Menuda tormenta se acaba de desatar en Casa Real. El emérito no da crédito al comportamiento de Letizia y ha dado un claro golpe sobre la mesa para dejar claro quién manda en Zarzuela. Don Juan Carlos I no puede más y la culpa es de la consorte. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Un discurso polémico

> Toda España, y parte del mundo, estaba pendiente el pasado viernes 18 de octubre de las primeras palabras de doña Leonor de Borbón en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Era su estreno institucional y nadie quería perderse el discurso que la joven llevaba tanto tiempo ensayando, aunque a juzgar por el resultado final, parece que le faltó practicarlo unas cuantas veces más. Los medios más afines a la Corona resaltan el supuesto éxito de la heredera al trono, pero en Cotilleo.es no vamos a bailar el agua a Zarzuela. Si no lo hizo bien, se dice y punto. La hermana de la infanta Sofía se trabó unas cuantas veces y se saltó el protocolo al terminar su discurso, dirigiendo la mirada a su padre, el rey Felipe VI, en lugar de al resto del público.
De hecho, un día antes del discurso, algunos privilegiados que tuvieron la ocasión de citarse con doña Leonor de Borbón se percataron de su evidente estado de nerviosismo: “Estaba temblando y la voz le salía muy floja. A la pobre no se le escuchaba apenas. Le deseamos mucha suerte y que lo iba a hacer bien. Es una niña, va a estar nerviosa, pero su padre lo hizo bien en su momento”. No solo fallaron las formas de la princesa de Asturias a la hora de pronunciar su discurso, sino también el contenido del mismo. De ahí el enfado de su abuelo, don Juan Carlos de Borbón. El emérito está que trina, y te contamos la razón a continuación.
Siguiente: El enfado de Juan Carlos
El enfado de Juan Carlos

> Todos recordamos las emotivas palabras -fingidas o no, quién sabe- que doña Leonor dedicó a la emérita durante su discurso. “Me gustaría dar las gracias también a mi abuela, la reina Sofía. Ella sabe lo importante que para mí es su presencia en esta ceremonia”, señaló la joven. Sin embargo, a más de uno le rechinó que, en los más de cinco minutos que duró su exposición, no tuviera ningún gesto hacia su abuelo, el rey Juan Carlos I. El emérito no da crédito y está terriblemente afectado. “Después de lo del viernes en Oviedo no tiene muchas ganas de nada. Le ha dolido tanto que su nieta, la princesa de Asturias, no se acordara de él en sus primeras palabras. ¡No dijo nada! Es su abuelo, pero además es el rey”, apuntó un amigo íntimo del Borbón a El Español.
¿Qué culpa tiene Leonor? Ninguna. Al fin y al cabo, es una niña de trece años que poco tendría que decir a la hora de redactar el discurso. Son sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia, los que tendrían que haberse acordado de incluir al emérito entre las líneas del discurso. Teniendo en cuenta la mala relación que existe entre la consorte y su suegro, podemos hacernos una ligera idea de quién fue la que decidió obviarlo en la primera aparición institucional de la heredera. Pero este no es el único asunto que trae de cabeza a don Juan Carlos, sino que se ha visto envuelto en otra tremenda polémica que podría perjudicar, y mucho, la imagen de la Corona. Sigue leyendo para descubrir de qué se trata.
Siguiente: La polémica que salpica a la Corona
La polémica que salpica a la Corona

> No podía ser otra que la exhumación de Francisco Franco. El traslado de los restos del dictador del Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio ha dado mucho que hablar, y ni siquiera don Juan Carlos ha podido evitar pronunciarse respecto a este asunto. “Para él, la exhumación no tiene mucha polémica. Si el Gobierno lo decide pues bien hecho estará. Él es mucho del refrán ‘el muerto al hoyo y el vivo al bollo’. Cuando este verano hemos hablado del tema, él ha comentado poco y solo ha asegurado que le da pena gastar el dinero en estas cosas, pero que probablemente a Franco le hubiera gustado más estar al lado de su mujer que dónde estaba. Así que le parece un final correcto”, apuntaba a El Español uno de los íntimos del emérito.
Pero, ¿dónde estaba don Juan Carlos mientras que los restos de Francisco Franco sobrevolaban el cielo madrileño? En Zarzuela, como no, sometiéndose a una sesión de rehabilitación con su fisioterapeuta profesional. Según el portal mencionado anteriormente, el emérito fue testigo de la exhumación del dictador a través de la pantalla de su televisor, “como todos los españoles”. Mientras contemplaba las imágenes, solo una cosa se le pasaba por la cabeza: ¿qué pasará con mi sepultura dentro de cuarenta años, cuando yo ya no viva? Se trata de una cuestión por la que ha mostrado su preocupación en más de una ocasión, y nosotros tenemos la respuesta.
Siguiente: ¿Dónde será enterrado el rey Juan Carlos I?
¿Dónde será enterrado el rey Juan Carlos I?

> El emérito sabe perfectamente dónde quiere que reposen sus restos cuando él pase a mejor vida, pero le preocupa seguir el mismo camino que Francisco Franco. “Hace unos meses, Juan Carlos y un grupo de amigos nos reíamos sobre lo que iba a pasar con nosotros cuando nos vayamos al otro barrio, con una edad como la nuestra es normal que pensemos en eso. Algunos queremos terminar en nuestra ría, si nos dejan, pero él sabe dónde va a ir a descansar, lo tiene claro, sólo espera que los tiempos no cambien y dentro de 40 años decidan mudarlo”, cuenta un amigo íntimo del Borbón a El Español.
El caso es que don Juan Carlos será enterado en El Escorial, donde yacen todos sus antepasados monarcas. “Nadie tiene duda, ya le harán sitio si hace falta”, asegura el colega del emérito, después de que desde El Español le hicieran saber que “están todos los nichos ocupados”.