Hace unos días hemos visto a Joaquín Prat hablando con Sonsoles Ónega de la liposucción más desconocida, una técnica que está ganando popularidad y si están haciendo cada vez más personas. Hoy queremos mostrarte cuál es este tratamiento con la ayuda del Instituto de Benito, que nos ha contado todos los detalles y nos aclara si se trata de una lipo del monte de venus o del pubis.
Ptosis o Lipodistrofia del pubis
Tal y como nos cuentan desde el Instituto Javier de Benito, esto es algo que ocurre a menudo en pacientes que presentan un incremento en su peso. Como resultado, el pubis resulta excesivamente abultado, pero no todos los casos llegan tras esta experiencia, pues no son pocas las adolescentes que observan cómo durante la pubertad la distribución de la grasa en su cuerpo se realiza con acumulación en el pubis. En otros casos predomina la caída o ptosis de la región del pubis o monte de Venus, muchas veces como consecuencia del descolgamiento del abdomen inferior, después de partos o de grandes pérdidas de peso.
Hay que tener en cuenta que en la etapa de la pubertad existe la tendencia a que la grasa que se elimina mediante una liposucción puede volver a reproducirse. Sin embargo a una mujer adulta se le puede hacer una cirugía con la seguridad de que la grasa no volverá a acumularse en esa zona. El tratamiento consiste en una liposucción o la resección de la piel con una cicatriz como la de la cesárea.
La Abdominoplastia
Otra gran favorita es la abdominoplastia y se trata de una operación en la que se extirpa el exceso de piel y grasa abdominal. Se elimina la grasa superficial, pero no la que existe dentro de la cavidad abdominal. Mediante una abdominoplastia, el Instituto Javier de Benito nos explica que consiguen aportar tensión en todo el abdomen, es decir, tanto por encima como por debajo del ombligo, eliminando el exceso de tejido graso en abdomen, flancos, espalda y caderas. La forma, longitud y emplazamiento de la cicatriz dependerá de la delgadez del contorno.
Se realiza a través de una incisión horizontal localizada en la parte baja del abdomen por encima del pubis. A través de ella se pueden juntar los músculos del abdomen si están separados y con ello marcar la cintura. Posteriormente hay que eliminar la piel y la grasa que sobran para conseguir un abdomen plano. En ocasiones se complementa con una liposucción para extraer la grasa sobrante de las caderas.
El hombre pierde los tabúes
Esto no es exclusivo de la mujer, pues el hombre ha reconquistado el derecho a la imagen. Y en las dos últimas décadas hemos asistido a la caída de tabúes sobre la estética masculina. Su incorporación al cuidado de la imagen los incluye hoy como un 15% de los pacientes del Instituto Javier de Benito. La grasa no es solo un problema femenino. Y no nos estamos refiriendo a la obesidad sino a la acumulación de tejido adiposo en algunas zonas vulnerables de nuestro cuerpo.
Cuando no es suficiente con dieta o con ejercicio, la cirugía estética dispone hoy de tratamientos que resultan un gran avance no solo en la mejora estética sino también en el aumento de autoestima gracias a la recuperación de una parte del cuerpo que se creía perdida.
La ginecomastia y los tratamientos masculinos
La ginecomastia es una intervención en las mamas en los hombres y ha formado parte de dichos tabúes, se ha silenciado como una deriva consustancial al paso del tiempo. No en vano, para muchos varones representa cierta merma aparente de su masculinidad y juventud. Por ello, desde el Instituto de Benito, en la vanguardia de las últimas investigaciones en el campo de la médica estética, y uno de los más reconocidos en el mundo, ha desarrollado un programa específico para esta demanda cada vez más creciente y adaptarla al estilo de vida y a las exigencias de los hombres.
Sin duda, el incremento de hábitos de vida saludables como la práctica del running, los deportes urbanos y muy especialmente el ejercicio en los gimnasios es un factor clave para entender el auge de la liposucción masculina. En los centros de preparación física se observa que a pesar de potenciar la fuerza muscular y reafirmar la piel, los cúmulos primarios de grasa no se eliminan fácilmente a partir de una edad.