Eran muchas las voces que se preguntaban dónde estaba Belén Esteban. Tras su victoria judicial a Toño Sanchís, la colaboradora había desaparecido de la faz de la televisión. Sin embargo, ha sido ella misma la que ha querido compartir con sus seguidores unas fotografías en compañía de su novio, Miguel Marcos, mientras disfrutaba de un viaje en alta mar (sic). Felices, compartiendo momentos cargados de romanticismo, Belén y Miguel posan ante las cámaras que les fotografían. Flash, flash. Y, entre toma y toma, la Esteban se refresca con un cocktail de lo más apetecible.
Tanta felicidad ha provocado un aluvión de críticas en las redes sociales. Las imágenes de la pareja saboreando lo dulce del amor acumulan más de 6.000 comentarios. Más del 80% hacen referencia al sobrepeso evidente de los protagonistas y al tallaje minúsculo del bikini de la copresentadora: “ballena a la vista”, “cómprate un bikini de tu talla”, “más fea y no naces”, “te odia todo el mundo no hay más que leer estos comentarios” son solo un ejemplo de los insidiosos comentarios de los instagramers. Pero la polémica sobre su salud viene por otra fotografía.
¿Dónde está su bomba de insulina?
Pero no solo eso. Las fotografías y el vídeo colgado por Belén también han despertado la ira de los diabéticos. Si en febrero La polemista mostró en directo la bomba de insulina que se le había colocado para controlar su salud, ahora el catéter no se aprecia en su cuerpo. ¿Qué habrá pasado? Quizás no se sentía cómoda con la aparatología y ha decidido desprenderse de ella. Una práctica que, pese a no estar recomendada por los facultativos, se realiza en algunos casos con la llegada del verano. ¿Dará la Esteban también explicaciones en esta ocasión? Pero su aspecto físico sigue despertando mucha controversia. Atención a la siguiente foto.
Su cara sin retoques
Nos remontamos al año 1998. Por aquel entonces Belén Esteban iniciaba su relación con el diestro Jesulín de Ubrique, a quien debe parte de su fama y con quien tiene una hija, Andrea Janeiro. Y es que para la actual colaboradora de ‘Sálvame’ aquellos tiempos eran felices y plenos, y nada ni nadie parecía afectar ni su físico, ni su salud.
Sin embargo, la bomba se desató el día que la Esteban hizo pública su ruptura sentimental con el torero. Desde entonces, la de San Blas comenzó su andadura televisiva y no ha habido plató de televisión que se le haya resistido. Como tampoco adicciones, pues desde que se convirtió en fenómeno mediático, su rostro ha sufrido constantes transformaciones.
La televisión, su gran cambio
La primera vez que la vimos debutar en la pequeña pantalla fue en el año 2000. La «Princesa del Pueblo» lo hizo como colaboradora del programa matinal de Antena 3 ‘Como la vida’, presentado por Alicia Senovilla. Aunque su energía y forma de expresarse son las mismas que a día de hoy, no lo era su cara. Pues Belén lucía una imagen cuidada y sana. Además, a la hora de maquillarse apostaba por tonos neutros y claros. Lo mismo hacía con la ropa que lucía en sus primeras intervenciones. Y es que nada hacía presagiar lo que ocurriría en cuestión de poco tiempo.
Su primeros cambios más que evidentes
En 2001 Belén Esteban mantenía una relación sentimental con el empresario Óscar Lozano. Así que para gustar más a su chico, la colaboradora decidió aparcar su toque discreto y apostar por un maquillaje mucho más atrevido. Y lo mismo hizo con su vestimenta. Pero, no contenta con estos pequeños cambios, la Esteban decidió ir más allá y someterse a su primera operación estética. Apostó por someterse a una mamoplastia con el fin de aumentar sus senos. Y lo consiguió. Solo hay que ver sus apariciones, en las que lucía feliz y radiante con su nueva talla de pecho, una 95 para ser más exactos.
Una nueva cintura
Parece que lucir unos nuevos pechos le gustó tanto, que Belén Esteban decidió someterse en el año 2003 a una lipoescultura. Es decir, la colaboradora más famosa de la televisión decidió eliminar toda la grasa de su abdomen, cintura, glúteos y muslos. El resultado la dejó hecha un figurín pues la Esteban lucía pletórica una talla 36.
Su primer gran cambio radical
Con el paso de los años, el rosto de Belén fue desmejorándose progresivamente. Muchas horas de televisión, mucha tensión acumulada y alguna que otra adición pasaron factura a su físico. Así que en el año 2006, una supuesta visita al dentista terminó convirtiéndose en una reconstrucción de boca. Además, ya puestos, la «Princesa del Pueblo» decidió someterse también a un blanqueamiento dental y a un aumento de labios. Ahí es nada.
Su cambio más dramático
De todos los cambios estéticos a los que se ha sometido la ex de Jesulín, el del año 2009 es, sin duda alguna, el que dejó sin habla a la mayor parte de los mortales. Y es que de todos los retoques, ese fue el más radical.
Belén, que no estaba contenta con su tabique nasal, decidió arreglarse la nariz entera. Pero la cosa no acabó aquí, sino que también se arregló las pronunciadas bolsas que lucía debajo los ojos. Unas operaciones que sin duda marcaron un antes y un después.
Es más, tan contenta estaba la Esteban con el resultado que decidió hacer público su nuevo rostro en la portada de la revista ‘Lecturas’. Un negocio que funcionó muy bien, pues se vendieron cerca de medio millón de ejemplares.
Se volvió a operar la nariz
La operación que a la que se sometió en 2009 parecía haber sido todo un éxito. Pero con el tiempo se demostró que no. Y es que la celebrity española tuvo que volver a pasar por quirófano en el año 2012. Esta vez, la Esteban se volvió a retocar la nariz, pues no estaba muy contenta con su aspecto, así que apostó por someterse a una nueva rinoplastia. Pero, como Belén no sabe hacerse solo una operación estética a la vez, aprovechando su visita al cirujano, decidió cambiarse también sus prótesis mamarias.
Más cambios en la cara y en el cuerpo
En 2013 la colaboradora anunció que se estaba sometiendo a una dieta para perder peso. Y es que tras superar sus adicciones, su cuerpo ganó 25 kilos. Así que con el fin de volver a recuperar aquella talla 36 de cintura, que bien le costó una operación, Belén se sometió a una rigurosa dieta para bajar de peso.
Pero ahí no acaba la cosa, sino que aprovechando el, ahora sí, satisfactorio aspecto de su nariz. La Esteban decidió someterse a varios tratamientos faciales, que a día de hoy sigue haciendo.
Pues la «Princesa del Pueblo» se sometió a una sesión de carboxiterapia. Además se hizo una mesoterapia, un tratamiento de plaquetas y se colocó hilos mágicos en sus pómulos para realzar su óvalo facial.
Mesoterapia facial, su último retoque
Tal y como lo adelantaba la revista ¡QMD! hace un par de meses, Belén Esteban visitó su clínica de cabecera para someterse a una mesoterapia facial. Es decir, se inyectó bótox para reducir las arrugas y tersar su rostro; se aplicó un cóctel de vitaminas para ganar luminosidad y frescura en su cara y también se inyectó ácido hialurónico, en sus ya carnosos labios, a fin de darles más volumen y aumentar su tamaño.
Lo cierto es que a la Esteban poco le queda por operarse: labios, nariz, pómulos… No hay operación estética que se haya resistido a la de San Blas. Si sigue así, lo próximo que se retocará será el blanco de los ojos, ¿lo hará? Se admiten apuestas.