La guerra mediática de los Pantoja parece no tener fin. Kiko Rivera se ha rendido, y no tiene fuerzas para seguir luchando. Pero, los escándalos que ha sacado a la luz sobre su familia parece que le van a seguir pasando factura mucho tiempo. La última persona subirse al carro ha sido Gustavo González, quien ha dado unos detalles muy reveladores sobre cómo era la relación entre Isabel Pantoja y su pequeño del alma. Según la versión de periodista, se portó con Kiko Rivera como un auténtico padre, e incluso, se le llevó de vacaciones con sus propios hijos. Sin embargo, un hecho misterioso hizo que rompieran la relación y, desde entonces, llevan mucho tiempo sin dirigirse la palabra. ¿Quieren saber de qué se trata? Gustavo González aseguró que se hizo pasar por Agustín Pantoja para sacar a Kiko Rivera de internado donde le ingresó su madre, pues sus compañeros le hacían la vida imposible. ¿Sabían que unos matones le iban a obligar a mantener relaciones con una prostituta?
La terrible infancia del hijo de Isabel: abandono y abusos
> Kiko Rivera vivía feliz con su madre en La Moraleja, una lujosa urbanización de Madrid. Estudiaba en el San Patricio, un colegio privado al que iban los hijos de muchos famosos. Por aquel entonces, Isabel Pantoja estaba con Diego Gómez. Pero, Julián Muñoz se cruzó por su camino, y decidió cambiar de vida. El pequeño del alma estorbaba en los nuevos planes de la tonadillera. Así que, intentó que se reformara internándolo en un centro de Toledo. Según cuenta Gustavo González, Kiko Rivera estuvo muy afectado por este cambio. Pues, paso de estudiar con otros niños de un nivel socioeconómico bastante alto, a convivir con gente muy problemática. “Chelo defendió a Isabel diciendo en el colegio de Toledo estudiaban los hijos de Bono, pero, allí había auténtica gentuza”, aseguró el periodista.
Gustavo González no tardó en compadecerse de hijo de Isabel, y se trasladó hasta Toledo en varias ocasiones. La relación llegó hasta tal punto que, Kiko Rivera, llegó a recibir dinero gracias a informaciones que vendía sobre su madre. Pero, cada vez sabía menos de ella. De hecho, se enteró de que Isabel empezó a salir con Julián Muñoz gracias al programa Aquí hay tomate. “Cuando Kiko estaba en el internado, quienes íbamos a verle era otro compañero y yo, porque nadie iba, se olvidaban que estaba”, afirma Gustavo. El hijo de la tonadillera empezó a tener problemas con otros internos, y fue el periodista quien tuvo que tomar cartas en el asunto.
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Gustavo González: “Me hacía pasar por Agustín Pantoja”
> Kiko Rivera vivió un auténtico infierno dentro del internado de Toledo. Según contó Gustavo González, sus compañeros se aprovechaban de él, y le hacían pasar momentos muy comprometidos. Al parecer, algunos internos, le iban a obligar a estrenar su mayoría de edad manteniendo relaciones con una prostituta. Kiko Rivera no quería pasar por aquello, y le pidió ayuda a Gustazo González para que le ayudara a solucionar el problema. La relación entre ellos fue tan estrecha, que el periodista se llevó varias veces a Kiko a su casa, e incluso compartió con el algunas de sus vacaciones. “Me hacía pasar por Agustín Pantoja porque él me lo pedía, se venía el fin de semana a mi casa o a la casa de algún compañero”, asegura Gustavo.
Kiko Rivera encontró en Gustavo una figura paterna. Según ha contado el periodista, era el encargado de llevar y recoger al hijo de Isabel a las discotecas cuando era menor de edad. “Por aquella época era un chico tímido y le daba vergüenza estar con chicas. Me llamaba para que fuera a buscarle muy pronto”, comenta el colaborador. Sin embargo, hubo un día que Kiko Rivera decidió dar una patada al periodista, y no quiso saber nada más de él. Gustavo González ha confesado cual fue el auténtico motivo que le separó del hijo de la tonadillera.
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El periodista llamó a Isabel para decirle que su hijo era drogadicto
> Gustavo González tenía una relación pésima con Isabel Pantoja. Según ha contado, seguía muy de cerca todos sus movimientos, y esa insistencia terminó sentándole muy mal a la tonadillera. Sin embargo, pudo ponerse en contacto con ella gracias a María del monte. Consiguió su número de teléfono, la llamó y la alertó tanto del tipo de gente con la que se relacionaba Kiko, como de cuáles eran sus mayores vicios. «Gracias, sé que en el fondo eres buena persona, porque te preocupas de mi hijo. Haré lo que esté en mi mano”, le contestó la tonadillera. Kiko Rivera fue expulsado del internado junto al hijo de Pipi Estrada por estar fumando en las instalaciones y, desde entonces, su vida cambió por completo.
“Su madre le dijo que ya era hora de emanciparse y que hiciera su vida. Es cuando se va a Sevilla con su abuela”, asegura el periodista. Kiko Rivera se empezó a juntarse con malas compañías, a despilfarrar dinero y a consumir sustancias. Gustavo le pilló con sus nuevos amigos por Fuengirola, en Málaga, y le aconsejó que se replanteara su conducta. Pero, el grupo de gente con el que iba le increpó, y le recordó que ya no eran amigos. Así que, Gustavo no volvió a acercarse nunca al hijo de Isabel. “Kiko se juntaba con una gentuza impresionante, yo me enfrenté a uno de sus amigos”, comentó al respecto.
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Raquel Bollo aseguró que el periodista se portó muy mal con Kiko Rivera
> La amistad entre Kiko Rivera y Gustavo González se hizo pública en 2014. Aquel año, el periodista empezó a colaborar en Sálvame, y Raquel Bollo no aceptó la incorporación de su nuevo compañero. Después de mucho insistir, Jorge Javier Vázquez descubrió que la amiga de Isabel Pantoja estaba muy molesta con el periodista por haberse aprovechado de Kiko. “Le diste un caramelo a un niño que tenía el grifo cortado”, le espetó, refiriéndose a los reportajes que hacían durante la época de internado. Según el periodista, fue él quien quiso poner fin a la relación. “A partir de ahora le dices a tu madre la relación que tenemos con los reportajes”, le dijo Gustavo a Kiko después de un mal gesto. “Fui yo quien corté la relación”, aseguró el colaborador.
Kiko Rivera no se atrevía a decirle a su madre que estaba haciendo negocios con la prensa, y el juego sucio que práctico terminó por aniquilar a su único amigo de verdad. Aun así, Gustavo González se puso en contacto con la tonadillera para intentar que Kiko recondujese su mala vida. El hijo de Isabel interpretó ese detalle como una puñalada imperdonable, y fue difundiendo el rumor de que Gustavo no se había portado bien con él. No obstante, el periodista ha seguido dando la cara por su viejo amigo: “era tan libre de hacer reportajes como cualquier otro mayor de edad”, le contestó a Raquel Bollo en su día.
Recientemente, hemos conocido que la relación de Kiko y el periodista fue mucho más que una simple amistad. Entre ellos había un vínculo casi paternal que el hijo de Isabel no supo valorar. ¿Terminará revelándose contra su padre postizo y contando sus secretos más oscuros?