Una de las grandes obsesiones de las celebrities de España es conservar todo el patrimonio a toda costa y, por supuesto, aumentarlo. Parece ser que, entre otros, Gerard Piqué piensa eso, ya que el dinero que cosechan nunca es suficiente. Por eso, en multitud de ocasiones optan por abrir negocios que nada tienen que ver con su profesión para obtener una renta importante.
Además, generalmente, ellos solo se ocupan de la gerencia de los locales, por lo que no entran en a debatir sobre cómo llevar el negocio, pero siempre sus decisiones se han de acatar. Esta es la principal razón por la que, en muchas ocasiones, estos negocios se convierten en una auténtica ruina para sus dueños.
El último, Gerard Piqué
El jugador del FC Barcelona, Gerard Piqué, ha tenido que tomar recientemente una drástica decisión. El blaugrana abrió el restaurante ‘Yours’ en el centro de Barcelona, un local especializado en las hamburguesas groumet. Pero, finalmente, el negocio no ha salido como pensaba y ha tenido que echar el cerrozajo.
A pesar de que quién figuraba con dueño del negocio era su padre, Gerard Piqué era el que se ocultaba detrás de todo eso. Y es que, los múltiples intentos por publicitar en las redes locales el local no funcionaron. De esta manera, tuvieron que decir adiós al negocio que les proporcionaba un sobresueldo. De momento, el chef que trabajaba en el restaurante está al frente de un local que hace albóndigas en un centro comercial de Barcelona, pero se desconoce si los Piqué están detrás de ese negocio también.
Penélope Cruz
La actriz de Alcobendas también se ha aventurado en eso de los negocios, aunque su experiencia no ha sido demasiado buena. A pesar de la buena fe de la hollywoodiense, montó una tienda de ropa muy exclusiva en uno de los barrios más adinerados de Madrid. La idea era que se pusieran a la venta productos de marcas muy exclusivas que no habían llegado a España.
Al principio tuvo bastante éxito y la tienda funcionó bastante bien. La boutique, regentada por su padres, obtuvo bastantes beneficios al principio, pero con el paso del tiempo la tienda cayó en desgracia, y terminó cerrando un par de años después de su apertura.
Belén Esteban
La princesa del pueblo también se aventuró en el mundo empresarial, pero hace muchos años. Todavía estaba con Jesulín de Ubrique cuando la de San Blas decidió convertirse en empresaria. Con la ayuda de la familia del torero, consiguió abrir una tienda de zapatos de piel y complementos. Con esto, conseguiría obtener unos ingresos bastante interesantes, con la ventaja de contar con el respaldo de la familia de Jesús.
Pues al final no fue oro todo lo que relució y la tienda tuvo que echar el cierre. Muy poco tiempo le duró la ilusión a Belén, ajena entonces a que tendría que salir, no solo de su tienda, sino también de Ambiciones con una mano delante y otra detrás.
Úrsula Corberó
La actriz también ha tenido que sentir lo que es que tu negocio tenga que cerrar. Decidió aprovechar su fama para ponerle una tienda a su madre, bajo el reclamo de ella misma. También apostó, como Penélope Cruz, a instalarse en el Barrio de Salamanca.
Bajo el nombre de «Ursulolita Shop», la tienda se inspiraba en una ropa de estilo hippie y chic, una mezcla que al público que regenta la zona no debió de agradar del todo. Por eso, tuvo que echar el cierre definitivo a la tienda que había servido para que su madre tuviera un puesto de trabajo estable.
Julián Contreras
A pesar del intento de Julián Contreras por haber intentado salir adelante económicamente, parece que la vida ha ido un poco en contra del hijo de Carmen Ordóñez. Los negocios que ha intentado arrancar Julián no le han funcionado para nada más que hipotecarse y contraer deudas enormes.
Bajo el nombre ‘Pura Gula’, abrir un restaurante buffet de pizzas en el centro de Madrid, y muy cerca de su domicilio. A pesar de la implicación que le puso, el negocio no funcionó y terminó por cerrarlo, al igual que Gerard Piqué, cuando la situación era totalmente insostenible. Un hecho que le trajo muchísimos dolores de cabeza.
Jennifel López
La diva de la música pensó que lo mejor que podía hacer, para ingresar aún más sus cuentas era crear una línea de ropa que llevara su nombre. Colaboraba de cerca en los diseños que se exponían e, incluso, hacía desfiles enseñando sus colecciones.
Pero, al final, tuvo que cerrar la marca en la que su nombre estaba impreso por todos lados. Un negocio del que ella se ha arrepentido públicamente en alguna ocasión, afirmando que había creado cosas para su firma en las que no creía. Y, claro, ese fue el fallo de su negocio.
Lolita Flores
La hija de Lola Flores aprovechó su fama para intentar abrir un negocio con su imagen. Ella diseñaba personalmente todos los objetos que en la misma se vendían: Desde moda y accesorios, pasando a complementos de playa y terminando en bisutería. Una ristra de objetos, todos fabricados en España, que le hicieron caer en la ruina más grande.
A pesar de desprenderse de la tienda en poco tiempo, el agujero económico que le ocasionó fue enrome. Y eso que contó con el apoyo de grandes amigas suyas para difundir la presencia de la tienda, como Loles León o Cristina Tárrega, pero nada fue suficiente para evitar la bancarrota del local.
Isabel Pantoja
La tonadillera también ha tenido sus pinitos empresariales, aunque el éxito ha sido nulo. Cuando se le relacionaba con Julián Muñoz, este le abrió el restaurante ‘La Cantora’ en Marbella. Un local en el que ella elaboraba a diario su famoso Pollo a la Pantoja. Tras cuatro años agónicos, el local fue cerrado por Isabel al no poder aguantar más la situación porque solo perdía dinero, como ya hemos visto que ha sucedido con Gerard Piqué.
Por su mesa pasaron multitud de políticos, muchos de los cuales compartieron mesa tiempo después en prisión al haberles salpicado el Caso Malaya. De hecho, incluso el restaurante fue investigado por la policía, porque esta sospechaba que había jugado un papel relevante dentro de la trama corrupta.
Paris Hilton
La hija del magnate hotelero parece ser un talismán para el dinero. En la actualidad se dedica a pinchar en las fiestas más selectas del planeta, y no le va mal. Sin embargo, no se puede decir lo mismo cuando vimos la marca de ropa que estrenó hace varios años.
Tras su incursión en el mundo de la moda, descubrió que aquello de diseñar no era lo suyo. Uno de los grandes reclamos de la marca eran las camisetas con la cara de Paris Hilton impresa en blanco y negro, todo ello con rayas horizontales rosas superpuestas. Con razón la marca fue un fracaso absoluto.