La dieta Rina también conocida como la dieta de los 90 días es cada vez más popular ya que ayuda a tu metabolismo y consigue que pierdas peso en cuestión de 90 días. El truco es que consigue aquello tan soñado a la hora de adelgazar: que no tengas la sensación de estar pasando hambre. Además, al funcionar de una forma paulatina, este método evita el temido efecto yoyo. Hoy te mostramos las claves de la dieta que arrasa.
Qué es la dieta Rina
La dieta Rina consiste en dividir los alimentos en cuatro grandes grupos, en lugar de eliminar muchos de ellos como ocurre con otro tipo de métodos. Por un lado estarán las proteínas como el pollo, la ternera, los huevos o los lácteos. Por otro lado estarán los hidratos de carbono simples: las lentejas, la soja, el arroz, las patatas…
Se separan en otro grupo los hidratos complejos a los que pertenecen las harinas blancas, el pan o el cuscús. Por último, el grupo de las vitaminas en el que solo entrarán todas las frutas y verduras. Una vez interiorizada esta separación será muy sencillo aplicar el método, tomarás cada día los alimentos de solo un grupo. Esta es una técnica con la que el cuerpo aprende a diferenciar los alimentos y estabiliza el metabolismo.
Pautas a seguir en la dieta
Para seguir esta dieta de los 90 días de forma correcta se deben seguir algunas pautas básicas. La primera será ingerir únicamente fruta hasta las 12 de la mañana, incluyendo la parte del desayuno. Por otro lado, la cena se debe realizar sobre las 20 h y no más tarde. Tendrás que intentar evitar ingerir líquidos antes o después de las comidas, para no diluir los jugos gástricos que trabajarán en una buena digestión de los alimentos.
También hay cierta restricción en las cantidades pero resulta muy sencilla de aplicar: debes comer el doble de alimentos en la comida que en la cena. No debes consumir alcohol ni cafeína cuando empieces tu dieta Rina y debes beber 2 litros de líquidos a lo largo del día entre agua e infusiones. Entre las comidas principales debe existir una separación de 3 horas y el día 29 de dieta solo se consumirá agua.
Una secuencia de la dieta Rina
Para que puedas comprender esas pautas a seguir aplicadas y la diferencia de días entre los cuatro grandes grupos de alimentos te ejemplificaremos una secuencia de varias jornadas. Verás que es bastante sencillo e incluso podrás encontrar por internet algunos ejemplos de menús, recetas o calendarios para que no tengas que pensar demasiado. Eso sí, lo aconsejable con todas las dietas es ayudarte siempre con algún profesional como un nutricionista.
Una secuencia ideal sería empezar en el Día 1 con proteínas: un desayuno solo con fruta, pero añadiendo alimentos protéicos en el resto del día como el pollo, el pavo o el pescado, que se pueden acompañar con verduras. Para el Día 2 puedes continuar con el almidón: frutas en el desayuno y a continuación las recetas con arroz, patatas o legumbres. Para el Día 3 los carbohidratos: con frutas al principio y después platos con hidratos complejos, incluso podrás comer chocolate. El Día 4 es el de las vitaminas: frutas y verduras.
Consejos para seguir la dieta
Es importante que no llegues a las comidas principales con mucha hambre ¡esta dieta se trata de comer y no sufrir! Así que lo ideal es que realices 5 comidas al día. A media mañana o durante la tarde, en la merienda, lo mejor es saciarte con un zumo de frutas o similar. Eso sí, siempre con alimentos naturales en lugar de zumos procesados.
La dieta no es fácil de seguir para todo el mundo ya que restringir los días de los alimentos es algo complicado para algunas personas, pero se debe ser consciente de que en realidad no se limitan los alimentos y se come de todo, así que si consigues acostumbrarte no sufrirás mientras la sigues. Un buen consejo es dejar pasar las primeras semanas antes de rendirse, para que tu cuerpo y estilo de vida se adapten.
Los beneficios de la dieta de 90 días
Uno de los mayores beneficios que se obtiene siguiendo esta dieta de los 90 días es el de la separación de los alimentos en vitaminas, proteínas, hidratos o carbohidratos puesto que la función de que el cuerpo aprenda a disociar los ingredientes es realmente positivo para el metabolismo.
El cambio que se produce en el cuerpo es bastante profundo así que se mantiene en el tiempo y perdura en el metabolismo. Otro de los beneficios más notables es que se extiende a lo largo del tiempo de una forma muy saludable, lo que impide el efecto yoyo: que si abandonas la dieta ganes de golpe muchísimo peso. Si dejas la dieta, lo mejor es quedarte con algunas pautas o costumbres para favorecer al organismo, y verás como evitas engordar en mucho tiempo.