En la actualidad el uso de las mascarillas higiénicas está condicionando mucho el maquillaje y ha conseguido alzar como protagonista indiscutible el arte de hacer el delineado. Maquillar los ojos todos los días con sombras puede resultar demasiado formal o tedioso por lo que hacerse el rabillo del ojo perfecto es la última tendencia. El problema es que no todas las personas tienen la misma maña para este proceso, así que hoy te vamos a facilitar los trucos infalibles para un buen resultado.
Los tipos de delineadores

Para introducirse en este tema es necesario aclarar que existen diferentes tipos de delineadores que además conviene conocer para que puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Consiguen efectos un poco diferentes y también son más o menos difíciles de usar según el formato.
El lápiz es uno de los más fáciles de utilizar. La línea puede resultar menos intensa que los delineadores en gel o líquido. Por su parte, los líquidos se eligen habitualmente por su capacidad de precisión. La mayoría vienen con forma de pluma con pincel. Por último, los de gel o crema tienen la punta de un delineador en gel y es la que mejor se desliza.
Con un lápiz blando

A la hora de hacer la raya del ojo importa bastante el formato escogido y pueden surgir problemas con los delineadores en crema o líquidos ya que se marcan mucho. Esto es muy positivo para el resultado final, pero si tienes un pulso poco templado o no eres capaz de dejar de parpadear, se puede convertir en un problema.
Mientras no solucionas este problema de destreza lo mejor es que elijas un lápiz y que este sea blando. Un lápiz de ojos no suele tener una pigmentación tan marcada como los de tipo eyerliner líquidos o en gel. Los errores serán mucho más sencillos de disimular en este formato o de borrar sin dejar rastro.
Estirar el ojo

Es algo muy habitual tener la tendencia de estirar el ojo a la hora de hacer la raya con el formato que sea, pero debes recordar que lo mejor es no hacerlo. El resultado en realidad puede ser un verdadero desastre. Hay que aplicar el eyerliner con el rostro lo más relajado que sea posible.
Uno de los mejores trucos para hacer bien el rabillo del ojo en este sentido es colocarse con un espejo bajo mirando hacia arriba, así no podrás evitar el bajar la mirada un poco y podrás pintar mejor la raya de una forma casi instintiva.
Empieza por la mitad

Uno de los trucos importantes que debes recordar para hacer un rabillo del ojo perfecto es que la raya no debe empezar en el lagrimal, sino en la mitad del párpado.
Además, nunca debes empezar de una forma exagerada ni demasiado gruesa ni excesivamente marcada. Un buen consejo es pintar unos pequeños puntos desde la mitad del ojo hasta el rabillo e ir uniéndolos después con una línea fina que luego tendrás que rellenar.
Evita hacerlo a pulso

Para evitar grandes errores y desastres lo mejor es que el eyeliner descanse sobre las pestañas. De esta forma poco a poco irás rellenando con cuidado los huecos. Esto es importante para evitar una horrible raya blanca, ese espacio que puede quedar sin pintar entre la raya y las pestañas.
Para finalizar, recuerda que no es necesario que desmaquilles del todo siempre que te desvíes un poco del trazo. Muchas veces basta con utilizar un bastoncillo con un poco de desmaquillante para ir retocando aquellos trazos que no quedan bien o se han salido un poco.
El eyeliner en crema

El eyeliner en crema o gel suele venir con su propio frasco y con un pincel biselado. Lo cierto es que al principio puede impresionar y parece que va a ser imposible de utilizar. En realidad, es mucho más sencillo de aplicar que los demás formatos.
Este formato presenta una gran versatilidad, y suele ser uno de los productos preferidos de la mayoría de maquilladores profesionales, así que puede ser más útil de lo que parece. El truco está en la brocha biselada, ya que esta tiene la forma perfecta para recorrer el párpado sin demasiados temblores.