Isabel Preysler es una mujer de origen filipino que saltó a la fama por ser la pareja de uno de los mejores cantantes del panorama español. Julio Iglesias buscaba una mujer exótica encontró en Isabel, aquella que cumplía todos sus requisitos.
Una belleza, por aquel entonces natural y una amante excepcional. La Preysler tiene grandes poderes de seducción, analizamos que tienen en común sus parejas.
Isabel, una terrateniente
Isabel se crió en el seno de una de las familias más poderosas de Manila. Eran propietarios de una de las plantaciones de azúcar más grande del país. Había estado educada para ejercer el poder y conseguir que todos hicieran lo que ella pedía. Tenía claro que su misión no era quedarse en esa isla.
Conocer a Julio Iglesias le permitió salir de su país y emprender toda una carrera que la llevaría a ser una de las reinas de corazones de este país. La Preysler es una habitual de las revistas del corazón que tiene siempre una sonrisa para sus allegados. Su estilo es realmente único y siempre tiene claros sus objetivos.
Enamorada de un ‘Playboy’
La joven Isabel Preysler se enamoró de un joven Playboy español del que era fan. Nada tenía que ver con lo que esperaban sus padres de ella. El amor la llevó a continuar sus estudios en un colegio católico. Ella tenía 17 años y él 27, era un amor de juventud que arrancaba con toda la pasión del mundo.
En su boda, Isabel no podía dejar de llorar. La prensa interpretó que era por la emoción de consumar su amor. El hecho es que esta joven criada en el seno de una de las familias más católicas de Manila. Esa chica que interpretaba a la Virgen María en las funciones escolares, se casaba embarazada.
Un divorcio anunciado
Preysler era mujer de un solo hombre y eso no combinaba con las muchas aventuras de su marido. Según dicen es una de las mujeres más radicales que existen. La filipina cuando dice algo, lo cumple. No para hasta que logra que sus intereses se cumplan. Después de intentarlo muchas veces no logró que Julio entrara en sus planes.
Le dijo una sola vez que se separarían y así lo hizo. El corazón de una de las mujeres más famosas del panorama español estaba libre. Isabel no ha sido nunca una mujer preparada para estar sola, necesita a alguien cerca para poder sentirse amada. Ella es el centro del mundo conocido y en seguida buscó un sustituto.
El corazón manda
En la elección de sus parejas después de su divorcio vemos un patrón común. Isabel Preysler ya no es aquella niña enamoradiza que cree en los cuentos de hadas. Se ha convertido en una mujer que repite unos patrones comunes y no se deja seducir por cualquier. Tiene un prototipo de hombre.
Esta vez Isabel sí que pondrá en práctica los consejos de sus padres. No será esa chica que se enamorará de un hombre que lo prometa el mundo. Ella quiere que le demuestren cada día su amor y la quieran como si fuera una piedra preciosa. Tiene el poder de seducir a quien quiera, la Preysler es una señora deseada.
Carlos Falcó
Carlos Falcó proviene de una familia aristocrática. El título de Marqués de Griñón, era, con total seguridad, un factor a tener en cuenta para que Isabel empezara una relación con él. Los títulos nobiliarios es algo que esta filipina codicia y que entiende como una señal de prestigio que le garantiza una buena educación.
Tenía una serie de tierras y de empresas que enamoró aún más a su mujer. Isabel recordaba su pasado en su Manila natal. Las tierras son una apuesta segura que nunca le fallará. Siempre tendrá un lugar donde refugiarse. El campo y la tranquilidad es una necesidad, después de una dura vida social.
Miguel Boyer
Miguel Boyer era un hombre que provenía de la clase media. No tenía un gran patrimonio, pero si poseía una de las cualidades que Isabel más busca, una inteligencia excepcional. Era una persona que sabía cómo ganarse el pan de cada día y había llegado a lo más alto con esfuerzo y determinación.
Cuando conoció a la Preysler era ministro del Gobierno de Felipe González. Isabel estaba acostumbrada a codearse entre la alta sociedad. Los actos oficiales le encantaban y sentirse como una primera dama todavía más. Después de su paso por la política fue un asesor de empresas excepcional. No amasó una gran fortuna, pero si un nombre propio.
Mario Vargas-Llosa
Mario Vargas Llosa es la culminación del amor maduro de Isabel Preysler. Reúne todos los requisitos de una exigente Isabel que sabe a estas alturas lo que más le conviene. Tiene un título nobiliario, es también marqués. El rey se ha encargado de otorgarle este título.
Es un hombre inteligente, el mejor en lo suyo, que se ha esforzado hasta conseguir una carrera de renombre. Proviene de la clase alta de Lima, formado en un colegio católico importante, como ella. Licenciado en Literatura y Derecho es una persona que posee un sentido del humor y una mente maravillosa.