La infanta Cristina está en un momento tremendamente delicado de su vida, y ha optado por refugiarse, por sorpresa, en los suyos. En un momento en el que nadie se lo podía esperar, ha decidido reaparecer en la vida pública española, de la mano de la misma Familia Real que la desterró hace unos años. Analizamos todo lo que ha sucedido entre palacio y Ginebra.
El (fugaz) regreso de la infanta Cristina a España

Después de varios años afincada en Ginebra, la infanta Cristina ha decidido quitar la distancia de por medio con su familia. Ha regresado a España, con un motivo muy señalado, y tan solo por unas pocas horas. Lo ha querido hacer con motivo de la misa conmemorativa que recordaba los 25 años que lleva fallecido su abuelo, Don Juan de Borbón.
Una fecha muy señalada en la que se ha querido rodear de toda su familia, coincidiendo, además, con uno de los peores momentos emocionales por los que debe de estar pasando. Parece que las paredes de la casa que ostenta la infanta Cristina en Ginebra cada vez se le hacen más altas.
Ni una palabra con Letizia ni Felipe

Uno de los gestos que más han llamado la ocasión es que, aunque eran los Reyes eméritos Juan Carlos y Sofía quienes ocuparían el puesto de honor en dicha ceremonia, el vigente Jefe del Estado, junto a Letizia, también ocupaba una bancada especial. De esta manera, no se tendría que sentar mezclándose con el resto de invitados, entre los que se encontraban el ministro de Interior, Íñigo Méndez de Vigo, o la hermana del actual Rey, la infanta Elena.
Acompañando a Elena se encontraba también Cristina, quien no recibió ni una sola mirada de cariño, ni un solo abrazo, ni un guiño, de parte de su hermano y su cuñada. El dolor que sienten con la traición que les hizo el matrimonio de su hermana es imperdonable, y se lo recordarán hasta el último de sus días.
El resto de la familia, cariñosa con la infanta Cristina

Para todos nos ha sorprendido ver de nuevo en España a la infanta Cristina, quien no se tenía previsto que acudiera al acto. Tal y como se ha averiguado, en la agenda que contemplaba este acto, no se tenía en cuenta en ningún momento que la infanta Cristina, ex duquesa de Palma, pudiera acudir a la misma en conmemoración de Don Juan.
Sin embargo, ella ha sido una de las claras protagonistas del evento. Todos sus gestos, sus sonrisas y su mirada han sido captadas por las cámaras que esperaban recoger el testimonio de lo acontecido en San Lorenzo de El Escorial.
Su última aparición: mismo lugar y mismo motivo

La última vez que apareció de manera ‘oficial’ en España fue, casualmente, en el mismo lugar en el que lo hizo ayer y con la misma motivación. Tenemos que irnos hasta mayo de 2017 para tener constancia de un acto oficial al que también acudió la infanta Cristina. Hablamos de la misa funeral en honor a Alicia de Borbón Parma, la tía de Juan Carlos I.
Fue también en la Basílica del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial donde tuvo lugar dicho acto. Aunque, hay que decir, que no ha sido la última vez que ha pisado España. De que se tenga constancia, también vino a sus tierras patrias con motivo de las festividades navideñas, que pasó en compañía de su hermana Elena en Vitoria, junto a la familia de Iñaki Urdangarín.
El delicado momento por el que pasa la infanta Cristina

La tensión la debe de tener por las nubes, si tenemos en cuenta el estado de nervios por el que debe de estar pasando. La infanta Cristina se está enfrentando, completamente sola y desamparada, al inminente ingreso en prisión de su marido, Iñaki Urdangarín, a la espera de que el recurso interpuesto ante el Supremo dicte por fin una sentencia. En las próximas semanas sabremos si, finalmente, deberá cumplir con la pena y, sobre todo, si la fiscalía consigue salirse con la suya y que se le condene a los 10 años de prisión que le pedían.
Todo esto a la infanta Cristina le tiene que estar pasando factura. Y prueba de ello lo encontramos en su rostro. El paso del tiempo no le está perdonando, y parece que además el ritmo solar se hubiera acelerado en torno a ella. Las ojeras, las bolsas y las arrugas hacen ver que la situación por la que está pasando es terrible.
La infanta Cristina, pide auxilio a su familia

La infanta Cristina se ahoga. Y nada puede remediarlo. Solo su familia puede ayudarle en este trance, y parece que no la quieren dejar sola. Tanto sus padres Juan Carlos como Sofía, así como su hermana Elena, parecen estar dispuestos a tenderle una mano a la hermana del Rey Felipe VI. Sin embargo, parece que el regente no está dispuesto a ceder en el pulso, al igual que Letizia.
El corazón parece que se les ha helado en este episodio, porque el rencor y el odio está tan enquistado en sus almas que parece que nada puede cambiarlo. De hecho, por mucha ayuda que Cristina pida, la voz de su hermano Felipe predominará siempre a la del resto.
La infanta Cristina y la ayuda que no llega

Cristina, de momento, tiene que seguir esperando. Al menos hasta que el Tribunal Supremo termine con el caso que tantos dolores de cabeza le ha dado a Casa Real. Cierto es que todo apunta a que el desenlace, además de inminente, será trágico para Cristina, pero hay que asumir lo que, según la justicia, se ha hecho de manera ilegal. Sin embargo, ella parece que quiere pedir ayuda para no sentirse tan sola en todo esto.
De momento, todo parece apuntar a que seguirá afincada en Ginebra, al menos, hasta que la sentencia sea dictada por el Supremo y, en caso de que falle en contra de Iñaki Urdangarín, se proceda a su aplicación. Entonces puede que la infanta Cristina decida que lo mejor que puede hacer sea volver a los brazos de su familia, aunque sabemos que no en los de Felipe y de Letizia.