día más cosmopolita.
Catalina de Cambrige, todo queda en casa
El amor adolescente también forma parte del ideario de un príncipe. Guillermo y Catalina se conocieron cuando solo eran unos críos. El primer año en la Universidad de Saint Andrews en Escocia. Catalina estudió historia del arte, carrera que también empezó Guillermo, pero que finalmente abandonó.
Era la perfecta joven plebeya que podía ser reina. A Catalina le hicieron un buen lavado de cara y la prepararon para hacerle sombra a la misma Lady Di. Ella es la que algún día será la responsable de uno de los imperios más importantes que quedan actualmente. Catalina cazó a su príncipe sin esperarlo.