Hoy en día los diferentes tipos de sal ya no son únicamente de uso exclusivo para los chefs profesionales, y tanto en los supermercados grandes como a través de Internet podrás encontrar sal marina, Maldon, del Himalaya… para tener en tu propia cocina y elaborar recetas de lo más sabrosas. Si no estás familiarizada con sus usos hoy te explicamos cuál debes utilizar en cada caso ¡ya no tendrás excusa para empezar a cocinar!
La sal marina

La sal marina tiene propiedades mucho más beneficiosas para la salud y un sabor considerablemente más intenso que la sal común, y es por esto último que suele usarse en menor cantidad. Este ingrediente contiene altos niveles de potasio y magnesio, dos minerales muy implicados en el buen funcionamiento de los músculos así que está especialmente indicada si tienes dolores en el cuerpo.
Una forma habitual de usar la sal de mar es incorporarla a los alimentos que se están calentando o cocinando para que se vaya deshaciendo lentamente y logre acentuar el sabor, ideal para los pescados u hortalizas.
Papas arrugadas con sal marina

Una receta perfecta para empezar a utilizar este ingrediente es la de las papas arrugadas, ya que resulta muy sencilla y te hará notar la diferencia. Para elaborar este plato primero se lava la patata muy bien ya que se cuece con su piel. Se extrae la piel de un limón, se mete la papa en una olla y se vierte agua hasta cubrirla. Se añade la sal marina y la piel del limón.
Primero se cocina con fuego fuerte y al hervir se baja a medio, se tapa con una toalla o paño de cocina y se deja cocer hasta que la patata esté hecha. Esto se prueba pinchando una papa con un tenedor, comprobando si penetra con facilidad. Después, se baja el fuego a mínimo y se coloca nuevamente la olla dándole un movimiento circular sobre la hornilla hasta secar la papa. Una vez terminado el proceso solo falta esperar a que se arrugue en una fuente o plato al secar.
La sal Maldon

La sal Maldon debe su nombre a su procedencia, que se encuentra en el río Blackwater, en el municipio de Maldon, en el condado de Essex (Inglaterra). Su elaboración es completamente artesanal aún a día de hoy y resulta muy laboriosa, empleando métodos y técnicas tradicionales que ya utilizaban los romanos y o los sajones en la misma zona de la que todavía se extrae.
Este tipo de sal es ideal para crear platos frescos como ensaladas, sopas frías, verduras o pescados de temporada. También es muy habitual su uso en cócteles y seguro que la habrás visto en alguna ocasión condimentando un Margarita o un Bloody Mary.
Ensalada de ventresca y rulo de cabra con sal Maldon

Si no se te ocurre un plato adecuado para empezar a usar esta sal te lo vamos a poner fácil explicándote la sencilla receta de la ensalada de ventresca y rulo de cabra con sal Maldon. Para elaborar este plato debes lavar una lechuga y colocarla en un plato o ensaladera.
A continuación, se colocan unos pimientos encima de la lechuga y sobre todo esto se pone cuidadosamente la ventresca. Se corta en rodajas más o menos del mismo tamaño en queso de cabra y se pone encima de la ventresca, luego se pone un poquito de mermelada de fresa. Se aliña con sal Maldon, aceite y vinagre.
La sal del Himalaya

La sal del Himalaya proviene habitualmente de de la mina de sal de Khewra en el distrito de Jhelum. Se caracteriza por su forma de cristales de color rosado y usualmente es molida justo en el instante de ser utilizada en las recetas o sobre el plato del comensal si se está en un restaurante, ya que su uso es habitual en la alta gastronomía.
Es ideal para cocinar cosas a la plancha, ya sea carne o pescado marinado. Se utiliza mucho en platos fríos como el sushi o el carpaccio e incluso se espolvorea encima de algunos postres, especialmente si estos tienen chocolate como ingrediente.
Langostas a la plancha con sal del Himalaya

Ya que los alimentos a la plancha son una de las opciones más sabrosas para estrenar una sal del Himalaya, te vamos a facilitar la receta de las langostas a la plancha. Para elaborarla se debe untar a las langostas un poco de aceite de oliva, espolvorear el chile en polvo y reservar. En una olla, a fuego lento se derrite la barra de mantequilla y se agrega el perejil fresco y el ajo, cocinando a fuego lento.
Se precalienta y se pone a temperatura la plancha con sal del Himalaya, se esparce el aceite de oliva sobre la plancha y se colocan las langostas, se cuecen por un 1 minuto y se voltean. Después, se agrega salsa de mantequilla, se deja cocinar por 1 minuto y se repite este paso hasta que las langostas estén cocidas. Se colocan las setas sobre la plancha, se bañan con salsa de mantequilla y se cuecen. Se sirven juntos con un chorro de limón fresco.