La vida de Bertín Osborne está marcada por trágicas desapariciones. Son varias las ocasiones en que el cantante y los suyos han tenido que enfrentarse a muertes inesperadas. A puro dolor, así ha vivido Bertín lo que se suponía eran bendiciones que acabaron convertidas en tragedia. El presentador de «Mi casa es la tuya» ha hablado en reiteradas ocasiones de las tragedias a las que tanto él como su familia se han tenido que enfrentar a lo largo de su vida y que, si bien nunca las van a olvidar, les han convertido en una familia unida ante la adversidad y en un ejemplo de superación.
La mayor pérdida de Eugenia Osborne

Hace cinco años sucedió una gran tragedia en la vida de Eugenia Osborne. Estaba embarazada de mellizas pero no logró completar el ciclo de gestación y dio a luz a los seis meses. Letizia y Sandra nacieron con un peso de 750 y 800 gramos. Eugenia sabía que algo no iba bien pero estaba tan débil que entonces no se dio cuenta de la tragedia que estaba a punto de vivir.
“Estuve seis días ingresada sin poder moverme de la cama, pero al final no pude más. Sandra nació por parto natural porque era la que se había encajado, pero Leticia fue por cesárea. Tardé dos días en poder verlas porque me costaba levantarme porque estaba muy débil y con mareos hasta que al tercer día me llevaron en silla de rueda a verlas”, entre lágrimas ha recordado la hija de Bertín uno de los episodios más duros de su existencia.
¿Cómo afrontar la pérdida de un hijo?

No es fácil hablar de ciertas situaciones como la vivida por Eugenia Osborne. Se trata de un hecho que todavía no ha digerido: “La realidad es que lo guardé en una cajita y ahí se ha quedado. Por eso a veces cuando me sacan el tema no puedo evitar emocionarme. Es un tema con el que todavía no he lidiado ni quiero”. En cuanto a Sandra, la única de sus mellizas que sobrevivió, la hija de Bertín está completamente volcada en ella:
“Es una niña que está sanísima, no se pone enferma nunca. Es lista, rápida, ágil, divertida, buena. Me considero muy afortunada. No paran de decirme que es una luchadora, y yo no le quito el mérito, sigue aquí porque fue una niña muy fuerte. Pero luchadora fue la otra, que a pesar de todas las dificultades, lo intentó”.
Dos tragedias y un mismo hospital

El primer hijo de Bertín fue un varón que nació afectado por una malformación en el hígado. El cantante trasladó a Christian a Madrid para que fuera atendido por especialistas. Nada pudieron hacer por salvarle y el pequeño falleció. Eso supuso un golpe muy duro para el artista y su esposa de entonces, Sandra. Quiso el destino que Kike naciera en el mismo hospital que Christian. Nada hacía presagiar que habría problema alguno. Sin embargo, Fabiola fue víctima de una negligencia médica. No le detectaron una infección durante el embarazo que causó que Kike naciera afectado por parálisis cerebral.
Lo primero que el médico dijo a Bertín y Fabiola sobre Kike fueron estas durísimas palabras: “Tu hijo será un vegetal, no se moverá, no verá, no oirá y no hablará”. La pareja desafió el diagnóstico y buscó soluciones. Ciertamente, Kike lleva una buena progresión. Ya camina, habla y tiene una gran empatía con quienes están a su alrededor. No se queja cuando el dolor aprieta o tiene que someterse a pruebas médicas. A propósito de la situación de Kike, su padre declaró: “Por ley de vida Fabiola y yo nos tenemos que ir antes y me mata que Kike no tenga una vida feliz cuando no estemos. Por eso trabajo como un auténtico burro. Su futuro es lo único que me quita el sueño, no el de mis otros hijos, que van a estar bien, porque son inteligentes. Pero a Kike debemos ayudarle”.
Maldito cancer

Bertin Osborne y Sandra Domecq mantuvieron un matrimonio marcado por las infidelidades. El cantante juró una y mil veces que iba a cambiar de actitud pero siempre acababa tropezando con la misma piedra. Al separarse, las hijas de la pareja, Eugenia, Alejandra y Claudia, vivieron con su madre. En este sentido, la ex pareja no tuvo problema alguno. Siempre se entendieron como padres. La vida de los Osborne pegaría un gran giro cuando a Sandra le diagnosticaron un cáncer a los cuarenta y siete años. Falleció a los cincuenta y uno.
Cuando Sandra se fue, Bertín, Alejandra, Eugenia y Claudia se apoyaron unos a otros para superar la pérdida, que no por esperada fue menos dolorosa. El cantante reconoció que toda la familia sabía que su ex mujer tenía los días contados. En este sentido, los médicos no les ocultaron la realidad. Han pasado los años y Sandra sigue muy presente en la memoria de los suyos. Es un referente para sus hijas, que permanecen muy unidas también a la hija que su madre tuvo de una relación posterior a Bertín, Ana Cristina.
La dura realidad de Bertín Osborne

El nacimiento de Kike cambió la vida de Bertín Osborne y Fabiola Martínez. Está afectado de una malformación que le impide desarrollarse con normalidad. Los médicos dijeron a la pareja que su hijo sería un vegetal. Lejos de tirar la toalla, el cantante y su mujer se crecieron ante la adversidad y exploraron otras posibilidades. A tanto llegó su empeño que han puesto en pie una Fundación dedicada al estudio de la enfermedad.
La casa de Bertín está acondicionada para que Kike pueda moverse por ella. Todo en ella gira alrededor de este campeón que, a sus once años, manifiesta unas ganas de superarse que son la admiración de su familia. Son muchos los cuidados que el hijo del cantante. En este sentido, el tema económico es muy importante, tal y como han reconocido sus padres en diferentes ocasiones.
La gran preocupación de Bertín

“Por ley de vida Fabiola y yo nos tenemos que ir antes y me mata que Kike no tenga una vida feliz cuando no estemos. Por eso trabajo como un auténtico burro. Su futuro es lo único que me quita el sueño, no el de mis otros hijos, que van a estar bien, porque son inteligentes. Pero a Kike debemos ayudarle”, ha confesado el cantante a propósito de sus múltiples compromisos profesionales.
En cuanto a Fabiola, hace ya tiempo que disminuyó su ritmo de trabajo para centrarse en Kike. Su idea es ir retomando esta faceta a medida en que su hijo la necesite menos. Ayuda no le falta pero su presencia constante en los primeros años de vida de Kike han sido muy beneficiosos para el espectacular avance que ha observado. Además de Bertín, uno de sus mayores apoyos han sido sus padres, que dejaron Venezuela para instalarse junto a su hija.
Todo se derrumbó

Si algo sorprende es la actitud de Bertín Osborne y Fabiola Martínez ante la adversidad. Nada hacía presagiar que Kike vendría al mundo con un problema de salud tan grave. Fabiola estaba en el sexto mes de embarazo cuando su ginecólogo comprobó que había problemas y decidido practicarle una cesárea de urgencia. El bebé fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital donde permaneció con ventilación mecánica.
A pesar del difícil momento, Bertín atendió a los medios destacados en la Paz y expresó que el problema más grave al que se enfrentaba su hijo no era el ser prematuro, apenas pesaba un kilo y medio, sino que estaba afectado por una bacteria, lifteria, que le había provocado una grave infección. Tuvieron que hacerle dos transfusiones y tratarle con antibióticos.
Críticas a Bertín por posar con Kike

Cuando Kike estaba a punto de cumplir un año de vida, protagonizó un reportaje donde sus padres explicaron su evolución. “A nosotros nos dijeron que el niño iba a ser ciego, y el niño ve; que no se iba a mover, y se mueve. Lo que demuestra que hay que creer y tener fe”, expresó muy emocionado Bertín. Aunque el posado levantó algunas críticas, la verdad es que fue muy positivo para dar visibilidad a este problema de salud que muchos padres y madres sufren en soledad.
“Si conseguimos que continúe evolucionando como hasta ahora, a lo mejor a los cinco o seis años es un niño con una vida normal”, añadió el cantante. Y el tiempo le ha dado la razón. Cada vez son más los avances de Kike, que ya ha dado sus primeros pasos y pronuncia palabras. Por otro lado, es muy consciente de lo que significa su enfermedad para su familia y pone todo de su parte para aliviarles en lo que puede. Por ejemplo, aguanta mucho el dolor y se somete a las pruebas médicas con la mejor de sus sonrisas.
La fecha adecuada, esa es la cuestión

Kike tuvo que someterse a una operación destinada a mejorar su movilidad: “Los huesos crecen pero la musculatura no le acompaña (Kike)”. Este tipo de intervenciones requieren de dedicación por parte de los padres, de ahí que tuvieran que encontrar el momento adecuado tanto para ellos como para el niño antes de someterse a dicha operación que, por suerte, salió genial, tal y como explicó la propia Fabiola en sus redes sociales: “Para todos los que con tanto cariño me habéis escrito preguntando por Kike, aquí está… ha sido una decisión difícil, una operación muy larga y laboriosa, pero gracias a Dios y al equipo médico todo ha salido muy bien.. ahora queda recuperación y rehabilitación a tope con esa fuerza y espíritu de superviviente que siempre le ha caracterizado a mi príncipe… Gracias con todo mi corazón por vuestro cariño y respeto”.
Ahora, tras su divorcio, ambos siguen volcados en el cuidado de su familia y, aunque el amor se haya terminado entre la pareja, no así el amor que sienten hacia sus hijos.