Jorge Sanz, al filo de la muerte: de las drogas a protegido de la mafia rusa fue salvado por sus hijos y Aurelie, su novia… Esta es la nueva historia del actor y concursante más de moda. Este 5 de marzo llega la final del concurso que ha tenido pegado al sofá a millones de telespectadores, El Desafío. «Hay que saber estar arriba y abajo» y es que el actor ha tenido muchos demonios que le han acechado durante años. «He conseguido librarme de todo lo cáustico que había en mi vida y me encuentro mejor que nunca«.
Jorge Sanz ha sido uno de los protagonistas indiscutibles de la edición, quizá por ser el más desconocido para el gran público. El genial actor ha estado durante muchos años y poco se ha sabido de aquel niño prodigio que, como su amigo Quique San Francisco, se metió al público en el bolsillo. Ambos eran muy grandes, pero desaparecieron de estar en la primera plana. En especial Jorge Sanz. De hecho, él lo sabía e hizo hasta una serie titulada bajo el nombre ¿Qué fue de Jorge Sanz?
20 años de desierto en los que ha tenido una vida de auténtica locura y peligros y coqueteos con las drogas y la mafia porque él mismo quiso… Jorge Sanz todo un padrazo de cuatro hijos (Marta, Merlín, Lope y Guoxu), toda ese mundo de desenfreno forma parte de su historia y de su pasado… Una vida sin duda, de película que te vamos a desvelar. Jorge Sanz: las trágicas historias de sus hijos Marta y Merlín
Jorge Sanz, el guaperas niño prodigio marcado por una vida de desenfreno

> Él era el guaperas de los ochenta y principios de los 90 del cine español cuando ni Alejandro Sanz había aparecido en escena. Cuando Sánchez Pizarro comenzaba su astronómica carrera, Jorge Sanz tenía un nombre muy reputado. No tenía parangón junto a otros galanes de la escena algo más mayores que él. No tenía nada que envidiarle ni a Miguel Ángel Silvestre, ni a Álex González, ni a Patrick Criado o Miguel Herrán, entre otros muchos. En aquella época estaban José Coronado, Javier Bardem y él. Se llevaba los papeles y las chicas de calle aunque no destacaba por su altura.
Él mismo reconoce que ser Jorge Sanz en una época determinada era como ser Gardel en Argentina o ser Valentino en Hollywood, y era verdad.
Pero de los 18 a los 38 años, su vida corrió peligro porque él eligió otra, la de la fiesta: «Durante 20 años, se dice pronto, de los 18 a los 38, más o menos, no soportaba la idea de que pudiera haber alguien pasándoselo bien en algún sitio y no estar yo…», comenta abiertamente a la revista ¡Hola!
«Pero eso aquí, en Miami, en Los Ángeles, en Francia… En todos los lados donde he estado», como ves por eso te decíamos que tenía un gran nombre y lo ha tenido hasta ‘estando de marcha’. Con su hijo Merlín con fibrosis quística reconoce que: «He exprimido la vida todo lo que he podido y un poquito más». Pasa la página que te vas a quedar de piedra porque ha sido el ritmo de su vida el que le ha hecho tener a sus 51 años un infarto y dos estents.
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Jorge Sanz, salvado por sus hijos antes de aparecer muerto un día

> Realmente su cambio vino porque, como él mismo deja entrever, tenía que parar y le tocaba cuidarse si no quería haber aparecido, muerto. Aunque reconoce que nunca le ha ido mal… y le gusta meterse en todo lo que pueda: clubes peligrosos, mafia rusa.. Jorge Sanz es intocable y te vas a alucinar con lo que es capaz de contar.
¿En qué le ayudaron tanto sus hijos y por qué le salvaron? Pues por el estilo de vida que llevaba el actor: «Sí es verdad, porque la vida que llevaba… y porque de todo lo negativo que me ha pasado en la vida he sabido darle la vuelta y convertirlo en positivo». Y es que Sanz tenía un ático que guarda muchos secretos. Entre risas recuerda a la revista: «Yo tenía un ático de 90 metros cuadrados que, si sus paredes hablaran», las fiestas eran de lo más sonadas. Pero, ¿qué pasaba allí y fuera de estas?
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Las peligrosas amistades de Jorge Sanz

> A Jorge Sanz no le han faltado los amigos, incluso hasta para pagarle las deudas y ayudarle en sus momentos más complicados económicamente. Aun así, se arrepiente de haber dado las gracias en público a Antonio Resines y Santiago Segura, que querían permanecer en un segundo discreto plano.
«Yo tengo amigos en el infierno. Especialmente en el infierno. A mí me llaman flâneur, que es un término francés que significa paseante, uno que va por las calles sin rumbo», comenta. Esta es una figura muy típica del siglo XVIII con la que él se define.
Motero de por vida, así ha sido su vida. Apasionado de las dos ruedas, ha lanzado ahora una colección de botas bajo el nombre de Red Series by Jorge Sanz. A día de hoy no le cuesta recordar su apasionante historia: «Me gusta ser de todos los clubes que pueda». Entre ellos uno de lo más exclusivos y peligrosos: los Night Wolves, el club de moteros de Vladimir Putin… Para entrar en él tuvo que jugarse la vida. Sigue leyendo que la chulería del madrileño llega a rozar lo peligroso.
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Jorge Sanz, ‘el amigo’ de Putin: «En Rusia, soy intocable para la mafia, el Estado y la policía»

> Jorge Sanz ha estado al filo de la navaja y le gusta el peligro. No es el único. A su hijo Merlín le encanta jugarse la vida como actor especialista, y es capaz de incendiar un habitáculo atado a una silla. Así lo cuenta el propio Jorge Sanz Miranda. De casta le viene al galgo, como se suele decir porque, como te contábamos, para entrar en el club de moteros más peligroso del mundo, Jorge Sanz tuvo que jugarse la vida por un ruso o por un night wolf…
En el club de moteros de Putin solo hay dos españoles según relata Sanz: «en España, solo hay dos miembros. Para poder entrar, tienes que haberte jugado la vida por un ruso o por otro night wolf… Y yo lo hice en La Habana», explica. Y eso a día de hoy tiene unos privilegios: «En Rusia, soy intocable para la mafia, el Estado y la policía.
Sabiendo que ha estado al borde de la muerte ya tiene su epitafio para cuando se muera. ¿Quieres saber cuál es y descubrir cómo ha sido su alocada vida? Pasa la página.
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Jorge Sanz y el día que Almódovar le despidió en una semana

> La madre de Jorge Sanz ha pasado mucho con su hijo y ella misma le llegaba a decir que se había gastado no una fortuna, sino muchas fortunas. Y ese podría ser epitafio en la tumba: «Jorge Sanz vivió y gastó fortunas«.
Era muy difícil para los que estaban a su alrededor. Reconoce que Pedro Almódovar, que de fiestas y pasarlo bien sabe otro rato, le echó una semana después de comenzar a rodar Carne Trémula. Todo un director, le pagó la película entera. Con ese dinero decidió, en lugar de gastárselo de fiesta, invertirlo en una casa para sus padres en el Valle de Arán y que a día de hoy tienen. Es el centro donde se reúne toda la familia. Porque familiar ha sido un rato y todo un padrazo.
Antes de gastarse todo, compró además de esta casa, dos casas en Madrid, un loft, porque sabe que si no estaría viviendo debajo de un puente. ¡Cuánto ha cambiado la vida de Jorge Sanz que ahora vive entre ocas y gallinas, esturiones y perros, sus cuatro hijos (aunque Marta la mayor ya ha volado), su novia Aurelie Domingues! Aurelie le ha salvado junto a sus hijos, de las drogas y la muerte. A todos ellos y a su familia les da eternamente las gracias.
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Jorge Sanz, 20 años de consumo de sustancias peligrosas

> El consagrado actor que vivió su mayor ocaso cinematográfico, recuerda que ha hecho de todo. De hecho en su primer viaje a Los Ángeles, sin tener un duro quería darle una sorpresa a un amigo, se puso a trabajar en un youth hotel del que comenta: «yo no tenía ni un duro. Me puse a trabajar limpiando roña de los baldosines de las duchas, porque con eso te daban de comer y una cama».
Son muchas anécdotas pero tuvo que cambiar estrepitosamente de vida: «he tenido que dar un volantazo para seguir aguantando el combate». Vivía al filo: «durante 20 años acostumbrado a salir todas las noches, te habitúas a consumir un montón de sustancias, unas más que otras. Pero hay algunas que te hacen saltar los fusibles y ya no puedes volver a tomarlas. Yo tenía que recuperar el temple y mi educación». Tenía que trabajar en sí mismo porque tenía que vivir para sus hijos, para Merlín y su fibrosis, para recuperar a su hija Marta, y para estar con Lope y su hijo apadrinado Guoxu. Tenía que: «tener entereza suficiente como para poder enfrentarme a los problemas sin tener que tomarme nada y poder solucionarlos. Estoy feliz»…