Por todos es conocido el lado sensiblón de Lydia Lozano. Siempre que un tema le toca la fibra no puede contener la emoción. Sus lágrimas se han derramado en multitud de ocasiones. Alguna vez hasta ha tenido que abandonar su silla y salir del plató de Sálvame ante la presión a la que se ve sometida. La última vez que hemos visto llorar a Lydia ha sido de una forma muy diferente. Pues durante el especial Nochevieja de La Última Cena la vimos muy afectada en varias ocasiones y por motivos muy diversos. Parece que el culpable habrían sido las copas y el alcohol ingerido en el convite, pues el amor y la llorera fueron protagonistas en una noche que la periodista seguro quiere olvidar.
Nada más entrar Belén Esteban le hace llorar
> Lydia Lozano aparecía de la mano de Kiko Hernández y con una peluca plateada muy festiva a la velada de Nochevieja de La Última Cena, donde cocinaban Carlota Corredera y Agatha Ruiz de la Prada contra Amador Mohedano y Antonio David Flores. Lo que no sabría es que su noche comenzaría echando alguna que otra lagrimilla de emoción. Allí la esperaba su compañera Belén Esteban. «Te he descubierto este año y de verdad que en muchas cosas confío en ti», le decía de una forma muy sentida la princesa del pueblo.
La emoción le recorría todo el cuerpo y contaba el por qué: “Es que me ha costado años que me diga a mí esto Belén. Cada vez que me defendía, siempre añadía la coletilla de que habíamos tenido nuestras cosas y yo siempre pensaba en cuándo iba a dejar de decirlo. Ella ha desconfiado siempre porque estaban en grupito y cuando llegaba se callaba porque pensaba que yo lo contaba luego”. «Más vale tarde que nunca», terminaba Belén. Pronto llegaría su compañero Kiko Matamoros para poner el toque de humor y gracia a la situación, pues no se podía creer que estuviera llorando tan pronto.
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Lágrimas al recordar a su amor de juventud
> El vidente David Trivin, cuya conexión mística se desarrollaba en los baños de Telecinco, también hizo derramar unas cuantas lágrimas a la colaboradora. Cuando le echó las cartas le dijo que su amor de la juventud, el que todos recordamos como Juan Carlos, y que falleció en un accidente, aún la estaba protegiendo desde arriba. En ese momento, Lydia tampoco pudo contener la emoción, pues es uno de los momentos que marcó su vida, ya que pensó que podría acabar en ese mismo momento, como lamentablemente la de su compañero.
“Yo creo muchísimo en las protecciones. No sabía que tenía otra protección aparte de mi padre. Me ha dicho que firmaba con una J. Me ha dicho que estuvo poco tiempo conmigo, pero que está ahí protegiéndome siempre y eso me ha impresionado muchísimo porque nunca me lo habían dicho, es Juan Carlos». explicó notablemente emocionada al presentador, Jorge Javier Vázquez. Y añadía ilusionada: “Me ha parecido maravilloso saber que Juan Carlos me protege, ha sido muy bonito”.
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En Nochebuena tampoco faltó el drama, pataleos y lloros en camerino
> Lydia Lozano también comenzó la Navidad como mejor sabe, llorando. A Lydia le encanta ponerse pelucas cuando acude a un evento, sin embargo, la que el programa le tenía reservada para La Última Cena especial Nochebuena le hizo perder los nervios. Un gran pelucón amarillo pollo con rizos y larga extensión que el equipo de producción y peluquería querían que llevará sobre su cabeza para esta velada. Cuando la vio no pudo contener las lágrimas y amenazó con qué si no le daban otra peluca era capaz de salir en chándal. Lo que no quería era ponerse esa horrorosa peluca, tal y como la definió a ella, y colocarse una de otro estilo.
Un drama que resonó en todo Mediaset y que finalmente hizo salirse con la suya a la colaboradora. Cuando empezaba la noche, veíamos qué se había decantado por una peluca azul corta y con flequillo. La llorera no cesaba hasta que no se cambió la peluca y eso que no le recordaron un tema muy sensible para ella… Sigue leyendo, que te lo contamos todo al detalle a continuación.
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La peor llorera que se recuerda de Lydia Lozano en televisión
> Un tema especialmente sensible para la colaboradora es el del caso de Ylenia Carrisi. La desaparecida hija de Albano, y que Lydia pensó que estaba viva por confiar demasiado en unas fuentes poco fiables. Un tema muy peliagudo del que Lydia no quiere oír ni hablar, pues fue un estrepitoso fracaso en su carrera como periodista. Recientemente sufrió la peor llorera de su vida y quiso irse del plató de Sálvame para no volver nunca, ya que pensaba que su programa le había traicionado al volver a sacar eso que un día tanto le hizo sufrir.
En mayo, tras el confinamiento, Sálvame publicitaba la que sería la mayor de las incógnitas no resueltas hasta la fecha: «Hemos dado miles de exclusivas. Hemos abierto cientos de melones. Hemos explotado un millón de bombas. Pero no todo está contado, no todo ha salido a la luz». Se trataba de un viejo baúl de los secretos que albergaba una de las mayores confesiones que Lydia habría hecho en un polígrafo que duró más de seis horas, pero que finalmente no se habría emitido. Lydia pasaba así uno de los peores días de su vida, pues afirmó que esa grabación en el plató de A tu lado, ahora el de Sálvame, tenía terminantemente prohibida su emisión en televisión. Un recuerdo que quiere borrar para siempre y que sus compañeros no están dispuestos a olvidar, poniendo siempre que pueden a Lozano en el disparador, al límite de la cordura.