Está claro para la gran mayoría que la mascarilla es el método más eficaz para protegernos del COVID-19, las evidencias científicas son claras en este asunto. Las declaraciones de los expertos en este sentido no dejan lugar a dudas, quizás una de las más destacadas sean las de Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en los EE.UU que en palabras recogidas por el Journal of the American Medical Association mantuvo “Si todo el mundo se pusiera mascarilla, la pandemia podría estar bajo control entre cuatro y ocho semanas”.
Sus palabras no fueron arbitrarias, sino que están basadas en un estudio llevado a cabo en el hospital Mass General Brigham de Massachusetts que comprobó la efectividad del uso de las mascarillas en sanitarios. Por supuesto, estas evidencias chocan con las actuaciones de muchas personas en la calle, quizás alentadas por la actitud de dirigentes como Donald Trump o Jair Bolsonaro empeñados en minimizar los terribles efectos del COVID-19.
Las mascarillas elemento imprescindible de la nueva normalidad

Lo que está claro es que la mascarilla ha pasado a formar parte de la llamada “nueva normalidad”, en España ahora mismo, ya son 13 las Comunidades Autónomas que hacen obligatorio su uso en los espacios públicos y en la calle en todo momento. Debemos tener claro que la mascarilla puede ser un medio para protegernos a nosotros mismos de contraer el virus, pero también lo es, sobre todo, de evitar contagiar a los demás.
El virus se transmite a través de las pequeña gotas que expulsamos al toser, estornudar, pero también al hablar o respirar, al cubrirnos la nariz y la boca, generamos una barrera protectora, Sin embargo, no debemos olvidar que además tenemos que tener otro tipo de cuidados pues el virus podría entrar en nuestro cuerpo a través de otros medios como tocarnos la cara con las manos infectadas. De ahí, la importancia fundamental de lavarse las manos a menudo.
Si usas pantalla facial debes utilizar también mascarilla

Debe saber que si usas una pantalla facial deberías usar la mascarilla igualmente. La pantalla puede suponer un extra de protección, pero en ningún caso sustituye a la mascarilla, ya que no ofrece la misma protección respiratoria que esta.
La mascarilla quirúrgica evita que puedas contagiar a los demás, pero no te protege del virus (de hecho ninguna lo hace al 100%). A través de las mascarillas quirúrgicas evitamos esparcir nuestras gotas de saliva, pero no sirven para filtrar el aire que respiramos. Ahora mismo, existen en el mercado diferentes tipos de mascarillas que ofrecen distintos grados de protección contra el virus.
Las mascarillas de válvula no evitan la propagación del virus

Las mascarillas con válvula no evitan la propagación del virus. Lo cierto es que la válvula de este tipo de mascarillas tiene la utilidad de impedir que se acumule el aire en el interior, lo que las hace más cómodas para el usuario, y sí que lo protegen al filtrar las partículas del exterior.
Pero, por lo mismo, no protegen a los demás, ya que al expulsar el aire, en caso de estar contagiados (y recordamos que hay personas asintomáticas) seguimos esparciendo el virus.
La importancia de la colocación de la mascarilla

Es importante colocarse bien la mascarilla, debes seleccionar una mascarilla de tu talla y un modelo que se adapte a ti, debe permitirte respirar de forma natural, mover la cabeza sin dificultad en todos los sentidos y también leer y hablar en voz alta. Por supuesto la mascarilla debe cubrir la nariz y la boca. Antes de colocarla debemos lavarnos las manos y debemos sujetarla solo por los elásticos, que en función del tipo de agarre colocaremos tras la cabeza o las orejas (para aquellos que os hagan daño en las orejas también existen protectores y soluciones ingeniosas como usar una diadema con botones). Nunca deberíamos tocar la mascarilla mientras la llevamos puesta, ya que en caso de estar infectada contaminaríamos las manos.
A través de las redes sociales se ha hecho viral la explicación de la odontóloga Olivia Cuid sobre cómo colocarse correctamente la mascarilla para que esta sea lo más segura posible, se trata de evitar que queden huecos que dejen al descubierto nuestro rostro.
Para quitarla seguiríamos el mismo proceso, nos lavaríamos las manos, la retiraríamos tocando solo las gomas y la introduciríamos en una bolsa cerrada, evitando tocar su cara externa.
Mascarillas desechables y mascarillas reutilizables

Debemos tener en cuenta que existen varios tipos de mascarillas que podemos resumir en dos, las reutilizables y las desechables. Las desechables solo admiten un uso que no debería ser superior a las 4 horas por motivos higiénicos y si se nota humedad deben ser retiradas.
Por su parte las reutilizables tienen un periodo de duración más largo, pero deben ser desinfectadas correctamente para que sigan protegiéndonos de manera efectiva. Podemos limpiarlas directamente en la lavadora usando nuestro detergente habitual y a temperaturas entre 60º y 90º.
También podemos sumergir las mascarillas en una dilución de agua con lejía en agua tibia, dejarlas durante una media hora y luego lavarlas con agua y jabón.
Por último está la opción de utilizar los productos virucidas autorizados desde el Ministerio de Sanidad.
Tanto las mascarillas como los guantes deben tirarse al contenedor de la basura normal, nada de reciclarlos en el de plástico o papel.
Lo ideal es adquirir las mascarillas en farmacias o comercios de confianza para asegurarnos de que cumplen con los estándares de protección adecuados. Una de las comprobaciones que se pueden hacer pasan por echar un poco de agua sobre la mascarilla sosteniéndola en el aire, si el agua no cala será original.
Mascarillas y gafas

La mascarilla suele ser mucho más incómoda para las personas que usan gafas, pues estas se empañan con facilidad. Existen algunos trucos para que esto sea menos molesto:
- Lavar los cristales de las gafas con agua y jabón y secarlos al aire libre antes de ponerte la mascarilla
- Doblar un pañuelo rectangular y ponerlo en el interior de la mascarilla, en el puente de la nariz.
En cualquier caso no olvides que al utilizar la mascarilla te estás protegiendo a ti mismo y a los demás.