Isabel Pantoja debería de estar por las nubes. Decimos debería porque, aunque a ella las cosas no le terminen de ir rodadas, a su familia parece que si. De hecho, ella debería de estar alegrándose por todas las cosas buenas que están sucediendo a su alrededor. Sin embargo, ella prefiere vivir refugiada, en la más absoluta soledad, mientras su familia celebra lo que va consiguiendo en su vida.
Isabel Pantoja, refugiada en Cantora
Ella ha encontrado en la finca que más ha dado que hablar de este país, Cantora, su castillo. Una fortaleza que los focos de la prensa son incapaces de sobrepasar, y en la que intenta vivir ajena a todo lo que sucede a su alrededor. Una finca que se ha convertido, prácticamente, en su universo. Rara vez la vemos salir de ella, y si lo hace, es tan solo por unas pocas horas.
En Cantora no vive sola. En la finca cuenta con el cariño y el apoyo de su hermano Agustín y de su madre Doña Ana. Allí, los tres intentan evadirse de los titulares que, día si día también, protagoniza la tonadillera, ya sea de manera directa o indirecta. Y, para ello, cuentan con un aliado muy especial.
La televisión, el gran salvavidas de Isabel Pantoja
Isabel Pantoja vive ausente del mundo, pero en cambio, el televisor se ha convertido en su inseparable amigo. Gracias a la pantalla, ella sigue manteniendo un vínculo con lo que sucede en el exterior de su finca. Pero, lejos de lo que pudiera parecer, Isabel Pantoja no se dedica a ver qué se dice de ella en televisión, sino que opta por sintonizar, una y otra vez, el canal Nova de Atresmedia, para ver todas las telenovelas que allí emiten.
En contadas ocasiones decide cambiar de canal para sintonizar otros contenidos. Por ejemplo, no sería de extrañar que alguna vez haya visto algún informativo en Cantora, y apenas pone Telecinco. Sin embargo, hubo una noche que ella no pudo evitar seguir la cadena, ante lo que ahí podía contemplar.
El pasado jueves, Isabel Pantoja vio Telecinco
Era noche de gala de ‘Supervivientes’, y no cualquier gala. Hablamos de la noche en la que, además, se iba a vivir uno de los momentos más esperados de la edición: el reencuentro de Isa Pantoja, hija de Isabel, con Alberto Isla. Además, se produjo una romántica petición de matrimonio, ante la presencia de cerca de cuatro millones de espectadores.
Y una de las personas que se quedaron pegadas al televisor, como no podía ser de otra manera, fue Isabel Pantoja. La tonadillera contempló, desde el televisor en su casa, la pedida de mano que le va a traer, por segunda vez, un nuero a su vida. A pesar de todo, consiguió guardar fuerzas para la maratoniana jornada que le esperaba al día siguiente.
Isabel Pantoja, el gran apoyo a Kiko Rivera
Sin lugar a dudas, llegaba otro de los días más esperados para su hijo, Kiko Rivera. Él estaba ansioso de poder regresar a los escenarios para poder hacer de cantante, como su madre, rodeado de una banda profesional. En un evento muy especial en Sevilla, dio un concierto de presentación para su círculo más cercano y para la prensa. Y, en un reservado, no podía faltar Isabel Pantoja.
Rodeada de algunas de sus mejores amigas, de su familia y de Irene Rosales, Isabel Pantoja intentó mostrarse lo más cercana posible a la prensa, mientras se deshacía en cariños hacia su pequeño del alma, que se encontraba sobre el escenario. Un apoyo que ha quedado totalmente de manifiesto. Pero, ¿Isabel Pantoja es igual para sus dos hijos?
El domingo de boda, sin Isabel Pantoja
En Honduras, el pasado domingo, tocaba celebrar, por el rito garífuna, la boda que Isa Pantoja y Alberto Isla se habían prometido el jueves. Los únicos invitados que acudieron al acto fueron los que habitaban en los Cayos Cochinos, es decir, los concursantes de ‘Supervivientes’. Sin embargo, una de las grandes ausencias, Isabel Pantoja, estuvo, en cierto sentido, presente.
Mediante una fotografía impresa sobre un cartón a tamaño real, colocaron a Isabel Pantoja en el mismísimo altar, a escasos centímetros de Isa Pantoja y de Alberto Isla. Sin embargo, ella parece que no vio la ceremonia y, por supuesto, no fue partícipe de nada de lo que allí sucedía.
Kiko Rivera entra por teléfono, y omite a su madre
El domingo, tras el acto ceremonial, Kiko Rivera quiso entrar por teléfono para dedicarle unas cariñosas palabras a su hermana. En todo momento, habló, desde su posición, hacia Isa y hacia Alberto, del cual se alegraba que hubiera regresado al clan. Sin embargo, de quién apenas habló fue de su madre, de Isabel Pantoja. Él prefirió dar una casi callada por respuesta a la reacción de la tonadillera al respecto.
Se conformó con decir que el pasado domingo había estado siguiendo el programa y que, por tanto, había visto la declaración de amor que había tenido lugar. Sin embargo, nada hace pensar que hubiera sintonizado de nuevo la cadena en aquella noche. Un contraste de cariños entre un hijo y otro que no ha pasado desapercibido.
Isabel Pantoja, cercana y distante al mismo tiempo
Parece que, para Isabel Pantoja, sus hijos no son iguales. Por un lado encontramos a Kiko Rivera. Un chaval que, aunque en sus años de juventud dio muchos más problemas a Isabel Pantoja, parece haber encontrado un hueco especial en su corazón. Sin embargo, en otro lado más gélido se encuentra ubicado el cariño hacia Isa Pantoja. Obviamente, Isabel acudirá al enlace de su hija, pero no sería la misma alegría que si volviera a celebrarlo el varón.
Las discrepancias en el seno de Cantora han pasado factura a la familia, que ven como Isa Pantoja hace y deshace su antojo, pero sin poder contar con el estrecho vínculo del que sí que goza Kiko Rivera. Desde Cantora, en soledad, y con diferencias, Isa Pantoja celebra las alegrías de su hijo, y se muestra más indiferente con las de su hija.