La colaboradora de Viva la vida está dando a su jefe más problemas de los que le gustaría, y el consejero delegado de Mediaset está empezando a cansarse. Makoke ha sacado de quicio a Vasile y son muchos los que avisan de que su puesto de trabajo en Telecinco pende de un hilo. ¡Qué fuerte! Pero, ¿qué ha pasado? Sigue leyendo, te contamos todos los detalles a continuación.
La policía va a casa de Makoke
> Ha sido Lydia Lozano quien ha soltado la bomba en Sálvame. La periodista aseguraba que tenía una información muy comprometida de la colaboradora de Viva la vida, a quien acusaba de haber incumplido las medidas que las autoridades han impuesto en la Comunidad de Madrid para evitar la propagación del coronavirus. Según la tertuliana, la policía se presentó en casa de Makoke tras recibir la denuncia de una vecina, que alertó a las fuerzas de seguridad tras comprobar que, supuestamente, en la vivienda se estaba celebrando una fiesta multitudinaria, con al menos 15 personas, sobrepasando así el límite de cuatro individuos por reunión. La mujer cuyo domicilio colinda con el de la exmujer de Kiko Matamoros se alertó porque vio muchos coches en el aparcamiento y porque la música estaba muy alta. Además, los culpa también de haberse saltado el toque de queda, puesto que ya habían pasado las 11 de la noche.
Además, la vecina que ha podido hablar con Lydia Lozano ha explicado incluso que el hijo de Makoke, Javier Tudela, se encaró con ella cuando se enteró de que había llamado a la policía. Por si esto fuera poco, Antonio David Flores también ha explicado que, el mismo día que se celebró esa supuesta fiesta ilegal, la colaboradora de Viva la vida fue vista en un restaurante acompañada de muchos amigos, sobrepasando de nuevo el máximo de 6 comensales por mesa e incluso el aforo del local. La que fuera azafata del Telecupón no ha tardado en desmentir estas informaciones a través de su amiga Marta López, pero lo cierto es que sus antecedentes juegan en su contra… Vasile ya le ha dado varias oportunidades, y todo parece indicar que ya se está cansando del comportamiento de la tertuliana.
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