Ya está aquí la Navidad y con ella vuelve a casa la infanta Cristina. Tras unos años de ostracismo, la infanta ha sido restituida en el ámbito privado de la familia real. El hecho se hizo público con la instantánea que Casa Real repartió con motivo del ochenta cumpleaños de doña Sofía. Doña Letizia lo tiene muy claro. Ella es la reina y tiene el mando. Por tanto, ha dictado sentencia contra la infanta Cristina. Te lo contamos todo a continuación.
Letizia mueve ficha contra Cristina
Mucho costó que la infanta Cristina fuera readmitida en el seno de la familia real. Hacía años que ella y su familia habían sido condenados al ostracismo. Todo empezó cuando sonaron las alarmas por los trapicheos de Iñaki Urdangarín en el Instituto Noos. La pareja se instaló en Washington en un intento por salvarse de la quema. Pronto empezaron las quejas de los clientes de la empresa de telefonía que contrató al ex duque de Palma. La tormenta arreciaba y don Juan Carlos daba síntomas de que la Corona le quedaba grande.
Al rey emérito le faltó mano dura con su hija y su yerno. No fue capaz de imponerse y eso le pasó factura. Tuvo que ser don Felipe quien decidiera sobre el futuro de la pareja. Los envió a Ginebra y quedó claro que su presencia no era bien recibida en Zarzuela. Y cuando parecía que el cielo estaba despejado para la infanta Cristina, la reina Letizia ha movido ficha en su contra. Sigue leyendo.
El ultimátum de la reina a don Felipe
Hace años que Cristina e Iñaki se le atragantaron a doña Letizia. Sin en los primeros tiempos de su relación se llevaban bien, pronto cambió la cosa. La reina descubrió que Urdangarín maniobraba para poner a don Felipe en su contra. Y todo con la aprobación de su cuñada, que reía las gracias a su marido. A partir de entonces se convirtieron en enemigos íntimos. La cosa no ha mejorado desde que Cristina volviera a formar parte de la familia.
Doña Letizia es tajante y no está por compartir cena de Nochebuena en la misma mesa que la infanta. En esas fechas, don Juan Carlos y doña Sofía organizan un bufet al que asisten sus familiares. Sin embargo, la reina ya le ha hecho saber a don Felipe su decisión: “A Cristina la quiero bien lejos”. Doña Letizia no soporta a su cuñada. Por más que su marido haya dado la aprobación a su regreso, ella se opone. ¿Cómo lidia el rey con esta situación? Te lo contamos a continuación.
El rey, cansado de las exigencias de Letizia
Otra vez don Felipe está entre la espada y la pared. Está ciertamente cansado de las peticiones de su esposa. Se ha hartado de su carácter. Las cosas solo están bien hechas para la reina cuando se hacen a su manera. Por otro lado no acepta un “no” por respuesta. Por tanto, cuando se le lleva la contraria, arde Troya. El rey apela al sentido familiar para convencer a su mujer de que Cristina tiene que estar presente. Es más que posible que tras el postre, la reina se marche, como ya hizo en la comida celebrada por el ochenta cumpleaños de doña Sofía.
Entre los amigos y familiares se comenta el hartazgo de don Felipe por las salidas de tono de Letizia. No estamos ante una persona fácil. Es esa obsesión por controlarlo todo la que hace que viva en un perfeccionismo enfermizo. Muchos temen que sus hijas, Leonor y Sofía, hayan mimetizado el proceder de su madre y lo pongan en práctica. ¿Y qué opinan los reyes eméritos y la infanta Elena de la formas de Letizia? Sigue leyendo.
Don Juan Carlos siempre supo lo que pasaría con Letizia
Hace ya mucho tiempo que don Juan Carlos y doña Sofía se dieron cuenta de que no había nada que hacer en relación a Letizia. Desde que llegó a Zarzuela ha querido hacer las cosas a su manera rechazando la mano tendida de suegros y cuñadas. Lo tiene claro. No necesita de ayuda externa para desempeñarse. El problema es que no consigue traspasar como reina y eso representa un serio problema. Sigue enfrentada a Elena y ambas se ignoran cuando están juntas. La infanta no le perdona que se aliara con Jaime de Marichalar cuando las cosas entre ellos estaban más tirantes.
Don Juan Carlos siempre consideró que su hijo se equivocaba al elegir a Letizia. Y no tanto por su currículum, sino por su carácter. Por los informes que recibió sabía que no sería fácil que se acoplara a la vida en palacio. Tampoco que pudiera desempeñar su papel de representante de la Corona sin problemas. Doña Letizia tuvo conocimiento de la opinión de su suegro y decidió no cruzar palabra con él. La simpatía es mutua.
Lo que doña Sofía no perdona a su nuera
Doña Sofía es una mujer chapada a la antigua. Ciertas cosas no puede digerirlas. Una de ella es el aborto. Se enteró de que doña Letizia interrumpió un embarazo cuando conoció a don Felipe. La primera vez que cenó con el príncipe, la periodista estaba embarazada de su novio de entonces, David Tejera. La relación entre ambos acabó y parece que Tejera se enteró de esta noticia por el libro que el primo de la reina, David Rocasolano, escribió, Adiós, Princesa (Akal), un auténtico best seller.
Según contó Rocasolano, Letizia y Felipe requirieron su presencia para hablar del tema del embarazo. El entonces príncipe sabía que su madre se opondría a la boda si conocía la noticia. El primo de la reina prometió deshacerse de todas las pruebas de la intervención que puso fin al estado de gestación. No fue verdad, las publicó en su polémico libro. Adiós, Princesa cayó en manos de doña Sofía y la revelación sobre su nuera no le gustó. Desde entonces, la mira con otros ojos.