El acné es una enfermedad de la piel que se produce cuando los folículos pilosos se llenan de grasa y células muertas. Pueden aparecer a cualquier edad y en cualquier momento, no son exclusivos de la adolescencia. Sus causas principales son los cambios hormonales o tener predisposición genética. Para mantener la piel sana se deben adoptar hábitos de higiene muy estrictos para que esté lo más limpia posible y, por tanto, los poros menos obstruidos. Aquí te explicamos cuáles son esos hábitos, que sueles hacer a diario, y provocan acné en tu rostro.
No realizar una adecuada limpiarse de la piel

Siempre el primer paso para el tratamiento de una piel con tendencia al acné es realizar una delicada limpieza matutina con agua micelar o un gel limpiador para este tipo de piel. Esto se debe a que mientras dormimos por la noche, el sebo y las células muertas se acumulan en la superficie de la piel, esto podría tapar los poros y crear las condiciones perfectas para que se formen los brotes de acné. Si quieres evitar los granos, la mejor medida preventiva sin duda será efectuar una buena limpieza facial diaria.
Mal uso del maquillaje provoca acné

Si el maquillaje tiene ingredientes que obstruyen los poros y compuestos como grasa o aceites, pueden ser muy malos para tu piel, porque generan sebo, grasa y granitos. También es importante mencionar que el acné no es contagioso, pero cuándo se comparten este tipo de productos se pueden traspasar bacterias, células muertas y grasa de una persona a otra. Actualmente, existen múltiples maquillajes que se pueden utilizar de forma segura, ya que están especialmente formulados para pieles grasas y llevan en su composición productos no comedogénicos.
El acné y exfoliar tu piel a diario

Exfoliar la piel permite que eliminemos las células muertas que se acumulan en nuestro rostro y conseguir que la piel transpire mejor. Pero, ¡cuidado! Realizarlo a diario puede dar lugar a irritación y a que tu piel quede grasa y reseca al mismo tiempo. Debemos de tener en cuenta que exfoliar la piel de una manera excesiva puede hacer que se elimine la capa superficial cuya función es proteger la piel de los rayos solares. Hazlo máximo 2 veces por semana para tener la piel controlada.
Te tocas demasiado los granitos que te salen

Si tocas los granos, te saldrán más o serán peores. Evita tocarlos y más si tienes las manos sucias. Es que con los dedos extiendes las bacterias que lo causan, infectas el poro y aumentas la inflamación de la piel. El problema es que, no solo, no estás arreglando el problema, sino que lo estás empeorando mayormente. Atacar tu piel y luego lavarte para evitar los problemas tampoco es una solución. Lo único que se conseguirá es extender la herida y la bacteria que ha provocado ese granito.
El acné y el cabello al rostro

El flequillo no es una buena idea, ya que toma contacto con el rostro. El sebo, el polvo y los restos de productos de belleza se acumulan en el cabello durante el día. Cuando estos elementos entran en contacto con la piel de la cara, obstruyen los poros, lo que provoca la aparición de granos. Si el cabello te cubre partes de la cara, recógelo en una coleta. Tampoco tener flequillo es lo más adecuado si tu cabello se ensucia rápidamente, ya que puede hacer que aparezcan granos en la frente.
El acné y tomar demasiado el sol

Una exposición excesiva al sol o bien sin protección, puede desencadenar el acné y empeorar las cosas. El sol provoca un efecto reboté, acelerando la producción de sebo. Este, combinado con un engrosamiento de la capa externa de la piel, obstruirá tus poros e impedirá su liberación. Hay que tener en cuenta que el sol modifica el comportamiento de la piel, haciéndola más propensa a los brotes de acné. Por tanto, es aconsejable usar un bloqueador solar oil free y con un índice de protección alto, como es el SPF 50.
Lavarte la cara antes y después de hacer deporte

Al hacer deporte la oxigenación de nuestra piel aumenta y, si está sucia por causa de los restos de la contaminación, maquillaje o cremas, esa oxigenación no puede realizarse correctamente, ya que los poros estarán obstruidos. Por lo tanto, tienes que lavarte la cara antes de empezar a hacer ejercicio para facilitar su oxigenación. Luego, al practicar cualquier ejercicio también, debido a que la piel se estresa, enrojeciéndose y segregando sudor. Si vas a hacer deporte al aire libre, sí o sí, no debe faltar el protector solar como último paso.
Acné: Fumar afecta nuestra piel

El tabaco está directamente relacionado con varios efectos nocivos sobre la salud, no solo sobre el aparato respiratorio y el sistema cardiovascular, que todos ya conocemos, sino también sobre la piel. Si eres fumadora, seguramente tu piel no tiene una buena oxigenación, por lo que presentará mayor inflamación, poros más abiertos, peor tono y deshidratación. Esto es porque se reduce drásticamente la microcirculación de la piel, lo que disminuye su buen funcionamiento y aumenta el riesgo de sufrir infecciones como el acné. Las consecuencias también alcanzan a los fumadores pasivos, ya que el humo bloquea los poros de la piel e impide que transpire.