Ortega Cano lleva meses delicado de salud. A sus 67 años, el diestro ha estado en muchas ocasiones con su vida pendiendo de un hilo, debido entre otras cosas a las innumerables y graves cogidas sufridas durante sus años como maestro de los toros. Pero ahora, su estado preocupa a sus más allegados, y a él mismo, cosa que hasta ahora no había pasado.
Su entorno está empezando a preocuparse en serio por el malestar de Ortega Cano, que va de mal en peor desde hace unas semanas. Aunque en su familia ha intentado restar importancia a los últimos achaques del diestro, ahora el bajo estado de ánimo del padre de Gloria Camilia, les está preocupando. ¿Quieres saber qué le pasa realmente al maestro?, sigue leyendo que te lo contamos a continuación.
Sufrió coronavirus a primeros de año
> El año no empezó con buen pie para los Ortega-Aldón. La cena de nochevieja fue el detonante para que el maestro, su mujer, Ana María y su hijo pequeño, José María, se contagiaran del coronavirus. Esto les obligó a hacer la cuarentena y a pasar la enfermedad en su apartamento de Chipiona donde habían celebrado la llegada del nuevo año acompañados de Gloria Camila.
El pequeño, de ocho años, sufrió el virus de forma asintomática. Ana María también pudo sobrellevar la enfermedad de una forma fácil, puesto que a ella y a Gloria Camila tan solo les afectó con el cansancio y la fatiga que caracteriza al virus covid 19. Pero el caso del maestro fue más alarmante. El coronavirus le hizo sentirse mal, y aunque no fue necesario el ingreso si sufrió de graves molestias que le impedían dormir, y le costaba respirar entre otras cosas porque no podía expulsar las flemas, tal y como él mismo contó una vez superada la enfermedad. Su estado quedó bastante afectado, y las defensas parece que le han quedado más bajas, lo que no ha sido muy beneficioso para el malestar que siente actualmente el extorero. A continuación te contamos cómo se encuentra realmente el viudo de Rocío Jurado.
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Ortega Cano: «Solo salgo para ir a los médicos. No tengo ánimo»
> A pesar de que siempre se ha sentido fuerte, y no ha querido preocupar a su familia por su estado de salud, en esta ocasión el diestro ha abierto sus sentimientos contando en la revista Semana que no está pasando por un buen momento físico. Un malestar físico le está empezando a pasar también factura en su estado emocional, perdiendo la alegría que le caracteriza.
Tanto es así que ha confesado: «no tengo mucho ánimo, no salgo casi nada, solo para ir a médicos». Y es que por desgracia, la situación que vive actualmente le mantiene en casa sin ganas de sus paseos diarios, que desde siempre hace acompañado de su muleta, y que formaba parte de su rutina diaria. Tampoco acompaña a su hijo José María al colegio, como hacía cada mañana, ni a su cuñado Aniceto a las gestiones para ocuparse de sus negocios y sus empresas.
Ahora es la primera vez que el maestro habla abiertamente de su preocupación, pero su mujer, Ana María Aldón, ya había contado anteriormente que su marido no estaba pasando una buena racha, y que incluso le estaban haciendo pruebas porque había sufrido algún episodio de pérdida de memoria que les tenían muy preocupados. Puesto en manos de los médicos, éstos han determinado que su estado de salud no es tan bueno como a la familia y a sus allegados les gustaría.
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Pendientes de unas pruebas médicas que pueden ser definitivas: «esperemos que todo salga bien»
> Tal y como José Ortega Cano ha contado en el semanario, está sufriendo desde hace tiempo fuertes dolores de estómago que le han quitado cualquier ánimo de mantener su vida diaria y sus rutinas. La situación está siendo tan extrema que ha llegado el momento de que los médicos hayan determinado que tiene que pasar por el trago de una molesta prueba que pueda poner por fin solución o dar respuesta a las dolencias del diestro.
El padre de José Fernando está pendiente de que se le realicen, y él mismo cuenta cómo en qué consisten y qué sensación tiene: » Estoy preocupado. Me tienen que hacer una endoscopia y darme los resultados, así que esperemos que todo salga bien».
La cuestión es que la espera es lo más angustioso de estos momentos, pues son días de incertidumbre, que él no está llevando nada bien: «llevo unas semanas muy fastidiadas». Unas declaraciones que han asombrado, puesto que nunca había sido tan claro al hablar de sus miedos por su mala salud. Ni cuando ha estado ingresado por las cornadas, ni tras el mes en el hospital que padeció tras el trágico accidente de tráfico que sufrió en el años 2011, y por el que acabó condenado a prisión.
No hay que olvidar, que Ortega Cano ha sufrido mucho en muchas ocasiones debido a la cornadas que los toros le han dado durante su carrera como matador, pero de las que siempre ha salido airoso. Ahora confía que esto no sea nada excesivamente importante y confía en su fe, pidiendo como hombre religioso que es, que todo quede en susto.