Atresmedia suma un nuevo formato a su catálogo. De acuerdo con ECD, el grupo español se ha hecho con los derechos del reality internacional ‘Love Island’; no obstante, la cadena no se ha planteado la emisión del formato Antena 3 o en laSexta. Por el momento, es solo una compra de derechos.
Esta adquisición por parte de Atresmedia se suma a otra reciente compra, la del concurso ‘Divided’. También propiedad de ITV Studios, que contará con la producción de Boomerang TV.
‘Love Island’, un espacio que se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial

El formato se ha convertido en un auténtico fenómeno mundial, cuenta con versiones en Australia, Alemania Estados Unidos de la mano de la CBS, Polonia, Finlandia, Francia – a donde ha llegado de la mano de Amazon Prime Video – y Reino Unido, donde ganó un Premio BAFTA TV al mejor reality en 2018.
Y es precisamente en Reino Unido, donde ‘Love Island’ se ha convertido en el mayor éxito televisivo entre los espectadores jóvenes de entre 16 y 34 años, quienes les resultan más atractivos para las cadenas de televisión por su participación activa en las redes sociales. De hecho, la edición de 2018 fue una de las más seguidas, tras captar a una audiencia de más de cuatro millones de personas.
Aunque por el momento se desconocen las intenciones de la compañía, es un hecho Atresmedia ha cerrado el acuerdo. Lo que ya se descarta – al menos por ahora – es que la adaptación española de ‘Love Island’ vaya a parar a alguna de las parrillas de sus principales cadenas; por lo que abre un abanico de posibilidades a la cadena para explotar la rentabilidad del formato.
¿De qué va ‘Love Island’?

El objetivo del programa no es otro que el de encontrar el amor. Con ciertas similitudes al dating de Telecinco y Cuatro, ‘Love Island’, reúne entre 12 y 24 participantes solteros – dependiendo de la edición – con unos físicos espectaculares, que se emparejan inicialmente en una ceremonia de selección antes de competir contra las demás parejas en una variedad de juegos y desafíos.
Estas parejas deben evitar la tentación de los solteros y solteras que van incorporándose al programa, mientras son vigilados por cámaras las 24 horas del día.
A lo largo del concurso pueden cambiar de compañero o permanecer con el que han elegido al inicio pero, quien no consiga encontrar pareja, no tiene cabida en ‘Love Island’ y, por tanto, tendrá que abandonar la aventura. Al final, la pareja que logre superar las diferentes pruebas y retos que les haya planteado el programa, se llevará un premio económico de 50.000 libras, unos 56.000 euros.
Restricción en las relaciones ‘sexoafectivas’

A partir de 2018 se establecieron reglas como la prohibición de la masturbación, de la desnudez total, así como la restricción a la hora de mantener relaciones sexuales con alguien que está ebrio. Los concursantes pueden beber tanto alcohol como quieran, pero desde el programa aseguran tener un control del mismo.
‘Love Island’ vs. ‘La isla de las tentaciones’

‘Love Island’ podría llegar a nuestro país para competir con otro formato similar que acaba de lograr una buena audiencia; nos referimos a ‘La Isla de las Tentaciones’, una adaptación del programa estadounidense, ‘Temptation Island’ que llegó a España a principios de año de la mano de Mediaset, y del que espera el estreno de una segunda edición en las próximas semanas.
De hecho, el éxito de ‘Love Island’ en el mundo, hizo que Mediaset España optara por hacerse con los derechos de un formato similar, pero mucho más económico, llamado ‘Temptation Island’, que ya estaba triunfando en Italia.
Hay que recordar que el último formato de este estilo que emitía la cadena de San Sebastián de los Reyes fue ‘Casados a Primera Vista’, que tuvo un total de cuatro temporadas. Y no podemos pasar por alto que Antena 3 fue la cadena original de ‘Confianza Ciega’, el formato en el que se basa ‘La Isla de las Tentaciones’.
Mallorca es el escenario de ‘Love Island’

Curiosamente, todas las grabaciones del formato se llevan a cabo en España, específicamente en Mallorca, donde una lujosa villa ubicada a las afueras de Sant Llorenç des Casdassar, se convierte en el lugar de convivencia para los participantes – de todas las ediciones internacionales – aislados del resto del mundo.
El lugar, que cuenta con todo tipo de comodidades – cocina exterior, jardín, jacuzzi, piscina – está especialmente equipado para que todos los detalles puedan ser seguidos por los espectadores del programa, a través de las 69 cámaras instaladas que se ponen a punto una vez al año para que los concursantes y equipos técnicos de cada país vayan pasando por la villa, uno tras otro.
A pesar de toda esta previsión, este año la llegada del coronavirus ha afectado al reality. El director de televisión de la Red británica ITV, Kevin Lygo, anunció en un comunicado que se cancelaba la edición prevista. “Hemos tratado por todos los medios de sacar adelante ‘Love Island’ este verano, pero logísticamente no es posible producirlo de una manera que salvaguarde el bienestar de todos los involucrados”, aseguró.
Tres suicidios en dieciocho meses

Para algunos, ‘Love Island’ parece estar maldito, pues en un lapso de año y medio, tres de sus ex participantes habrían cometido suicidio.
El primero tuvo lugar en junio de 2018, cuando Sophie Gradon, de 32 años, y participante en dos ediciones del formato, fue hallada muerta en la casa de sus padres, donde bajo la influencia de la cocaína y el alcohol, se habría suicidado. Tras dejar el concurso, Sophie fue víctima de acoso, con comentarios negativos sobre su forma de hablar y vestir; hecho que denunció pero que finalmente no pudo soportar.
En marzo de 2019, Mike Thalassitis, otro de los concursantes, también se suicidó por esa repentina fama. Uno de sus amigos reveló que fue imposible para él poder lidiar con el paso de “ser un chico normal a una celebridad en seis meses”.
Y el último de ellos fue el de la presentadora Caroline Flack, que murió por suicidio a la edad de 40 años, en febrero de este año causando una gran conmoción en medio mundo. Caroline había sido acusada de agredir a su pareja, el tenista Lewis Burton, y aunque ella lo desmintió y su novio también, fue condenada en las redes sociales y acabó por dejar su trabajo como presentadora; algo que sin duda contribuyó al triste desenlace.