La baronesa Thyssen ha abierto (y de par en par) las puertas de su casoplón de ‘Mas Mañanas’, su morada de la Costa Brava -que construyó al casarse con Lex Barker-, donde además de revelar en exclusiva para ‘¡Hola!’ la verdad sobre su actual vida y de cómo educa a sus hijas, ha hablado, por fin, alto y claro sobre la relación que mantiene con su hijo Borja Thyssen. Pero por si, ya para arrancar, pudiera saber a poco, como extra, Carmen advierte que su corazón vuelve a estar libre.
Borja Thyssen y su madre firman la paz
En las entrañables imágenes de este reportaje, Tita posa feliz al lado de sus hijas Carmen y Sabina, que el pasado 6 de julio cumplieron once años. «Han crecido mucho y están muy guapas. Son dos niñas muy buenas y cariñosas. Me siento muy orgullosa», confiesa la Baronesa, que ha hablado de la educación que están recibiendo sus mellizas.
Pero no se olvida de Borja. Hace unos meses volvían a saltar las alarmas sobre un nuevo y definitivo distanciamiento entre ella y el heredero del apellido Thyssen. Un fuego que parece extinguirse gracias a que Carmen ha podido, a golpe de exclusiva, poder ahora aclarar en esta entrevista.
Los rumores de esta mala relación
Las revistas del corazón llegaban al kiosco rosa este pasado verano para sorprendernos con un tema que parecía estar ya enterrado: fuentes cercanas a la familia aseguran que entre Tita Cervera y su hijo, Borja Thyssen, ya no reina la paz como así se logró el pasado año tras mucho tiempo de distanciamiento para pasar de nuevo un verano sola, triste y sin el cariño de su hijo.
Así lo contaba la revista ‘Corazón TVE’ en portada narrando con detalles el nuevo escándalo familiar de los Thyssen: “El entorno asegura que vuelven los desencuentros”, rezaba la portada. Un dato que Tita ahora desmiente con esta portada y exclusiva.
La condición del tratado de paz
Como además publica ‘El País’ en sus páginas, existe una leyenda que asegura que cuando Carmen Cervera firmó la paz con su hijo Borja una de las condiciones que puso este era no relacionarse con sus hermanas, las hijas que su madre tuvo mediante gestación subrogada. Sea verdad o mentira la leyenda, es un hecho que las niñas y Borja no se dejan ver juntos. Pero ahora algo ha cambiado, al menos así se desprende de una frase de la baronesa que tiene un mensaje escondido: «Los hijos de Borja han crecido mucho, están muy guapos. Estos días, Eric ha cumplido ya 7 años. Carmen y Sabina le cantaron Cumpleaños Feliz«.
O lo que es lo mismo: las pequeñas parece que se tratan con la otra parte de la familia. También insiste la Baronesa en que la relación con su hijo no sufre fisuras pese a que hace mucho que no se les ve juntos. «Este verano hemos navegado juntos por Francia e Italia», ha aclarado.
Carmen y Sabina, unas eminencias
Además de hablar cuatro idiomas, castellano, catalán, inglés y francés, también reciben clases de arte y pintura, una parte muy importante de su formación y una pasión que ya parecen compartir con su madre, Tita Cervera, que esta semana ha querido hablar en exclusiva para la revista ‘¡Hola!’ para contar cómo es su vida. También saben solfeo, tocan el violonchelo y el piano, que les gusta mucho, además de acudir a clases de canto y de ballet, con el que comenzaron cuando tenían cuatro años.
«Ahora les doy la educación que deben tener, pero, una vez que sepan el camino, deben elegir lo que ellas quieran y yo las apoyaré en todo. Sí me gustaría mucho, eso sí, que fueran coleccionistas, como yo, o al menos que entendirran lo que es el coleccionismo», apunta la baronesa Thyssen.
Con ellas, Carmen jamás pierde su sonrisa
Son el motivo principal por el que Carmen Cervera jamás pierde su sonrisa. Las mellizas son ya unas mujercitas que pueden compartir varios temas y opinión con su mamá.
En la imagen vemos como Tita disfrutaba con ellas, Carmen y Sabina, este pasado verano de un estupendo desayuno en una terraza de Formentera, donde han pasado unas lujosas vacaciones para desconectar de las múltiples actividades que las niñas cursan en invierno.
Las negociaciones de su colección de arte
La Baronesa negocia su situación en España y la de su colección y lanza una advertencia al Gobierno en esta nueva entrevista: «Deseo que mis cuadros se queden en España siempre que tengan un marco legal que permita su movilidad para realizar nuestras muestras. Tengo muchas peticiones de museos de otros países donde me ofrecen un fee por exhibirlos».
Y añade: «En el año 2000 con el entonces ministro de Cultura se firmó un pacto en el que prestaba mi colección de forma gratuita. Pasado esos años he seguido prestándola bajo las mismas condiciones hasta hoy. En este momento nos hemos dado una pausa y tenemos hasta el 31 de diciembre para ver qué hacemos. Debo pensar en el futuro de mis herederos», concluye Carmen con estas palabras en la que es, sin duda, una de sus entrevistas más sinceras y completas.
Borja Thyssen en su día a día, lejos de su madre
Por la otra parte, así de felices y relajados se le has visto pasear al hijo de Carmen Cervera y a su esposa, Blanca Cuesta, por las céntricas calles de Madrid hace ahora varios meses. Borja Thyssen se evade normalmente de sus múltiples y graves problemas con el fisco para preparar las que han sido una de las vacaciones de verano más complicadas de su vida haciendo oídos sordos a sus problemas y colmando a sus cuatro hijos de caprichos y regalos. ¡Caros, muy caros!
Y es que desde que el matrimonio se casara en octubre de 2007, los acontecimientos no han cesado de llegar a sus vidas. Muchos casos malos, como por ejemplo, la actual deuda que tiene con Hacienda o el duro enfrentamiento con su madre, la Baronesa Thyssen, que ahora parecen por fin llegar a su fin. Y otro buenos: En enero de 2008 llegó su primer hijo, Sacha. La pareja ha continuado aumentando la familia a lo largo de los años. Dos años después del nacimiento de su primogénito dieron la bienvenida a Eric. En 2012, llegó a su vida su tercer retoño, Enzo. Y la benjamina de la casa, Kala, que nació en 2014.
Una vida de altibajos que ahora podría estar comenzando a estabilizarse a base de plena felicidad. O… ¿No es oro todo lo que reluce? ¡Analizamos al detalle en nuestra siguiente lista la vida actual de Borja Thyssen y Blanca Cuesta!
De ‘shopping’

Pese a que el pasado año la pareja parecía que había fijado su residencia permanente en Reino Unido, finalmente decidieron aterrizar en Andorra, país donde viven para tributar en el país vecino. Por lo menos deberían hacerlo el mínimo establecido: Casi 140 días al año.
Pero no deben de cumplirlo a raja tabla dado que la jueza del Juzgado de Instrucción 1 de Pozuelo de Alarcón le ha impuesto una fianza de 629.240 euros por un presunto delito de fraude fiscal al «fingir» que vive en Andorra. Un tema del que no se ha dado solución y que, a juzgar por las imágenes, a la pareja no parezca preocuparle demasiado. ¿Cómo harán frente los Thyssen a la deuda?
Problemas con el Fisco

Se quieren y se amanan pese a sus problemas económicos y hacen la vista gorda a sus problemas con el fisco tirando de tarjeta de crédito en una de las mejores zonas de ‘shopping’ de la capital española: Alonso Martínez y el Barrio de Chueca.
El matrimonio, que demuestran el amor que se procesan en cada momento que comparten, ha querido adquirir algunos juguetes y artículos para sus cuatro hijos. Pero no han sido las únicas adquisiciones…
Para Blanca también ha habido caprichitos en una boutique donde cada artículo medio de la tienda cuesta alrededor de 300€. ¡Vaya lujazo, pareja!
Su mujer, Blanca Cuesta
Ibiza les esperaba como cada verano. Borja y Blanca ultimaban días antes del arranque de la época estival sus compras en la capital y de paso podrían haber visitado a sus respectivos abogados y asesores fiscales para interesarse por la actual y gran deuda que la familia tiene a día de hoy pendiente con Hacienda.
En breve, el matrimonio y sus cuatro hijo pusieron rumbo a la isla pitiusa para disfrutar del buen tiempo y reunirse con la Baronesa para invertir el tiempo en familia, como ella misma ha aclarado en la citada exclusiva pero sin imágenes de por medio por parte de la prensa. Ahora que el único problema, que de momento, parece haberse solucionado en la vida de Borja, el de las peleas con su madre, le sirve como apoyo para desconectar y ver de qué forma dará solución a esa brecha económica. «¡Carpe Diem, familia!», es seguro lo que Borja y los suyos deben repetirse constantemente.