Ante los últimos conocimientos que tenemos de la Familia Real, hemos visto como la imagen de la familia que debería de representar a todos los españoles continúa cayendo en picado. Por si fueran pocos los escándalos que rondan sus cabezas, ahora hay que sumar uno más: El del desencuentro público entre Letizia, Sofía y Leonor. Las tres protagonizaron un momento bochornoso en la pasada Misa de Pascua que ha dejado a media España atónita.
Con todos los miembros de la Familia Real enfrascados en diferentes confrontaciones, solo tenemos una cosa clara: apenas quedan miembros que estén libres de pecado. O, al menos, a lo que se refiere en cuanto a escándalos públicos conocidos. Sin embargo, solo queda una persona que puede ser capaz de levantar la imagen de la maltrecha y separada familia: Victoria Federica.
Victoria Federica, esquivando lo malo de la Familia Real
Ella es la más pequeña de las hijas de la infanta Elena, también hija de Jaime de Marichalar. Ha tenido que ir sobrellevando, como buenamente ha podido, la situación que se ha ido viviendo en su casa, y seguro que no ha sido nada sencillo para ella. De entrada, la separación de sus padres, que seguro que supuso un fuerte trauma para ella. Junto a esto, ver cómo cada día se habla de cada uno de los miembros de la Familia Real, a la cual pertenece, tampoco ha debido de ser sencillo.
Por si fuera poco, cada uno de los escándalos le han ido salpicando, siempre de manera indirecta, a ella. Aun no es mayor de edad, y ha vivido ya la ‘jubilación’ de su abuelo, la llegada al trono de su tío, la separación de sus padres, el descubrir un presunto delito de sus otros tíos, y todo esto, además, soportando las idas y venidas de su hermano, Froilán. Sin embargo, Victoria Federica siempre ha conseguido salir airosa de todo esto.
Victoria Federica y la separación de sus padres
Uno de los primeros reveses que Victoria Federica sufrió por parte de la Familia Real fue la trágica separación de sus padres. Además, junto a esto, tuvo que ver cómo el Vaticano concedía la nulidad matrimonial a ambos, estableciendo así que el vínculo quedaba nulo ante los ojos de la ley y de Dios. Sin duda, un momento que puso en peligro seriamente la estabilidad emocional de la pequeña Federica, que entonces tenía tan solo siete años.
Sin embargo, su fortaleza y el cariño que toda la Familia Real siempre ha profesado por Victoria Federica ha conseguido que se formara una coraza por la cual pudo seguir con su vida habitual tras la separación. Seguro que ahora adora a sus padres, y siempre ha mostrado un buen comportamiento junto a ellos, no como su hermano Froilán.
Victoria Federica y Froilán, como el agua y el aceite
Otro de los factores que ha conseguido sacar de quicio en más de una ocasión a Victoria Federica ha sido los desaires de su propio hermano. Y es que nada tienen que ver Victoria Federica con Forilán. Ella, a pesar de ser más pequeña que su hermano, siempre ha demostrado una madurez que no ha alcanzado nunca Forilán. Ella no se mete en los jaleos que protagoniza su hermano, pero además, siempre ha destacado por su seriedad en los estudios.
Froilán tuvo que repetir y marcharse al extranjero para poder ir completando sus estudios, aunque bien es cierto que ahora parece haber sentado un poco la cabeza. Sin embargo, Victoria Federica nunca ha necesitado un toque de atención por parte de nadie, porque ha demostrado ser ejemplar prácticamente en todo, desde sus estudios, como su comportamiento en público y en privado.
La quinta en la línea de sucesión
Si bien siempre hablamos que, aunque remota, existe una mínima posibilidad de que Froilán llegue a ocupar el trono de España, cierto es que también existe esa mínima opción en Victoria Federica. Aunque, en su caso, es prácticamente ínfima. Ella es la quinta en la línea de sucesión de la Familia Real, por lo que hace que, para que llegue ella a ostentar la Corona, tengan que desaparecer muchos miembros por delante de ella.
Primero, Leonor tendría que ser la primera en desaparecer, seguida de la infanta Sofía. Tras ellos, sería su madre, la infanta Elena, la que ostentaría el poder. Si ella ya no estuviera, sería Froilán el que tendría que ocuparse de la Jefatura del Estado, y sin él, ya le llegaría el turno a Victoria Federica. Puede que parezca ínfima la posibilidad, pero parece que esta podría ser una de las pocas esperanzas en palacio para poder solucionar los problemas de imagen que tienen hoy día.
El único estandarte de buena imagen en la Familia Real
Victoria Federica, curiosamente, ha sido la única que siempre ha salido airosa de todos los escándalos que han rodeado a la Familia Real. Ella nunca se ha metido en problemas y siempre ha cumplido, sobradamente, con las expectativas que de ella se tenían. Por eso, no sería tan descabellado empezar a pensar en que podría ser ella la única que pudiera limpiar la maltrecha fama de la Familia Real.
Con los actuales Reyes regentes peleados, los aires de grandeza de Letizia, la separación conyugal entre Sofía y Juan Carlos I, con la infanta Cristina exiliada en Ginebra, Iñaki Urdangarín a punto de entrar a prisión, su padre desaparecido de los focos, su madre divorciada y su hermano en mil problemas, solo ella puede conseguir sacar a toda la Familia Real del atolladero en el que se encuentran inmersos.