Cuando Irina Shayk y Cristiano Ronaldo terminaron su noviazgo, se habló largo y tendido de la mala relación de la modelo rusa con la familia del portugués, especialmente con Dolores Aveiro, su madre, de la que se decía que intentaba controlar todo en la vida de su hijo, algo por lo que Irina no estaba dispuesta a pasar.
Georgina no se sienta con sus cuñadas ni su suegra
Pues bien, parece que la historia se repite y, aunque parecía que los Aveiro acogieron mucho mejor a Georgina Rodríguez, estas imágenes evidencian, de nuevo, que la relación de la joven con su familia política es escasa, rozando lo nulo.
La novia de Cristiano Ronaldo asistió al partido del Real Madrid contra el Éibar, presenciándolo desde el palco privado del jugador. Junto a ella estaba el hijo de Cristiano, y más alejadas, su suegra y su cuñada, con las que no se dirigió la palabra en todo el partido. Quedó más que patente que la relación de Georgina con su familia política es más bien nula, como ya pasó con su antecesora, Irina Shayk
