Una de las cosas de las que más disfruta la reina Letizia desde que subió al trono, es la privacidad de poder hacer lo que quiera sin necesidad de dar explicaciones. Sin embargo, la próxima ley que pretende implantar el Gobierno, y que reformaría la monarquía por completo, podría suponer un antes y un después.
La monarquía española se encuentra en sus momentos más bajos
> El reciente escándalo financiero del rey Juan Carlos ha supuesto un antes y un después en la forma en la que se ve a la monarquía de nuestro país. Una imagen ya manchada desde hace bastante tiempo, empezando por el polémico viaje de caza del emérito a Botsuana allá por 2012, y siguiendo con la implicación de su yerno Iñaki Urdangarin en el caso Nòos.
El escándalo del marido de la infanta Cristina puso el último clavo en el ataúd del reinado de don Juan Carlos, quien en 2014 decidía abdicar y pasar el testigo a su hijo Felipe. Algo de luz se veía al final del túnel con la entrada de nuestro actual rey al poder, ya que la imagen de familia perfecta que llevaba años instaurando junto a su mujer, la reina Letizia, había dejado sus frutos.
Sin embargo, Felipe VI no lo tuvo fácil, ya que desde su primer discurso oficial, tuvo que hacer frente a los errores que había cometido su familia. Unos errores que incluso supusieron la ruptura definitiva con su hermana Cristina y la familia de ésta. Atrás quedaban esas imágenes familiares dónde todos veraneaban juntos en paz y armonía. Ahora, todo se resumía a las figuras de Letizia, Felipe y sus dos hijas, Leonor y Sofía.
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La importancia de la figura de la princesa Leonor
> Y justo cuando la gente ya empezaba a olvidar todas las polémicas del pasado, en parte obnubilados por la figura de la princesa Leonor, una joven inteligente que ha sabido conquistar al pueblo español con su dulzura y carácter inocente, el rey Juan Carlos protagonizaba el escándalo definitivo que casi hunde para siempre el buen nombre de la corona.
Nadie daba crédito cuando saltaba la noticia, y es que el emérito estaba siendo investigado por Hacienda después de cometer ciertas ilegalidades financieras. A eso le siguió el revuelo causado por su marcha a los Emiratos Árabes sin dar más explicaciones.
Esto, junto con los errores del pasado, habrían llevado a un descontento generalizado que no le dejaría más opción al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de poner en marcha una Ley de la Corona que supondría una renovación completa de la monarquía tal y como la conocemos.
¿Y qué supone esto? Un adiós a los viajes no oficiales, a las escapadas o a los carísimos trajes. Algo, que no estaría siendo del agrado de la reina Letizia, quien es la que más disfruta de vivir su intimidad sin necesidad de dar explicaciones.
La transparencia de la Corona sería el punto principal y más importante de esta nueva Ley, y es que el rey Felipe estará obligado a detallar cada uno de sus movimientos, empezando por un presupuesto detallado de todos sus gastos y actividades, lo que también afectaría indudablemente a su vida privada. Además, si se reduce el presupuesto, queda claro que la familia real tendrá que mirar con lupa cada céntimo que gasta, empezando por la ropa de marca que usan en los eventos.
Y, otro detalle importante a tener en cuenta sería la obligación que los reyes tendrán de comunicar absolutamente todos sus viajes, además de que el presidente deberá aprobarlos con antelación. Algo, que sumado a lo anterior limitaría muchísimo su libertad.
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La reina Letizia fastidiada por su suegro una vez más
> La reina Letizia está viendo como una vez más la actitud de su suegro le pasa factura, aunque esta vez las consecuencias son bastantes severas. Y es que por primera vez se pondrá un punto y aparte a todo lo que haga la familia real. Ahora, la mujer del rey Felipe tendrá que abandonar esos viajes por placer que tanto le gustan, aguantar que cada uno de sus movimientos se someta a un severo escrutinio, y además se verá obligada a dar explicaciones sobre absolutamente todo.
Algo, a lo que la mayoría de las casas reales europeas ya están acostumbradas. Y es que en el caso de Suecia, todos estos detalles están exigidos en el primer artículo de la constitución del país. Además, es inevitable pensar en que si la monarquía española hubiese estado regida desde un primer momento por este tipo de ley, las cosas habrían sido definitivamente muy distintas. Recordemos que siempre han sido muy sonadas las constantes desapariciones de don Juan Carlos durante su reinado, y sobre las cuáles nadie pedía nunca explicaciones.
Otro aspecto muy importante que deberá regular esta ansiada renovación de la monarquía serán también las funciones que deberá ejercer la princesa Leonor. La joven de quince años tiene sobre sus hombros un gran peso que afrontar, y es que ella es ahora mismo la figura favorita de la familia real y la que despierta más interés. Además, sería la única capaz de arreglar el desastre causado por su abuelo, ya que su frescura, inocencia y saber estar, ya han demostrado que son capaces de obnubilar al público y captar toda la atención.
Entre algunas de las nuevas normas que Leonor deberá acatar, se encuentra la de suplir a su padre en caso de necesidad, o contar siempre con un secretario cada vez que realiza una intervención.
Solo hay que ver la expectación que genera a su escasa edad con cada una de sus apariciones, algo de lo que parece ser muy consciente también su propia familia. La misma elección de la postal navideña de este año lo deja muy claro: Leonor y Sofía son el futuro de la monarquía, y en las que se están centrando Felipe y Letizia de cara a limpiar su propio nombre.