Si algo parece haber aprendido Nuria Marín es que «la fama cuesta«, como decía la señorita Lidya Grant en la High School for the Performing Arts de la serie ‘Fama’. Quizás por eso y porque para salir en pantalla hay que salir lo más bella posible, la presentadora ocasional de programas como ‘Sálvame’ o ‘Socialité’ ha decidido seguir los pasos de otras muchas famosas que han ido remodelando su cuerpo a base de pases continuos por el quirófano. Aunque el tiempo pasa para todos, hay a algunos que les sienta mejor que a otros, vamos que el dicho de que «los años no pasan en balde» es una verdad como un templo y por ello ahora Nuria sí está, encantadísima de su evolución con el paso del tiempo, como ha demostrado desempolvando su álbum de fotos personal.
El cambio de Nuria Marín

En esas fotografías que ha subido a Instagram la propia Nuria Marín se refleja a la perfección el espectacular cambio físico que ha experimentado. La presentadora de ‘Sálvame‘ ha sacado a la luz las fotos de su pasado, que evidencian que el antes y el después poco tienen que ver. Y es que al parecer durante estas últimas dos décadas, la periodista de 40 años se ha sometido a varios retoques estéticos y ha probado todo tipo de cambios de look: desde el pelo negro con flequillo, hasta el pelo rapado. A diferencia de otros personajes que también forman parte del «universo Sálvame», como Belén Esteban o María Patiño, esas modificaciones a ella le han sentado mucho mejor.
La redactora Nuria Marín

Gracias a esas fotos de Nuria Marín hemos podido recordar, sin tener que echar mano de Wikipedia, parte del pasado profesional de la periodista, que precisa sin rubor que «tengo un antes y un después como una catedral». A sus 22 años, trabajaba como redactora de ‘Superpop’, y, según ella ha comentado ahora, llevaba «un peinado imposible» y tenía «los dientes fatal». Por este último detalle la presentadora ha revelado que lo que primero que hizo con su primer sueldo fue pedir cita con el dentista. De esa visita al especialista resultó el tener que llevar ortodoncia durante tres años y por tanto el que le cambiara mucho la forma de la cara, como ella dice «me la hizo más angulosa».
Sus problemas de pecho

A Nuria Marín no le ha importado ni el mostrar imágenes suyas en bikini, tanto de ahora como de cuando tenía 17 años. A la periodista catalana le gusta en su programa siempre llegar hasta el final de las noticias, de ahí esos posados olvidados que ella misma ha terminado valorando con un sincero «no tenía nada de pecho», después de ir deteniéndose en todos y cada uno de sus cambios en el vídeo. Eso sí, quizás esa parte de su cuerpo es la única «natural» que tiene hoy en día ya que aunque reconoce que se planteó muy seriamente pasar por quirófano para someterse a un aumento de pecho, finalmente terminó cambiando de idea.
Sus pasos por «boxes»

Más allá de los retoques de Nuria Marín y de la evolución física que ha experimentado con los años, lo que ha dejado claro una vez más es lo poco que le teme a los cambios. Por ese motivo la periodista no ha negado que sí ha pasado en varias ocasiones por ‘boxes’ para mejorar ciertos aspectos de su rostro. Eso sí, con mejores y peores resultados. Según ha revelado, «me he hecho de todo», y no ha dudado en contabilizar hasta todas sus infiltraciones de ácido hialurónico y los tratamientos de estética a los que se ha sometido a lo largo de los últimos años. La de Lérida ha querido sacar a la luz su lado más desconocido para romper con todos los tabús.
Sus cambios de peinado

Tirando de humor y haciendo gala de su arrolladora personalidad, Nuria Marín ha querido por tanto demostrar que no pasa nada por decir que has ido cambiando tu «look» con ayuda de otros para intentar mejorar tu aspecto. Esos cambios por supuesto también afectaron a su peinado, apartado donde la catalana ha tenido mucho que analizar porque, según ella, «me he hecho cosas horribles», sin perder en ningún momento el sentido del humor. La presentadora de ‘Sálvame’ y ‘Socialité‘ ha precisado que tuvo un «peinado champiñón, permanente…y hasta me rapé», como ha podido ratificar con una imagen en la que se la ve completamente irreconocible, con la cabeza rapada. ¿Qué por qué le dio lo que se llama un «venazo»? Pues, como tantas veces ocurre en la vida, por cuestión de amor, por la ruptura con su primer novio.