Ana María Aldón y José Ortega Cano no están pasando por su mejor momento, y es que desde que la diseñadora decidiera volver a la televisión para trabajar como colaboradora en Viva la Vida, los rumores de una grave crisis que podría acabar con su matrimonio no han dejado de rondarles.
Rumores de crisis
> Ana María Aldón y José Ortega Cano están en el punto de mira, y es que a pesar de que la pareja quiera aparentar lo contrario, queda claro que algo no va del todo bien entre ellos. ¿Qué está pasando? Los comentarios empezaron a surgir a raíz de la reaparición de la diseñadora en televisión, concretamente como colaboradora en Viva la Vida, algo que no le habría hecho ninguna gracia ni a Ortega Cano ni a su hija, Gloria Camila. Y es que en palabras de Michu, pareja de José Fernando y madre de la nieta del diestro: “Gloria le ha exigido que deje Viva la Vida. Le dice que esto nos salpica y le ha pedido que no vaya más al programa. Ella le corta mucho las alas”. La nuera de Ortega Cano parece estar más que dolida con su cuñada, por lo que no ha dudado en atacarla duramente en la entrevista que ha concedido a la revista Diez Minutos.
Por otra parte, Ana María parece haber hecho caso omiso a los comentarios de su hijastra y ha seguido adelante con su faceta televisiva, la cuál le ha venido bien para ganar algo de dinero y poder ayudar tanto a su madre, la cuál vive en unas condiciones muy humildes en una casa prefabricada, como a su hija, a quién acaba de comprarle un piso.
Algo, que Aldón negaba rotundamente durante el último programa de Viva la Vida: «Mi madre vive perfectamente y no le falta de nada, ella vive de sus tres pensiones, una de aquí de España y dos pequeñas pagas que tiene de Francia». Además, negaba que su madre viviera en una casa prefabricada y enseñaba la imagen real del hogar de su madre, una casa humilde pero que nada tendría que ver con lo que aseguraban en Sálvame. “No es cierto que mi madre viva en una casa prefabricada, esa no es la casa de mi madre. Es una de mis casas, que yo compré en Madrid cuando mi hija se quedó embarazada y la trajimos a la finca de mi marido para que yo pudiera cuidarla. Ella solo me tiene a mí, y yo no podía estar desplazándome hasta Cádiz”, aclaraba poniendo punto y final a la polémica.
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