La repostería es una ciencia muy exacta y son muchas las ocasiones en las que algún paso puede fallar. Uno de los pequeños dramas culinarios más comunes es cuando el bizcocho no sube. Si esto te ha sucedido y no conoces el motivo, hoy te vamos a mostrar los trucos infalibles para que el bizcocho quede delicioso y jugoso. ¡No pierdas detalle y consigue que el bizcocho suba mucho!
Los olvidos

Es relativamente común cuando se sigue una nueva receta nueva, que no se ha elaborado antes, olvidarse de añadir alguno de los ingredientes. Para que el bizcocho suba bien en crucial añadir levadura ¡no olvides este paso!
Si quieres evitar este pequeño despiste puedes comprar harina de repostería, que ya lleva el impulsor. Así no será tan necesario añadir levadura aparte y el bizcocho crecerá igual. Este es uno de los trucos más interesantes para principiantes o personas un poco despistadas.
Batir la masa

La masa del bizcocho es de las partes más importantes de la receta. El mejor truco para que este paso quede perfecto está en airear bien la masa, para lo cual se tiene que batir con mucha energía ya sea con varillas manuales o eléctricas.
Eso sí, no debes pasarte al batir. Esto puede hacer que consigas justo el efecto contrario al deseado, que el bizcocho no forme esas burbujas habituales y finalmente quede compacto. Al batir en su punto también se asegura que la levadura se va a repartir bien por toda la masa y que el bizcocho suba mucho.
Los ingredientes de la masa

En la repostería no funciona la cocina a ojo o con medidas aproximadas, y esto también es válido cuando hablamos de elaborar un bizcocho. Es importante seguir los pasos al pie de la letra para obtener un buen resultado.
Si buscas reducir cantidades de huevo o harina, porque dispones del material suficiente, o de azúcar, para hacer la receta más dietética, esto puede reflejarse en resultados desastrosos y un bizcocho seco o que no suba.
Precalentar el horno

Otro truco para que el bizcocho suba mucho es bien simple, precalentar el horno a la temperatura adecuada. Normalmente este postre se debe cocinar entre los 170-180º C, y para precalentar, se debe poner el horno a una temperatura superior, a unos 200º, con calor arriba y abajo.
Antes de hornear la masa se reduce la temperatura. El tiempo para precalentar suele oscilar entre 10 y 20 minutos antes de meter el bizcocho en el horno, dependiendo del tamaño o la capacidad del propio electrodoméstico.
Un buen horneado

Aunque los bizcochos se hornean con calor arriba y abajo, si no consigues que tu dulce suba correctamente, prueba a poner solo calor por abajo, y sin ventilador. ¡Verás cómo el bizcocho crece mucho más!
La fase de precalentado del electrodoméstico, en cambio, sí debe ser con calor arriba y abajo, pero al hornear tu bizcocho se puede activar la función de calor solo por abajo para conseguir un bizcocho más jugoso y alto.
Degustar el bizcocho

Una vez consigas cogerle el punto al bizcocho, que suba bien y quede bien esponjoso podrás hacerlo en casa y degustarlo de muchas maneras diferentes. Este es un dulce perfecto para tomar en el desayuno, acompañado de una rica taza de café o de tu infusión favorita para las mañanas.
También es ideal como postre después de las comidas o para hacer cuando vas a tener visitas en casa. Por otro lado, es un plato que va a durar varios días en condiciones para su consumo. No va a ser necesario que lo guardes en la nevera o en condiciones especiales para que se mantenga en buen estado.