Los lazos de la Casa Real española con la corona de Arabia Saudí han sido debatidos en innumerables ocasiones. Algunos tratos de favor o regalos han llegado desde las monarquías persas hasta los bolsillos de nuestros monarcas. A pesar de ser una serie de territorios con los que muchos otros países han decidido no cerrar ningún trato, la Corona Española no parece estar dispuesta a dejar a sus ‘hermanos’ saudíes en la estacada.
Felipe VI, en su subida, al trono realizó un lavado de cara que era más que necesario. Prohibió que se les hicieran regalos a él y a su familia que sobreasase de una cantidad concreta. Podemos pensar que es una actitud propia de un rey con ganas de hacer bien las cosas desde un primer momento. Lo cierto es que algunas cartas con hacienda reclamando la lista de todos sus bienes, también tienen algo que ver. Repasamos los regalos y los tratos que se han cerrado desde España hasta la lejana Arabia.
Los préstamos a la Casa Real
En 1977, el rey Juan Carlos viajó a Arabia en busca de encontrarse con el príncipe Fahd. Su hermano español necesitaba la ayuda de sus compatriotas. El príncipe, encantado, le extendió un cheque de 100 millones de dólares como préstamo a interés 0. Todo era poco para conseguir un reinado fuerte.
Juan Carlos necesitaba reinar con toda la fuerza posible y nada atrae más el poder que un buen cheque debajo del brazo. Volvió a España y parece que la devolución de estos 100 millones nunca se hizo. Los pagos se empezaron a retrasar y los amigos árabes decidieron perdonarle la deuda con un abrazo de amigos.
Otros sorprendentes datos, a continuación…
Un yate de regalo
Además, de perdonarle la deuda. Fahd decidió obsequiar a Juan Carlos I con un pequeño regalo. El yate Fortuna que la familia real disfrutó durante más de una década por las costas españolas. Muchos han sido los monarcas que han acompañado a nuestro rey en sus viajes por el mundo.
Fahd era uno de los invitados VIP de la monarquía. Recibía casi cada año una invitación para visitar el palacio de la Zarzuela. Con la cabeza bien alta y a pesar de representar un país donde no se respetan los derechos humanos, la Casa Real española les ponía la alfombra roja cada vez que venían.
Fahd se instala en Marbella
El rey Fahd decidió instalar su segunda vivienda cerca de su buen amigo Juan Carlos I. No vino solo, decidió llegar acompañado de un buen amigo suyo, Adnan Khashoggi un vendedor de armas muy amigo del rey. El comercio de armas con los países de la zona es uno de los puntos calientes de nuestra monarquía.
En 2001 según publica el país, el rey aceleró el contrato español del AVE a la Meca por 7.000 millones. Como contrapartida se realizó la venda de entre 250 y 300 carros de combate Leopard españoles en mayo de 2014 a Arabia Saudí. Todo un juego de influencias en el que los monarcas se mueven muy bien.
Los Ferraris de Juan Carlos I
Las monarquías árabes suelen ser muy generosas con el resto de los reyes. Juan Carlos es amigo de todos y también tiene muy buena relación con el Jeque de Dubai. Mohammed bin Rashid al-Maktoum le visitó con un pequeño regalo debajo del brazo. En junio de 2012 saltaron todas las alarmas.
Dos Ferrari FF, uno gris y el otro negro, uno para Juan Carlos y el otro para Felipe, llegaban a las puertas de la Zarzuela. Era una manera que tenía el jeque de animar a un Juan Carlos que estaba enfermo, hacía dos meses que le habían operado. La cacería en África todavía estaba presente y la opinión pública no vio con buenos ojos estos regalos tan especiales.
Los Ferraris: De Casa Real a Hacienda
Tal fastuoso regalo no podía formar parte de la lista de regalos a la Casa Real. En el otoño de 2014 cuando ya había podido rodar un poco por las carreteras españolas los Ferrari cambiaron de propietarios. Felipe VI los envió directamente a Hacienda para que se subastaran no tenían cabida en su intención de realizar un reinado de transparencia.
La subasta tasó en 700.000 los Ferraris, como era de esperar no tuvieron ningún comprador. Nadie pujó por tener el regalo del jeque de Dubai en su casa. Los coches continuaron en dependencias de Hacienda hasta que alguien quiere acceder a comprar alguno de estos vehículos, que ademán han sido una pesada carga para nuestra Casa Real.
Los jeques regalan joyas
Uno de los síntomas de que algo pasa con las monarquías europeas es si vemos con lupa las joyas de las reinas. Algunas de las piezas que lucen con orgullo tienen una dudosa procedencia y por eso están bajo sospecha. Las joyas de Letizia no son una excepción, hay algunas piezas enormes que parece que no tienen procedencia alguna.
La duquesa de Cornualles también ha lucido recientemente un collar de rubíes y diamantes que tenía el sello del rey de Arabia Saudí. El poder de los petrodólares llega muy lejos de sus fronteras y es capaz de conseguir grandes logros. Los regalos de estas monarquías no son tan visibles pero todavía están presentes.
Felipe VI es más modesto
Todos los regalos que se reciben son contestados personalmente. Como buenos receptores suelen enviar una carta de agradecimiento con algún regalo. Desde Casa Real del Rey de España, Felipe VI ha enviado un total de cinco regalos a sus homónimos de los países lejanos. Un portarretratos con fotografía dedicada para su amigo el jeque de Emiratos Árabes Unidos fue el primer regalo.
Dos monedas de edición especial que conmemoran el nacimiento de San Teresa y el IV Centenario de Don Quijote fue el segundo dirigido a un embajador ruso. Por último, la embajadora del sultanato de Omán se fue a casa con un llavero. Regalos mucho más modestos en la línea de su reinado, discreto y sin tantas reuniones secretas.