El emérito sigue estando en boca de todos a raíz de sus escándalos económicos que han puesto contra las cuerdas a la monarquía. El rey Juan Carlos se ha convertido en la nueva oveja negra de la familia real, y ni siquiera sus nietos, por los que siempre ha sentido predilección, quieren relacionarse con él. De hecho, Victoria Federica lo ha decepcionado profundamente y ya no es, ni de lejos, la niña de sus ojos. ¿Quieres saber qué ha pasado y por qué han llegado a esta situación? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Los peores años del rey Juan Carlos
> El monarca pasará a la historia como una de las figuras clave en la transición española a la democracia, pero ese hito quedará eclipsado en los anales por los últimos escándalos en los que se ha visto envuelto. Durante su mandato como jefe de Estado, cometió algunas irregularidades que han dejado la imagen de la Corona muy tocada. En un intento de limpiar la reputación de la institución, el rey Felipe VI se vio obligado a desmarcarse de los tejemanejes de su padre y emitió un polémico comunicado en el que anunció que retiraba al emérito su asignación presupuestaria y sus funciones en la familia real.
Este movimiento no fue suficiente para calmar los ánimos entre la opinión pública y el escándalo del rey Juan Carlos alcanzaba dimensiones mayores a cada día que pasaba. El emérito se vio obligado incluso a abandonar el país y desde el 3 de agosto reside en Emiratos Árabes, con supuestas intenciones de regresar a España cuando pase la tormenta o siempre que la justicia así lo requiera. En Abu Dabi se hospeda en la suite real del hotel Emirates Palece, un complejo de lujo en el que no le falta de nada, salvo la compañía de sus seres queridos.
Todas las informaciones que se han publicado apuntan a que todos los amigos y familiares del rey Juan Carlos le han dado la espalda en su peor momento. El monarca sufre en soledad todo lo que le ha pasado en los últimos meses, y ni siquiera sus nietos, por los que él siempre ha mostrado cierta debilidad, parecen preocuparse por él. La indiferencia de Victoria Federica, la que fuera su nieta favorita, lo ha decepcionado profundamente, y todo apunta a que su relación nunca volverá a ser la mimas. ¿Qué hizo la joven que dolió tanto a su abuelo? Sigue leyendo, te contamos de qué se trata en la página siguiente.
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Victoria Federica dio plantón al rey Juan Carlos
> Mucho se especuló en su día acerca de la decisión del emérito de abandonar España ante la terrible polémica que sacudía Zarzuela y que llevaba su nombre. Se formaron dos posiciones muy diferenciadas al respecto: mientras algunos defendían que su exilio había sido una decisión personal, otros mantenían que había sido el Gobierno de Pedro Sánchez quien había obligado al rey Juan Carlos a coger carretera y manta. Ahora, Pilar Eyre arroja algo de luz a todo este asunto y explica en su columna de Lecturas que el rey Juan Carlos cedió a las presiones del Ejecutivo, que le ‘sugirió’ que se marchara al extranjero. “Van a por mí. Quieren acabar con la monarquía en diez años”, habría dicho el otrora soberano.
Además, Pilar Eyre da respuesta a otra de las cuestiones que más controversia han generado en los últimos meses sobre el exilio del rey Juan Carlos: ¿regresará alguna vez a España? “No, nunca, se morirá fuera”, sentencia la fuente de la periodista, muy cercana a la Casa Real. Cuando se marchó a Emiratos Árabes, tanto el emérito como su familia conocían que lo hacía para no volver, pero, aun así, nadie quiso despedirlo. “Ni Sofía, disfrutando de sus vacaciones en Marivent; tampoco el hijo, en su casa a diez minutos; ni sus hijas, Elena en Palma y Cristina en Bidart con su suegra. ¡Ni siquiera los nietos, a los que tanto ha favorecido! Estaba solo en esa hora tan negra”, escribe la cronista catalana en Lecturas.
Ni Victoria Federica ni Froilán, los dos grandes beneficiarios de esas tarjetas opacas del abuelito con la que cubrían toda clase de frívolos gastos, desde sus viajes en taxi hasta sus fiestas con la jet set. El rey Juan Carlos pudo pasar por alto el platón de su nieto, cuyo desdén ya no le sorprende, pero no el de la niña de sus ojos… El emérito siempre ha sentido predilección por la hija de la infanta Elena, hasta el punto de que pagó sus estudios en el prestigioso College for International Studies de Madrid. Es por esto que le dolió profundamente que no quisiera decirle adiós en aquel viaje tan doloroso que emprendió sin billete de regreso.
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El rey Juan Carlos y el rey Felipe: una relación rota
> A pesar de que el emérito nunca regresará a España, según las informaciones que se deslizan desde la columna de Pilar Eyre en Lecturas, tampoco tiene intención de permanecer en Emiratos Árabes hasta el fin de sus días. El objetivo del rey Juan Carlos es volver al viejo continente y establecerse en algún país europeo que quiera acoger a un monarca repudiado en su propia casa. Se barajan opciones como Italia, Bélgica o Reino Unido. Al rey Juan Carlos le encantaría trasladarse a Londres, pero la capital británica está vetada porque allí reside Corinna, la amante que desencadenó esta horrible tormenta que descarga contra él. “La gente podría pensar cosas que no son si viven en la misma ciudad”, cuentan a la cronista catalana.
Lo cierto es que el rey Juan Carlos no tiene muchas razones para regresar al país cuya jefatura de Estado ostentó durante casi cuarenta años. La opinión pública no lo quiere cerca y, por lo visto, su familia tampoco. La única que se dignó a visitarlo en Emiratos Árabes fue la infanta Elena, la única que le muestra un amor incondicional. En lo que respecta a su hijo y heredero, la relación está rota de forma irremediable. Al menos, así lo asegura Pilar Eyre en su columna de Lecturas: “No han interactuado desde que se fue”.
Por lo visto, se exigió esta falta de contacto entre el rey Juan Carlos y el rey Felipe cuando se tomó la decisión de que el emérito debía abandonar España. “Es una de las condiciones impuestas”, recalca Pilar Eyre en la revista Lecturas. Tampoco parece que al monarca abdicado le importe demasiado, puesto que ni siquiera menciona a su hijo en las conversaciones que mantiene con los pocos confidentes que le quedan… A pesar de todo, el exsoberano lleva con estoicismo esta complicada situación, y no piensa dejarse vencer ante la pena, la añoranza o la morriña. “El rey Juan Carlos es muy poco sentimental. Es muy frío, y puede ser muy duro y hasta cruel en ocasiones”, recuerda la fuente la periodista catalana.