Toño Sanchís es el representante de famosos más conocido del país, aunque, seguramente, no por el motivo que a él le gustaría. En 2007 empezó a trabajar con Belén Esteban, y la gestión de sus eventos, hizo que su carteta de clientes aumentara de forma considerable. Toño ganaba más dinero que sus propios representados. Pero, todo cambió cuando, en 2015, salieron a la luz las supuestas irregularidades que había cometido con Belén. A partir de entonces, empezó una batalla mediática que tuvo una clara vencedora: la princesa del pueblo. Después de algunas intervenciones televisivas, Toño Sanchís desapareció del mapa. En Cotilleo.es hemos descubierto lo que estado haciendo todo este tiempo.
La ambición hizo que lo perdiera todo
> Toño Sanchís vivía en un chalet de lujo ubicado en una de las mejores zonas de Madrid, Villanueva del Pardillo. Además, tenía dos coches de alta gama y una oficina situada en un cotizado edificio de la capital. A nadie le llamaba la atención su alto nivel de vida, pues era el representante de muchas estrellas mediáticas del país. Con Belén Esteban mantenía una estrecha relación de amistad, así que, además de su sueldo como representante, la colaboradora le hacía suculentos regalos. Por ejemplo, el día de su boda le obsequió con un viaje valorado en más de 10.000 euros. Pero Toño quería más. La generosidad de su amiga parecía no ser suficiente, y su ambición no tener límite. De esta forma, empezó a cometer una serie de presuntas irregularidades que le han costado muy caro.
Según Belén Esteban, su antiguo representante, se había quedado con el dinero de muchos de sus trabajos. Además, la había traicionado en muchas ocasiones vendiendo a la prensa información muy delicada. Incluso contó que llegó a negociar hasta con su futura muerte. Todo esto hizo que Toño Sanchís lo perdiera todo. Poco a poco, su agencia de representación se fue quedando sin clientes: Mila Ximénez, Kiko Matamoros, Terelu Campos, todos empezaron a darle la espalda. Tal fue su fracaso que tuvo que echar el cierre a su empresa. Pero la cosa no quedó ahí, también perdió la casa y todo su dinero. ¿Quieren saber cuál fue su primera reacción?
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Fue ingresado por un supuesto intento de suicidio
> En 2015, año en el que estalló el escándalo, Toño Sanchís quiso poner fin al linchamiento público que estaba sufriendo despertando la compasión de los medios de comunicación. “Hay momentos en los que quieres olvidarte de todo, quitarte del medio, pero no te atreves. Lo ha intentado, pero no ha llegado a tener valor”. Estas fueron las palabras una amiga del representante después de que saltara la noticia de que había ingresado en el hospital por una intoxicación medicamentosa. Toño Sanchís parecía haber tocado fondo, incluso su círculo cercano aseguraba que se había rendido. Pero todo resultó ser una estrategia para calmar el ansia de Belén por hacer justicia.
Poco después entró a concursar en Levántate all star, un programa de Telecinco, con uno de los sueldos más altos de la edición. También fichó como colaborador en el Programa de Ana Rosa y, más adelante, participó en GH VIP 5. Su primera venganza fue convertirse en una estrella mediática para arrebatare a Belén lo que más quería: el cariño del público. Hubo parte de la audiencia que depositó su confianza en él, aunque la victoria duró poco. La justicia dio la razón a la princesa del pueblo, demostrando así que todo lo que contaba era verdad. Toño Sanchís perdió la lujosa casa en la que vivía con su familia e intentó desparecer. Durante este tiempo, ha estado urdiendo una venganza que solo nosotros hemos descubierto.
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Toño pretende dejar a Belén Esteban sin trabajo
> El silencio mediático de Toño Sanchís tan solo es una tapadera que esconde su verdadera intención. Belén Esteban no se rinde. Después de demostrar las estafas de las que había sido víctima, arrebatarle su casa, y conseguir parte del dinero que le despareció, ha querido dar un paso más. La colaboradora ha puesto una nueva denuncia por cuatro supuestos nuevos delitos: apropiación indebida, alzamiento de bienes, falsedad documental y estafa fiscal. Aunque pueda parecer excesivo, el motivo de su odio está más que justificado. Lo primero que hizo Toño Sanchís para vengarse, fue destrozar la casa que tuvo que entregar a su vieja amiga. De esta forma, Belén tuvo que pagar 50.000 euros extra para arreglar los desperfectos, a parte del dineral que se había gastado en todo el proceso.
Durante todo el proceso judicial, Toño empezó un linchamiento público contra Belén con el que pretendía caricaturizar al personaje que muchos admiraban. Habló de la mala relación que tenía con sus hermanos, llegando a afirmar que también había denunciado a uno de ellos, criticó la forma que tenía de tratar a su pareja, Miguel Marcos, e incluso cuestionó su papel como madre. Aprovechaba el espacio que tenía en los programas de la cadena para arremeter sin piedad contra su vieja amiga. Pero, poco a poco, ninguna productora quería contar con él. Después de quedar patente la estafa que había cometido, ningún medio d comunicación se hace eco de sus palabras. Así que, Toño ha usado las redes sociales para llevar a cabo su última venganza: dejar sin trabajo a Belén Esteban. En Cotilleo.es, hemos investigado las publicaciones del representante, y parece que tiene cierta obsesión por la que fue su íntima amiga. Recientemente, la princesa del pueblo ha declarado que no atravesaba por un buen momento económico. Así que, si Sanchís llegase a conseguir su objetivo, tendría un gran problema.
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El representante ridiculiza a la colaboradora 
> Desde que desapareció de la televisión, Toño Sanchís aprovechó las redes sociales para hacer constar su opinión. Lo cierto es que no tiene mucha relevancia, pues apenas pasa de los 20.000 seguidores. Cifra muy inferior a la que alcanza su gran enemiga, Belén Esteban. Hace unos meses, usaba esta herramienta para ridiculizarla e insultarla. Pero, consciente de que su odio le estaba perjudicando el proceso judicial que estaba atravesando, decidió cambiar de estrategia. Ahora, Sanchís no se burla de su antigua amiga, quiere hacer algo mucho peor: dejarla sin trabajo. Día a día, publica la audiencia que Belén registra en Sálvame y la compara con los datos de la competencia, Antena 3. Los programas de la otra cadena, suelen vencer a Telecinco, y Toño culpa directamente a la princesa del pueblo.
Las publicaciones del representante van acompañadas con una fotografía de Belén donde no suele salir muy favorecida. Todas las tardes, envía esta publicación a Sálvame para que los directores se den cuenta de la pérdida de audiencia que están teniendo. Además, Toño parece haber olvidado a la empresa que le llevó al éxito, pues únicamente elogia los programas de Antena 3: informa de sus audiencias y aplaude el contenido. Además de gestionar esta campaña contra Belén Esteban, ningún periodista sabe a qué se dedica actualmente. En Sálvame aseguraron que trabajaba en un negocio de ropa. Sin embargo, en sus redes sociales hace publicidad de una nueva agencia de representación. De ser esta la nueva ocupación de Toño, debería ser Belén Esteban la que se ría de él. Pues, esta agencia cuenta con apenas 20 seguidores en la red. ¿Conseguirá lavar su imagen y volver a ser el que era?